Prevenciones ante un posible desalojo por la fuerza
Estamos en alerta roja y listos para resistir: APPO
Se instalaron trincheras y se reforzaron los plantones
Ampliar la imagen Manifestación de oaxaqueños frente a la Secretaría Gobernación Foto: Roberto García Ortiz
Oaxaca, Oax., 26 de septiembre. La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) se declaró en alerta roja ante un posible desalojo. Esto, luego del ataque policiaco del domingo en las inmediaciones del hotel Camino Real, y ante el hecho de que las fuerzas del orden estatales se encuentran acuarteladas desde hace varios días. Además, las declaraciones del gobernador Ulises Ruiz, el gobierno federal, el Partido Revolucionario Institucional, los empresarios y miembros del Congreso de la Unión en las últimas horas apuntan hacia un posible uso de la fuerza. ''Estamos listos para resistir'', dijo hoy uno de los responsables de la barricada en Radio Oro.
Si bien no se ha divulgado el resultado de la nueva consulta realizada por la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para determinar si el paro y el plantón del magisterio siguen como hasta ahora o si se vuelven sólo ''representativos'' y se retorna a clases, informaciones extraoficiales conocidas por La Jornada indican que sigue siendo mayoritario entre los 70 mil mentores del estado el mantenimiento ''total'' del paro ''hasta la caída del tirano'', según expresaron ya numerosas delegaciones magisteriales de las ocho regiones de Oaxaca.
Ruiz, ''desesperado''
Se estima que el paro total es respaldado por alrededor de 80 por ciento de los mentores. No obstante, hasta mañana se dará a conocer oficialmente el resultado de la consulta, durante la asamblea estatal del magisterio, inicialmente convocada para hoy.
''Nadie puede negar el impacto de nuestra marcha en la clase política del país'', declaró hoy el vocero de la sección 22, Daniel Rosas Romero. ''Existen reuniones constantes en todos los niveles de gobierno'' para tratar el asunto, señaló, e hizo referencia a las ''acciones desesperadas'' de Ruiz Ortiz ante la perspectiva de que la marcha, a punto de abandonar territorio oaxaqueño, revele el respaldo popular en las cuatro entidades que cruzará en su camino a la ciudad de México. También reconoció el ''esfuerzo tremendo'' de los marchistas, quienes mantienen su ''firme demanda'' por la caída del gobernador.
Rosas Romero acusó al gobierno y a la dirigencia priísta de buscar ''enfrentar a la población con el magisterio'', que mantiene una lucha ''civil y pacífica''. Insistió en que el magisterio y la APPO constituyen ''una misma organización'' y expresó preocupación porque se desaten la represión y una ''cacería de brujas'' contra la dirigencia.
Si bien el día transcurrió en aparente tranquilidad en la ciudad, por la noche se establecieron trincheras en muchas colonias y se reforzaron los plantones instalados en el Centro Histórico y las oficinas gubernamentales ocupadas por el magisterio y la APPO. La madrugada del martes, durante un recorrido por las barricadas en distintos barrios de la ciudad y los municipios conurbados, se pudo percibir mayor tensión que en noches anteriores. En las colonias López Portillo y Bravo Ahúja, las guardias, compuestas sobre todo por hombres y mujeres mayores de edad, denunciaron amagos por parte de vehículos tripulados por individuos armados; el sábado, la guardia nocturna fue agredida a tiros desde uno de estos vehículos. Este tipo de agresiones son constantes en las posiciones de vigilancia del movimiento.
A partir del domingo se han reforzado especialmente los campamentos que resguardan las radiodifusoras La Ley, en la colonia Reforma, y Radio Oro, a un costado del jardín Conzatti. Según representantes de la APPO, se prevé que serían los primeros lugares que intentaría desalojar la policía, con la intención de ''romper la comunicación entre los plantones y con la población, a la cual se mantiene informada durante las 24 horas''. Ha vuelto el temor de que la policía ataque estos puntos, así como el Centro Histórico y los plantones en instalaciones gubernamentales ocupadas por el magisterio y la APPO. Las barricadas nocturnas adoptaron el uso de silbatos para dar señales de alerta y llamar la atención de los automovilistas que se aproximan a las fogatas, trincheras y cercas en las arterias bloqueadas.
Pronunciamiento
El Congreso Nacional Indígena (CNI) ''reconoce, saluda y es parte de la lucha de los hermanos de los 16 pueblos indígenas de Oaxaca. La impostergable renuncia de Ulises Ruiz pondrá fin a las imposiciones; precederá al respeto y reconocimiento de la autonomía y libre determinación de nuestros pueblos indígenas de Oaxaca y a la cancelación de los megaproyectos privatizadores en el sur de México''.
En la Declaración de Cherán, el CNI demanda la liberación inmediata de los presos políticos indígenas de San Salvador Atenco y Oaxaca, quienes ''continúan siendo una repugnante muestra de los métodos de 'gobernabilidad' en nuestro país. No pueden seguir siendo rehenes políticos para la imposición de los proyectos neoliberales en nuestras tierras y territorios''.
Por otro lado, la cúpula empresarial de Oaxaca solicitó al gobierno de Vicente Fox la intervención ''inmediata'' de la Policía Federal Preventiva para solucionar el conflicto político social en la entidad. Los dirigentes locales del sector aclararon que la presencia de las fuerzas públicas federales ''no es para reprimir, sino para restablecer el estado de derecho y por tanto el orden''.
A su vez, la misión de observación de la Federación Internacional de Derechos Humanos consideró que la balacera del domingo (que por cierto no fue ''enfrentamiento'', como se ha manejado oficialmente, pues los disparos salieron sólo de la policía) ''representa una provocación que no hace sino ahondar el conflicto magisterial y popular''.
Como parte de la efervescencia social que se reactiva una vez más, el Frente de Colonias Populares efectuó esta tarde una marcha de la colonia Volcanes al zócalo de la capital oaxaqueña. Durante el mitin, realizado al anochecer, los manifestantes dijeron apoyar el regreso a clases ''hasta la salida de Ulises Ruiz'', saludaron al magisterio y lo llamaron ''a que decida continuar en la lucha''. Entre los carteles y mantas que desplegaban, una niña mostró el siguiente: ''Quiero clases de mi profesor, no de un traidor''.