Usted está aquí: miércoles 23 de agosto de 2006 Sociedad y Justicia Después de 9 meses a la deriva, los pescadores regresan el viernes al país

La cancillería informa que podrán viajar, sin problemas para su salud

Después de 9 meses a la deriva, los pescadores regresan el viernes al país

Se conocen más detalles de lo que hicieron durante el tiempo que estuvieron en el mar

AFP

Majuro, 22 de agosto. Los tres pescadores mexicanos que pasaron nueve meses y nueve días a la deriva en el océano Pacífico, hasta que fueron rescatados el 9 de agosto por un barco atunero taiwanés, llegarán a México el viernes, anunció el martes la cancillería en un comunicado.

"Las autoridades médicas anticipan que los mexicanos rescatados podrán abordar, sin peligro para su salud, los vuelos que, después de las conexiones correspondientes en las ciudades de Honolulu y Los Angeles, concluirán el próximo 25 de agosto con su llegada a México", indicó el boletín.

Relajados, sonrientes y vestidos con ropas nuevas, los tres pescaadores llegaron el martes (lunes en tiempo de México) a Majuro, capital de la República de las Islas Marshall, a bordo del navío taiwanés que los rescató, pisando tierra firme por primera vez en casi 10 meses.

En una entrevista con Afp a bordo del barco que los llevó a Majuro, los pescadores confesaron que pasaron la mayoría del tiempo pescando y rezando.

"Pasábamos la mayor parte del día leyendo la Biblia", indicó Jesús Vidana López. "Pescando y rezando, sobre todo. Dios nos ayudó realmente, porque estuvimos mucho tiempo en el mar", agregó.

Salvador Ordóñez Vázquez, Jesús Eduardo Vidaña López y Lucio Rendón Becerra, junto a dos hombres que los contrataron, salieron de Nayarit a pescar tiburones el 28 de octubre de 2005, en una barca de tres metros de ancho por nueve de eslora, que se quedó a la deriva poco después, tras agotarse la gasolina.

En esas condiciones, los tres siguieron tripulando la embarcación que, a merced de los fuertes vientos del Pacífico y de una corriente marina que desemboca en las costas de Australia, los llevó a 8 mil kilómetros de las costas mexicanas.

El único equipamiento que llevaban a bordo era material para pescar tiburones, indicó Ordóñez. Pero los anzuelos eran demasiado grandes para pescar peces pequeños, así que utilizaron simplemente hilo.

El momento más difícil de este sorprendente periplo fue durante diciembre y enero, cuando las condiciones meteorológicas empeoraron y no tenían qué comer.

"Teníamos miedo de naufragar", confesó López. "Lo máximo que estuvimos sin comida fue 13 días, cuando sólo teníamos un pájaro para comer", agregó. Los pescadores recogían el agua de lluvia para beber.

Quienes los habían contratado para cazar tiburones, a quienes identificaron como el señor Juan y El Farsero, no sobrevivieron a la travesía porque no fueron capaces de ingerir alimentos crudos, según el relato de los náufragos.

"El señor Juan nunca quiso probar alimentos crudos. Los vomitaba. Transcurrió un tiempo y empezó a vomitar sangre, pues ahí es cuando yo les llevaba pedazos de pescado, un pedazo de pato, de pechuga y le dábamos lo mejorcito para que comiera", relató Salvador Ordoñez.

"Me la regresaba: 'Cómetela tú', me dijo, 'yo no tengo hambre'. Y él vomitaba sangre a cada momento (...) La verdad nunca le pasaron los alimentos crudos."

En México, en tanto, las familias de los pescadores esperan ansiosas su regreso, que será tal vez más emocionante para Jesús Vidaña, quien finalmente podrá conocer a su hija de cuatro meses.

 
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