Usted está aquí: miércoles 27 de septiembre de 2006 Política Jaloneo en la Cámara de Diputados por reparto de comisiones legislativas

El PAN pretende mayoritear por las importantes; el PRI no admite el tercer lugar

Jaloneo en la Cámara de Diputados por reparto de comisiones legislativas

Al PRD, como segunda fuerza, corresponden más, entre ellas Presupuesto y Vigilancia

ROBERTO GARDUÑO Y ENRIQUE MENDEZ

La negociación y reparto de comisiones legislativas en la Cámara de Diputados entró ayer en un estado de crisis, al confirmarse anoche que el Partido Acción Nacional (PAN) pretende mayoritear, con la anuencia de Emilio Gamboa Patrón, al PRD para quedarse con las de Presupuesto, de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, Gobernación, Relaciones Exteriores e inclusive la de Hacienda.

Antes de la media noche de ayer Emilio Gamboa fue sometido a la presión del gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, y del ex senador Enrique Jackson, con objeto de entregar las posiciones más importantes a diputados priístas del norte del país, situación que excluiría de facto a legisladores del sur de ese partido.

Tal situación propició el nerviosismo de Gamboa porque no le alcanzarían las comisiones que le corresponden a su bancada.

Otra vez, el priísta se convirtió en el alfil de los panistas porque, con una serie de jugadas legaloides, intentó convencer a los perredistas, sin conseguirlo, de que la posición del PAN se ajustaba a que el blanquiazul es la primera mayoría en San Lázaro y por tanto les corresponden mayor número de comisiones.

Además, en esa lógica, alegó que su partido, el Revolucionario Institucional, merece nueve comisiones cuando se ha convertido en la tercera minoría, muy por debajo del propio PRD. Es decir, en la cúpula priísta persiste la idea de que aún son el partido mayoritario que definía por sí solo cualquier situación en el interior de la Cámara.

Anoche, Javier González Garza mantenía la postura de que a su partido le corresponde un mayor número de comisiones que al PRI y, en ese sentido, la comisión de Presupuesto deberá estar en sus manos. Tan sólo se recordó que en la 58 Legislatura, el PAN como segunda fuerza obtuvo el control de ese órgano legislativo, y en la pasada Legislatura el PRIAN negoció, para los panistas, la comisión de Hacienda -como segunda fuerza- y para el PRI la de Presupuesto, como primera fuerza.

Ahora que el escenario y la composición legislativa en San Lázaro han cambiado, al PRD le correspondería la comisión de Presupuesto, la cual -junto con la de Vigilancia- es de las más relevantes porque habrán de aprobar el gasto para la próxima administración federal y revisar sus cuentas. Es ahí donde radica el interés del PAN por controlarlas.

No obstante, trascendió que en ánimo de evitar mayor daño a la imagen de la Cámara, los panistas pretenden una salida salomónica al entregarle la comisión de Hacienda que, en términos políticos y de gasto público, no tiene mayor relevancia que las otras.

En medio de este jaloneo, ayer en la bancada del PRD una fuerte corriente de opinión ubicaba al diputado Emilio Ulloa Pérez como el más viable candidato a ocupar la presidencia, ya fuera de las comisiones de Desarrollo Social o Asuntos Metropolitanos. Fue el más mencionado por sus propios compañeros, dada su experiencia legislativa como integrante de comisiones clave como la de Hacienda, de Concordia y Pacificación, y de Relaciones Exteriores.

Mientras, el tema de las comisiones comenzó a ser factor de disenso por la mañana entre los propios priístas. Por un lado, Emilio Gamboa Patrón prometió a sus compañeros de bancada nueve comisiones legislativas, y algunas más en caso de negociarlo así.

No obstante, las promesas de Gamboa fueron asumidas con reserva porque el PRI no tiene más que 106 legisladores, y por tanto no le alcanza para "ponerse exigente", como confesó un diputado priísta.

En vista de que mañana deberá presentarse ante el pleno camaral la integración de las comisiones, los coordinadores de PAN, PRD y PRI sostuvieron una larga ronda de cabildeos para allanar una repartición adecuada al número de sus curules.

Al paso de las horas, el acuerdo no se consumó porque el coordinador panista, Héctor Larios, informó que su partido desea ocupar las posiciones de privilegio en las comisiones más relevantes; es decir, las económicas y las políticas.

De acuerdo con fuentes de la bancada tricolor, éste habría aceptado la postura del PAN, lo cual derivó en reproche de sus propios compañeros, quienes por la tarde le exigieron "no negociar las migajas de los azules", rechazar la imposición y reditar lo sucedido en 1997, cuando la oposición se agrupó para controlar la Cámara de Diputados frente al PRI.

Ante esos hechos, Javier González Garza manifestó su irritación porque Héctor Larios no cedía en su demanda, por orden del "presidente electo" Felipe Calderón. "Aún no hay nada, tratamos de amarrar acuerdos, pero no hay nada", decía el coordinador del PRD.

Mientras Gamboa y González Garza se enfilaban a las oficinas del PAN para encontrar un acuerdo con Larios, un diputado priísta alcanzó al perredista y le dijo: "no vayas a ceder. ¡Chingao! Si tratan de acorazarse los azules, formamos el G-4 para ganarles la votación en el pleno. Ustedes tienen derecho a una muy importante posición. ¡No se rajen!"

González Garza respondió en el mismo tono. "¡No nos vamos a rajar!" Y al caminar rumbo a las oficinas del PAN, conocidas como el Spa -que Felipe Calderón mandó hacer para solaz y esparcimiento de los panistas-, el perredista se encontró con Gamboa Patrón, quien entre broma y broma entró a las oficinas panistas con la siguiente frase: "Esto lo hago por mí y por todos mis compañeros".

 
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