Usted está aquí: sábado 29 de julio de 2006 Política Digan que yo triunfé, pide Calderón al Washington Post

Habló "personalmente" a importante editor del diario

Digan que yo triunfé, pide Calderón al Washington Post

Representantes de López Obrador y del panista defienden sus posturas ante medios y organizaciones de Estados Unidos

DAVID BROOKS CORRESPONSAL

Nueva York, 28 de julio. El campo de batalla sobre la elección en México ha cruzado la frontera para llegar a los medios y foros estadunidenses, donde hasta uno de los candidatos en la disputa habló a un rotativo para recordar que él triunfó en los comicios presidenciales.

Las páginas de opinión de The Washington Post y Los Angeles Times, entre otros, han publicado artículos de simpatizantes y críticos de Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón durante los últimos días, a pesar de que la guerra en Medio Oriente casi ha abrumado todo el espacio de las noticias internacionales en este país, con lo cual la disputa electoral de México ha pasado a segundo renglón.

Representantes de ambos candidatos -algunos oficiales, otros supuestamente expresando sus opinión de manera "independiente- han publicado artículos en los medios estadunidenses y se han reunido con diversos sectores, llevando así la disputa a este lado de la frontera y traduciendo al inglés los argumentos de cada lado.

Felipe Calderón llamó a un alto editor de The Washington Post para afirmar: "yo gané la elección. Es muy importante que la gente sepa esto", reveló el diario en una nota sobre la disputa comicial mexicana. "El dilema real no es si la elección fue libre e imparcial, sino si México resolverá estos asuntos por medio de movilizaciones en las calles o siguiendo nuestras leyes e instituciones", afirmó Calderón en su llamada telefónica.

El Post señaló que el panista ha repetido este tipo de contacto para "cortejar" a influyentes publicaciones estadunidenses, y que sus asesores han viajado a este país para presentar sus argumentos personalmente en juntas editoriales y mercados financieros.

Mientras tanto, Manuel Camacho Solís, representante de la campaña de López Obrador, hizo una presentación en Washington ante Diálogo Interamericano y sostuvo reuniones privadas -según se informó- con legisladores y funcionarios de este país para presentar sus argumentos en esta disputa. En la sesión con Diálogo Interamericano, Camacho resumió los razonamientos del equipo del ex jefe de Gobierno del DF, subrayando que el recuento de votos es fundamental y que sin éste no habría estabilidad en México

Enrique Krauze publicó ayer un artículo en el Post titulado "Secuestrando la democracia mexicana", donde critica a López Obrador por emplear "métodos ad terrorem al insistir en que ganó la elección, insultar al Presidente, amenazar personalmente a Calderón y a su familia, llamar criminales a los funcionarios del Instituto Federal Electoral" y más.

Lo más preocupante -sostiene Krauze- es el llamado a manifestaciones por todo el país, creando un clima donde podría irrumpir la violencia. Una vez más Krauze repite su argumento de que López Obrador se cree un "mesías mexicano", alguien que se ha comparado con Jesucristo y que busca "secuestrar la democracia mexicana" y "encender" el país si no lo logra. Todo esto, concluye, es algo donde "se ha sembrado la semilla de dictadura".

En la misma edición del Post, Jorge de los Santos, identificado como asesor de relaciones México-Estados Unidos para López Obrador, argumenta en un artículo en favor de un recuento de los votos. Comparando la disputa en México con la crisis electoral estadunidense de 2000, De los Santos dice que se necesita hacer lo mismo -tener paciencia para que los tribunales resuelvan resultados controvertidos.

Resumiendo las quejas sobre los comicios -los métodos de guerra sucia, la participación de empresarios, ejemplos de irregularidades y la falta de igualdad en la elección-, señala que "las buenas noticias para México son que, como en Estados Unidos, hay tribunales para llevar a una conclusión esta elección". Indica que "un proceso democrático todavía es un desafío en México. López Obrador está encabezando una resistencia civil pacífica para apaciguar las frustraciones de millones de personas insatisfechas con la jornada comicial. Estas frustraciones también pueden ser aliviadas por el tribunal, mediante un nuevo recuento".

A su vez, Arturo Sarukhán, coordinador de asuntos internacionales de la campaña de Calderón, en un artículo publicado en el Los Angeles Times, titulado "El niño malcriado", elogió hoy el triunfo del abanderado panista y sostiene que refrendó el compromiso de México con la economía de mercado, la generación de empleos y el rechazo al argumento de que el "populismo" latinoamericano alcanzaría a México, como también de los llamados de López Obrador a una "lucha de clases y un retorno a la economía de Estado". Para Sarukhán, "el único problema es que el perdedor ha rehusado aceptar su derrota".

Argumenta que al intensificar sus denuncias de irregularidades en los comicios, López Obrador llamó a que sus simpatizantes llenaran las calles y demandó nulificar la elección, "aparentemente sobre la premisa de que cualquier resultado, menos el de su victoria, tiene que ser inválido". Acusa que "esta demagogia amenaza los sustentos de la democracia de México", señalando que el candidato opositor ha dicho que "nunca aceptará los resultados porque ahora no acepta la legitimidad de las instituciones. Como un niño malcriado, desea el derecho de jugar, pero no la obligación de aceptar el marcador final. Intentará mantener como rehén a México con manifestaciones en las calles y su creciente retórica radical hasta que consiga salirse con la suya. Calderón continuará jugando con las reglas (...) El contraste es ensordecedor". Concluye advirtiendo que si no se respeta la vía institucional, sería un paso "en el camino hacia la anarquía -una receta desastrosa para México y su vecino norteño....".

Por un lado, Krauze, Sarukhán y hasta un ex canciller mexicano intentan enviar el mensaje de que Estados Unidos no sólo debería agradecer la supuesta derrota de una potencial amenaza llamada López Obrador, sino apoyar el triunfo de Calderón. Por otro, representantes del candidato perredista buscan convencer a la opinión pública y a la elite estadunidense de que un resultado legítimo, comprobado con un recuento "voto por voto", es la única manera para garantizar la consolidación de la "democracia" en México.

Aunque es cuestionable si Estados Unidos pueda o deba ser juez en asuntos electorales, dado que los últimos dos comicios presidenciales aquí han acabado en disputas sobre irregularidades, posibles fraudes y la anulación del principio de que cada voto cuenta, la elección mexicana ya se disputa aquí también.

 
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