Usted está aquí: jueves 7 de septiembre de 2006 Gastronomía Más de 50% de chiles en nogada que se consumen vienen de China

Aún no podemos identificar si un producto es local o extranjero, acepta la Canirac

Más de 50% de chiles en nogada que se consumen vienen de China

El cultivo pirata entra al país y las autoridades no hacen nada, acusan los campesinos afectados

LA JORNADA DE ORIENTE

Ampliar la imagen Hace 10 años, cerca de mil personas se dedicaban al cultivo del chile poblano; ahora sólo se pueden contar 120, situación que se suma a la crisis que ha causado la invasión de los países asiáticos Foto: Jesús Villaseca

Puebla, Pue., 6 de septiembre. Más de 50 por ciento del chile que se consume en esta temporada es de origen asiático o foráneo, aseguran restauranteros y productores del campo.

Como muchos otros productos agrícolas, el chile ha sufrido el embate del bajo costo de la producción agrícola en otros países, en especial los que se ubican del otro lado del Pacífico.

Puebla, ciudad de barrocas maneras que no puede negarlas ni en su comida, celebra las fiestas de Independencia con un platillo que combina el dulce de la nuez y la granada con el sabor de la carne de res y de cerdo y el picor de un buen chile poblano. Ese que, al menos desde hace dos años, como afirma categórica Guadalupe Lozano Garfias, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), ha perdido su identidad nacional.

"Desde el año pasado llegaron siete tipos diferentes de chiles, que los están consumiendo tanto los restaurantes como las amas de casa, pero no tenemos forma de identificar cuando se trata de un chile local o de uno extranjero. Tal vez se podría por el sabor, porque un chile que se produce en China es casi un pimiento morrón; sin embargo aún no tenemos la información y el conocimiento para detectar el que no es nacional."

Pero la queja no parte de los restauranteros, que bien o mal se adaptan a la economía del mercado y buscan el producto que resulte más barato, situación por la que la producción local lleva las de perder; no, fueron los agremiados de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas en Puebla quienes en voz de su líder, Magdaleno Cruz, denunciaron no sólo la competencia desleal, sino la piratería.

Son aproximadamente 7 mil las toneladas de chiles chinos y coreanos que han ingresado al país, afirmó Magdaleno Cruz: "Los campesinos ya no soportamos esta situación, ya que este cultivo pirata está entrando de contrabando al país y las autoridades no hacen nada por evitarlo".

Si bien los productores de la región de San Martín Texmelucan, específicamente del pueblo de San Rafael Tlanalapan, no señalan directamente a sus pares en oriente, también reconocen que la región ha perdido su antiguo poderío en la producción de chile. Su presidente municipal, Alejandro Calixto Pérez, admite con tristeza que mientras hace 10 años eran cerca de mil trabajadores los que se dedicaban a su cultivo, hoy apenas se cuentan 120 personas involucradas en ese proceso.

La única respuesta a la invasión del picante de otras latitudes, concuerdan Lozano Garfias y Felipe López Tello, director del Instituto Suizo de Gastronomía y Hotelería (ISU), que no por llevar el nombre del país europeo deja fuera de su área de influencia la comida mexicana, es la compra del producto en los mercados tradicionales.

Mientras los productores y los consumidores industriales -es decir los restaurantes- concuerdan en el ingreso masivo de chiles poblanos que ni de lejos podrían ostentar ese origen, la parte oficial niega esa realidad.

Tanto el delegado federal de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación en Puebla, Enrique Guevara Montiel, como el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), Alberto Jiménez Merino, afirmaron que el chile que se consume en Puebla en esta temporada es de producción local básicamente.

Un poblano que ya no lo es

Aunque Jiménez Merino reconoció que al menos cuatro de cada 10 chiles poblanos que se comercializan en el país se producen en otros lados, entre ellos los países asiáticos, negó que en el estado de Puebla ocurra este fenómeno.

-¿Es cierto entonces que los chiles poblanos que estamos comiendo en esta temporada son chinos?- se le cuestionó al titular de la SDR.

-Puedo asegurar que lo que se consume en Puebla es de Puebla; lo que se consume en otras partes del país, un porcentaje muy importante, viene de otras naciones.

Aunque para los restauranteros la realidad es otra, como afirma Guadalupe Lozano: "Sabemos que el caso del chile chino no es un caso aislado, es un mercado que se está comiendo a todo el mundo".

-¿Estamos comiendo chiles en nogada chinos?

-Sí. Y me atrevo a decir que nos está ganando porque es mucho más barato. Antes no los encontrabas, no sólo para los chiles en nogada, sino para rajas poblanas o chiles capones u otros guisos fuera de temporada y mucho más económicos. Nos está rebasando en más de 50 por ciento. Esa proporción de chiles en nogada en esta temporada son chinos.

En ese sentido los productores y algunos especialistas y gastrónomos culpan a los grandes almacenes y cadenas departamentales que venden frutas, verduras y legumbres, pues son ellos, insiste Alejando Calixto, quienes han aprovechado los tratados comerciales para introducir el producto a México.

Pero la competencia a los productores locales no viene solamente de allende los mares: el poblano también se produce en San Luis Potosí, donde producirlo resulta más barato, debido a la tecnología invertida en los cultivos, como denuncia el munícipe de San Rafael Tlanalapa.

Lo que nos toca como consumidores es, como sugiere el director del ISU, acudir a los mercados tradicionales, donde se comercia chile de producción local.

 
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