Usted está aquí: sábado 22 de julio de 2006 Economía Ultimo intento para rescatar las negociaciones comerciales

Pocas posibilidades de éxito, reconocen diplomáticos

Ultimo intento para rescatar las negociaciones comerciales

REUTERS

Ginebra, 21 de julio. Las potencias comerciales se encontrarán el fin de semana en una reunión que podría ser el intento final para rescatar las complicadas negociaciones de libre comercio, pero hay pocas señales de que las diferencias se puedan solucionar, de acuerdo con diplomáticos.

El responsable máximo de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascual Lamy, quien ha advertido que la actual ronda comercial está hundida en una crisis profunda, dirigirá las conversiones a nivel ministerial del llamado G-6.

Este grupo, formado por Estados Unidos, la Unión Europea, Australia, Brasil, India y Japón, ha tomado la iniciativa en la búsqueda de un acuerdo.

En semanas recientes, el G-6 ya había hecho otro "último intento", después de eso, algunos diplomáticos dijeron que las sesiones fijadas para el domingo y el lunes ahora realmente son la última esperanza para la ronda de Doha de la OMC, que apunta a elevar el crecimiento económico y reducir la pobreza.

Otro fracaso no sólo significaría que la OMC probablemente se ha quedado sin tiempo para conseguir un nuevo tratado de libre comercio a fin de año.

También podría dejar al desnudo el hecho de que el G-6, cuyo acuerdo es visto como vital para extender un pacto a todos los otros integrantes de la OMC, es incapaz de ponerse de acuerdo en los temas centrales de la agricultura y los productos industriales, dijeron diplomáticos.

"Hasta ahora hemos tenido una crisis porque se acaba el tiempo. Si ellos fracasan de nuevo, será una crisis doble porque estará claro que simplemente no hay puntos en común", dijo un diplomático comercial.

Sin la llamada autoridad de la "vía rápida", que el Congreso estadunidense difícilmente renueve, Washington en la práctica no podría negociar pactos comerciales internacionales.

El nudo triple de la negociación que tendría que desatar el G-6 el fin de semana es el mismo que el que las potencias comerciales enfrentaron la última vez que se reunieron, a finales de junio.

 
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