Demanda a Calderón afrontar "reto descomunal" de la pobreza y la desigualdad
Pide el Episcopado no subestimar el liderazgo y fuerza de López Obrador
Llama al PRD a "no seguir siendo el lastre de una oposición ciega a todas las iniciativas"
Tras reconocer el triunfo de Felipe Calderón, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió no subestimar el liderazgo y la fuerza de Andrés Manuel López Obrador, porque sus acciones pueden "ir en detrimento" del gobierno del panista.
En conferencia de prensa, el obispo Abelardo Alvarado, responsable de la relación Iglesia-Estado, expuso que López Obrador tiene "ofrecimientos mesiánicos de solución", con un discurso violento y de confrontación necesario para mantener el apoyo de sus seguidores.
Confió en que la fracción del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados "ya no seguirá siendo este lastre de una oposición ciega a todas las iniciativas del gobierno", y en que el líder de la coalición Por el Bien de Todos se conduzca con responsabilidad y actúe por los cauces legales.
Responsable de dar a conocer la posición de la CEM en torno al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, el prelado -acompañado del sacerdote Hugo Valdermar, voce- ro del arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera- pidió a Calderón tomar en cuenta que enfrentará "retos descomunales a los que no podrá responder solo" y, por tanto, necesitará de la colaboración de todos, "haciendo a un lado intereses personales y de grupo para contribuir a esta gran tarea".
Citó la lista de graves problemas: pobreza, marginación, desigualdad social, crecimiento económico, creación de empleos, atención al campo, fenómeno migratorio, buscar competitividad dentro de la globalización, inseguridad y narcotráfico, entre otros.
A López Obrador y al PRD les pidió, además de tolerancia, reconocer que como oposición les corresponde exigir al gobierno entrante, de manera responsable, consciente y por los cauces legales, que responda a las demandas sociales. En este contexto, Valdemar les pidió darse cuenta del "éxito enorme" que tuvieron, al "subir a esa agenda", con sus exigencias, la atención a los pobres.
El obispo Alvarado enfatizó que el perredista utiliza un discurso violento, de confrontación y de protesta porque "precisa conservar el liderazgo que ha tenido a lo largo de estos años". Pero también celebró que sus palabras no se transformaran en hechos. Inclusive destacó que la expresión "revolución de conciencia" permitiera a López Obrador "casi empatar" su lenguaje con el de la Iglesia, que "habla siempre de la conversión, del cambio, de la transformación de las conciencias. En cierto sentido es un lenguaje profético. Ojalá y siga por ese camino: el de ese lenguaje, que va más al plano espiritual que a la violencia externa, física".
Resaltó que evidentemente tras el fallo del tribunal y la negativa de la coalición a aceptarlo "hay un riesgo de violencia" que ojalá, subrayó, no pase a los hechos. Hay que tomar en cuenta, abundó, que generalmente "los líderes de oposición utilizan un lenguaje incendiario para enardecer a las masas. Es normal, pero una cosa es el discurso y otra los hechos". Así que López Obrador, sostuvo el jerarca católico, no está exento de hacer ofrecimientos "mesiánicos de solución".
A los expositores se les preguntó si el movimiento de López Obrador constituía un reto para el gobierno de Felipe Calderón. Valdemar respondió: "Hablar propiamente de llevar al fracaso quizá es demasiado, pero sin duda puede ir en detrimento del éxito de una gestión, de un gobierno. De allí el llamado de los obispos a que busquemos la concordia, la reconciliación y la paz.".
Pidió no subestimar el liderazgo y fuerza del tabasqueño, porque "todos reconocen que es un factor imprescindible en la construcción de nuestro país, y ojalá él acepte colaborar con el nuevo gobierno".