Usted está aquí: miércoles 27 de septiembre de 2006 Política Llaman sectores al gobierno federal a no utilizar la fuerza en el caso Oaxaca

La solución, la salida del mandatario Ulises Ruiz; otras voces, por el diálogo

Llaman sectores al gobierno federal a no utilizar la fuerza en el caso Oaxaca

Inviable, la estrategia de oferta salarial y política de Fox y de los priístas, dicen

La conflictiva situación de Oaxaca continúa polarizando a los diversos actores políticos y sociales. El pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó ayer un llamado al gobierno federal para que "evite en todo momento y bajo cualquier circunstancia, el uso de la fuerza pública contra el legítimo movimiento social oaxaqueño, y encuentre vías de solución pacíficas al conflicto, mediante el diálogo y la negociación". A su vez, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) consideró "inviable'' la nueva estrategia de oferta salarial y política acordada el lunes en Los Pinos por el presidente Vicente Fox y los gobernadores del PRI.

Por su parte, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas, negó que el conflicto de Oaxaca represente en este momento un problema para la estabilidad del país. Advirtió, sin embargo, que Vicente Fox deja un escenario político de "gran incertidumbre", no sólo por el problema del magisterio, sino por la crisis institucional, la excesiva polarización social, la gran concentración del ingreso y el deterioro de la calidad de vida de un amplio sector de la población, así como por el conflicto derivado de la falta de equidad y certeza en el proceso electoral, que persistirá todo el próximo sexenio.

Respecto del probable arribo del contingente de la APPO a la ciudad de México, consideró necesario un vocero para el vocero presidencial, Rubén Aguilar, para que aclare "lo que el vocero quiso decir", en particular respecto de la responsabilidad del gobierno capitalino sobre la seguridad de los manifestantes.

La represión, en cualquier momento

A su vez, Andrés Manuel López Obrador se reunió ayer en privado con diputados federales de PRD, PT y Convergencia, ante quienes expuso su preocupación por la posibilidad de una salida represiva al movimiento social oaxaqueño. Participantes en el encuentro dijeron que el tabasqueño consideró que en cualquier momento puede ocurrir la represión.

Dijo que el conflicto se ha dejado correr y la marcha que se dirige hacia la ciudad de México puede ser un asunto muy complicado, sobre todo porque la provocación está en el orden del día y de ahí su inquietud de que el problema de aquella entidad pueda escalar y generalizarse, lo que sería peor.

Al mismo tiempo, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra Periodistas (FEADP), inició cuatro averiguaciones previas por agresiones a informadores en el estado de Oaxaca. El titular de ese órgano de la Procuraduría General de la República (PGR), David Vega Vera, se reunió con editores y comunicadores de esa entidad.

En un comunicado de prensa, la PGR informó que "investiga cuatro casos que involucran agresiones a reporteros en lo individual, así como a medios impresos y electrónicos, pero sólo en un caso la indagatoria se inició con motivo de los recientes acontecimientos en el sureste del país".

Y en la Cámara de Diputados la crisis oaxaqueña dio ayer mucho de qué hablar, aunque fue manifiesta la polarización de las fuerzas políticas ahí representadas. PRI y PAN exigieron a las autoridades locales y federales resolver el conflicto que desde hace 125 días se vive en aquella entidad, mientras que PRD y Convergencia demandaron la renuncia del gobernador Ulises Ruiz, como condición para comenzar el periodo de distensión.

No obstante, otras voces se sumaron a la campaña mediática promovida en el Congreso oaxaqueño por su presidente Bulmaro Rito para urgir al gobierno de Vicente Fox a ordenar la intervención, con el grado de violencia que tal hecho conllevaría, del Ejército Mexicano y de la Policía Federal Preventiva.

Samuel Aguilar, diputado del PRI, sostuvo que el gobierno de Vicente Fox está obligado, dadas las condiciones de inseguridad y violencia, a tomar cartas en el asunto: "¡Tiene que actuar ya! La APPO ya arribó a los limites de la tolerancia y es absurda la pretensión de solicitar la salida de Ulises Ruiz. Estamos ante vándalos y lumpen que no tienen que ver nada con una verdadera lucha social."

No obstante, Emilio Gamboa, líder de la bancada tricolor, declaró: "No creemos que sea la violencia el camino a la solución de los problemas". Y al preguntarle si la solución a esa crisis tendría un plazo fatal, respondió: "sin duda Oaxaca está viviendo agarrada de alfileres... Esperamos que los grupos radicales de Oaxaca ya entiendan que no nos están llevando a un buen camino y a un buen desenlace".

Y el ahora militante del PAN, ex gobernador en Oaxaca y ex secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco, descartó como salida el uso de la fuerza y colocó en el centro de una probable solución la renuncia de Ulises Ruiz.

Inclusive intentó dar una lección sobre resolución de conflictos: "Lo que falta aquí, en todo caso, de quienes no se han sentado en la mesa, es voluntad política; hay que poner todas las fichas sobre la mesa, porque el asunto de Oaxaca ha llegado a una situación de límite que no tiene más tiempo para resolver un conflicto que ha tenido tal dimensión".

Rechazo al uso de la fuerza

Por el contrario, los diputados por Oaxaca del PRD, Aleyda Ruiz, Carlos Altamirano, Othón Cuevas, Benjamín Hernández, José Antonio Almazán, Joaquín Conrado y Carlos Martínez advirtieron su rechazo a la utilización de la fuerza pública. "Queremos para esta entidad una solución basada en el diálogo, en la negociación con las diferentes partes que participan en el asunto... El problema en Oaxaca es que hay mucho odio, mucha frustración, mucha impunidad, mucha injusticia. Es el resultado de muchos años de agravios. No hay interlocutores. No se escucha".

El líder nacional del PRD, Leonel Cota, y el coordinador de los diputados de ese partido, Javier González Garza, dijeron que en Oaxaca están en juego los intereses de PAN y PRI, porque al blanquiazul le interesa que se reconozca el gobierno de Felipe Calderón, y se mantenga la alianza en el Congreso a toda costa.

"Pero Oaxaca no puede ser moneda de cambio entre las fuerzas nacionales que buscan gobernar el país. El uso de la fuerza pública federal no es la solución'', insistieron.

González Garza dijo en San Lázaro: "Quiero llamar la atención de que el conflicto en Oaxaca puede generalizarse muy rápido. Oaxaca vive un deterioro brutal desde hace siglos. Es el estado más atrasado del país. Tiene un caciquismo político añejo que se tiene que romper. Las condiciones políticas, sociales y económicas del estado tienen que cambiar".

La academia y el conflicto

En la academia también se discute el problema. Así, el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Francisco Javier Esteinou indicó que si no se abren los medios de comunicación a todos los sectores involucrados en el conflicto social y político de aquel estado, la posibilidad de generar condiciones para el diálogo "son muy escasas, en un proceso que ya ha entrado en una fase de desbordamiento que podría generar derramamiento de sangre".

Destacó que desde el duopolio televisivo y las emisoras de radio "se está enviando un mensaje confuso, en el que ya no se sabe qué está pasando realmente, ni qué intereses están involucrados, pues pese a que es evidente la anarquía y el caos, testimonios y denuncias, como las del periodista Ricardo Rocha, han sido manejadas por intereses golpeadores para desacreditar al movimiento magisterial y social de Oaxaca".

Para la representación de la disidencia magisterial, la CNTE, la propuesta anunciada tras la reunión de Fox con los gobernadores del PRI significa sólo una "trampa" de la autoridad para aparentar ante la sociedad que busca salidas de negociación, cuando en realidad son un pretexto para justificar el uso de la fuerza pública.

La organización que agrupa al magisterio disidente indicó que sólo existen dos salidas para hacer frente al conflicto: la renuncia de Ulises Ruiz y la represión, pero sería una "torpeza" del gobierno de la derecha utilizar esta última vía, porque el conflicto se extendería a otros estados.

Por otra parte, el escritor Paco Ignacio Taibo II, desde Zacatecas, se solidarizó con la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y con las organizaciones adheridas a la APPO, con la expresión "Que se vaya Ulises Ruiz". Mencionó que ante la incapacidad del gobierno priísta de esa entidad para solucionar los conflictos, "me parece sensata e inteligente la propuesta de la APPO; un tipo que no gobierna, qué chingaos está haciendo ahí de gobernador".

Paco Ignacio Taibo II, quien presentó en esta ciudad su libro Pancho Villa, una biografía narrativa, mencionó que una solución al conflicto en Oaxaca sería la realización de un referéndum en el que se hiciera una sola pregunta a los ciudadanos: ¿se va o no se va el gobernador Ulises Ruiz?

(Georgina Saldierna, Karina Avilés, Raúl Llanos, Laura Poy, Roberto Garduño, Enrique Méndez, Angel Bolaños, y Gerardo Flores, corresponsal)

 
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