Usted está aquí: martes 5 de septiembre de 2006 Política Colapsados, centros de retención de migrantes en las Islas Canarias

España no va a tolerar que sigan llegando, advierten las autoridades

Colapsados, centros de retención de migrantes en las Islas Canarias

En los pasados cinco días han arribado a sus costas más de 2 mil 600 africanos

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen A las Islas Canarias han llegado varias embarcaciones con decenas de africanos que huyen de la pobreza, pero son detenidos y devueltos a sus países por no tener documentos. En la imagen se observa una patrulla marítima española con algunos de los migrantes Foto: Reuters

Madrid, 4 de septiembre. Los llamados centros de "retención" de migrantes en las Islas Canarias se encuentran colapsados ante la llegada masiva de ciudadanos africanos en los días recientes, hasta 2 mil 600, según datos del propio gobierno autonómico canario. Ante la permanente llegada de personas que buscan un futuro mejor, la vicepresidenta primera del gobierno español, la socialista María Teresa Fernández de la Vega, afirmó tajante que "España no va a tolerar que sigan llegando".

Las costas españolas de las Islas Canarias se han convertido en el escenario del drama humanitario que sufren los países africanos desde hace años, muchos de ellos inmersos en guerras civiles intestinas, hambrunas endémicas y pobreza extrema.

La ruta de la migración africana se ha complicado en los años pasados ante los nuevos sistemas de seguridad fronterizos en Europa, sobre todo en el sur de España, donde se han levantado vallas y se han fortalecido los sistemas de radar para detectar embarcaciones clandestinas. Esto ha provocado la disminución de afluencia de migrantes por la ruta tradicional desde Marruecos a través del estrecho de Gibraltar. Ahora los ciudadanos africanos que llegan a las costas canarias parten desde Senegal, Mauritania y Malí en embarcaciones precarias -cayucos-, que muchas veces sucumben ante la violencia del mar abierto de la región.

Según datos del gobierno canario, en lo que va del año se han rescatado del mar hasta 600 cuerpos sin vida, si bien las organizaciones no gubernamentales, como Cruz Roja y Media Luna Roja, cifran en hasta 3 mil las personas muertas en su intento por alcanzar tierra europea.

Ante el incremento de la llegada de migrantes africanos a las Islas Canarias, la administración central y autonómica se encuentra desbordada para poder atender las más de 5 mil 400 personas que se encuentran a la espera de ser repatriadas o expulsadas del país. Desde el pasado jueves han llegado a Fuerteventura, la Isla del Hierro, Tenerife y Gran Canaria alrededor de 2 mil 662 migrantes, la cifra más alta en lo que va del año, en el que han logrado sobrevivir al periplo unas 20 mil personas. La mayoría de los migrantes son hombres de origen subsahariano, y alrededor de 10 por ciento son menores de edad. Asimismo, se calcula que hay unos 700 migrantes retenidos en dependencias policiales a la espera de ser trasladados a la península o ingresados en los citados centros de "retención", para lo que primero tendrá que ser resuelto el colapso.

El fenómeno de la migración africana se ha convertido en el principal asunto político de la agenda política española, por lo que el gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero insistió en su estrategia de implicar a la Unión Europea para crear un cuerpo común de seguridad fronteriza, que se denominará Frontex. La vicepresidenta De la Vega señaló, en el contexto de una reunión con embajadores españoles, que el gobierno "no tolerará que sigan llegando a las costas (los migrantes) ni que los países de origen de éstos incumplan los acuerdos bilaterales y multilaterales alcanzados, y estamos dispuestos a actuar con toda firmeza".

Asimismo, la política española explicó el futuro que espera a los migrantes en España: "que quede bien claro: todo el que entra en España de manera irregular, más tarde o más temprano, saldrá de España. Esto deben saberlo tanto los que llegan como los gobiernos de los países de los que llegan".

El gobierno español recibió el respaldo del presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, quien en el inicio de las sesiones afirmó que lo ocurrido estos meses en las Islas Canarias y en Lampedusa, Italia, "no es una crisis puntual, sino un problema estructural", por lo que reclamó "una política común de la UE para afrontarlo". Borrel cifró en 30 mil los migrantes llegadas a Europa en lo que va de año, a lo que señaló que "esas personas no quieren quedarse en Lampedusa ni en Lanzarote, quieren llegar a Europa".

 
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