Estrenó su versión fílmica de esa ópera de Mozart, en el festival de Venecia

Branagh sitúa La flauta mágica en medio de los horrores de la Primera Guerra Mundial

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Venecia, 8 de septiembre. La flauta mágica, de Mozart, se desarrolla en medio de los horrores de la Primera Guerra Mundial, en la nueva y sorprendente película del cineasta británico Kenneth Branagh, que se estrenó el jueves en el teatro La Fenice, de la ciudad de los canales.

La producción de 27 millones de dólares empieza con Tamino como un soldado en las trincheras y, en lugar de ser perseguido por una serpiente que casi lo mata en el libreto original, lo es por un rastro de gas mostaza.

Papageno, el cazador de pájaros, se convierte en el guardián de los canarios utilizados durante la guerra para comprobar si hay gas, y la primera aparición triunfante de la Reina de la Noche es a horcajadas en un tanque.

''Me sorprendieron las escalas cuando empecé a escucharla por primera vez, la intensidad, el drama'', dijo el director Kenneth Branagh a los periodistas después del pase de prensa en el Festival de Cine de Venecia.

''Parecía que en la música había una especie de súplica por la paz, y evolucionó hacia una sensación de que quizás esta situación completamente fascinante y atroz de la Primera Guerra Mundial (...) era algo donde la música podía encontrarse sin que una abrumara a la otra'', agregó.

En las notas de producción del filme, Branagh también apunta que la ópera ha sido concebida en otros escenarios inusitados: ''Ha sido ubicada en la Luna, en el circo, en Stonehenge, en la playa, y Mozart puede vivir en todas ellas'', dijo.

Y así, Tamino, Papageno y Pamina se encuentran entre ejércitos guiados por la Reina de la Noche y Sarastro en su bombardeado castillo.

Secuencias modificadas por computadora vuelan sobre campos de batalla que evocan la devastación en el norte de Europa durante la Primera Guerra Mundial, y cementerios con muchas filas de tumbas blancas que remiten a batallas de hoy.