Usted está aquí: miércoles 23 de agosto de 2006 Política La historia del blanquiazul-Sinaloa se caracteriza por protestas poselectorales

Mítines, plantones que duraron meses y hasta quema de inmuebles, entre sus acciones

La historia del blanquiazul-Sinaloa se caracteriza por protestas poselectorales

En 1993 se apoderó del recinto legislativo, porque el PRI no lo dejó presidir comisiones

JAVIER VALDEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Inicio de la gresca entre priístas y panistas, en 1989, que concluyó con la quema del palacio municipal de Culiacán, Sinaloa Foto: La Jornada

Culiacán, Sin., 22 de agosto. La historia del Partido Acción Nacional (PAN) en Sinaloa ha estado marcada por movilizaciones poselectorales y acciones de resistencia civil contra fraudes comiciales en la entidad, tanto en procesos para renovar la gubernatura como algunas de las 18 presidencias municipales.

Fue precisamente un conflicto municipal el que marcó la historia de las acciones de resistencia y desobediencia civil, que se desbordó y tuvo consecuencias fatales: el violento enfrentamiento ocurrido en Culiacán entre priístas y panistas y la quema del palacio municipal.

Ocurrió tras los comicios de noviembre de 1989. Estaba en juego la alcaldía de la capital sinaloense y los candidatos por los dos principales partidos políticos, Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional, eran Lauro Díaz Castro y Jorge del Rincón.

Los comicios, según la Comisión Municipal Electoral -entonces máximo órgano en la materia-, fueron ganados por el abanderado priísta y sus correligionarios permanecían en palacio de gobierno, sede de la alcaldía, mientras los panistas realizaban mítines y plantones en el exterior del inmueble.

La escena se repitió durante alrededor de una semana y alcanzó niveles de violencia cuando los inconformes, liderados por Rafael Morgan Ríos, entonces presidente estatal del PAN y actual coordinador estatal de la campaña presidencial de Felipe Calderón, decidieron ingresar por la fuerza al edificio, lo que fue impedido por las huestes priítas, iniciándose así la gresca que terminó con la quema del palacio municipal.

Algunos de los militantes priístas salieron del edificio, luego de subir a la azotea y bajar por los postes de alumbrado público y telefonía. Otros fueron sacados por elementos del Cuerpo de Bomberos en estado de shock e intoxicados. El saldo fue de una persona muerta, pérdidas millonarias y la detención de varios panistas por parte de las policías Municipal y Judicial del estado.

El gobernador de Sinaloa, entonces Francisco Labastida Ochoa -ex candidato presidencial del Revolucionario Institucional en 2000 y hoy senador electo por este partido- ordenó mano dura contra los panistas y algunos de ellos, entre los que se encontraban la activista Micaela Guerrero, fueron recluidos en la cárcel estatal durante varios años.

Los panistas ya tenían antecedentes de movilizaciones de protesta por las irregularidades electorales. En 1986, cuando Manuel Clouthier fue candidato del blanquiazul a gobernador y perdió frente a Labastida Ochoa, también se organizaron acciones de ese tipo: Clouthier se declaró gobernador cívico y atacó a huevazos la Casa de Gobierno -donde viven los mandatarios estatales-, ubicada en la colonia Guadalupe, en Culiacán.

En 1992, los panistas, quienes se habían mantenido en plantón permanente durante dos meses frente a palacio municipal de Culiacán alegando fraude electoral, fueron sacados durante la madrugada: los policías preventivos, con trajes antimotines, desalojaron uno a uno a los inconformes, algunos de ellos en vilo.

Entre los desalojados estaba la candidata a la alcaldía Mercedes Murillo, actual promotora del abanderado presidencial Andrés Manuel López Obrador, de la coalición Por el Bien de Todos; la presidencia municipal finalmente fue ocupada por el priísta Humberto Gómez Campaña.

Otro caso similar ocurrió en 1993. Era Renato Vega Alvarado, de filiación priísta, el gobernador. Recién había tomado protesta la 57 Legislatura, la bancada priísta puso en marcha la aplanadora y se quedó con la mayoría de las comisiones. Además, no dejó pasar propuestas de la oposición, conformada por PAN y PRD, en el órgano parlamentario.

Rafael Oceguera Ramos -actual secretario de Gobierno en la administración estatal que encabeza Jesús Aguilar Padilla, también del PRI- entonces coordinador de los diputados del tricolor, protagonizó el enfrentamiento con diputados panistas y perredistas, quienes tomaron por ocho días el recinto legislativo, hasta que las partes negociaron.

Aunque hubo otras manifestaciones de protesta por motivos electorales, la quema del palacio municipal de Culiacán, en 1989, fue una de las más violentas en la historia de las movilizaciones panistas de la entidad.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.