Usted está aquí: miércoles 19 de julio de 2006 Política Arropa Víctor Flores a Calderón Hinojosa

"Estamos con usted, futuro presidente": líder del CT

Arropa Víctor Flores a Calderón Hinojosa

Asume el priísta discurso blanquiazul contra la "violencia"

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Ampliar la imagen Elías Morales, dirigente minero reconocido por la Secretaría del Trabajo; Víctor Flores, presidente del Congreso del Trabajo; Felipe Calderón, candidato presidencial del Partido Acción Nacional, y Josefina Vázquez Mota, coordinadora de enlace político del michoacano, durante la reunión con líderes sindicales en el Club de Periodistas Foto: Yazmín Ortega Cortés

Cobijado por una parte del Congreso del Trabajo (CT), Felipe Calderón Hinojosa descalificó a los "violentos", y advirtió que las elecciones se resuelven con la ley en la mano, no en las calles, no por la vía de las armas, no con la provocación ni con incitación a la violencia.

Como en los tiempos en que los presidentes electos del PRI acudían a las centrales obreras oficialistas para ser ungidos por sus líderes, Calderón tuvo ayer sus respectivas ceremonias de besamanos.

El dirigente del CT y del sindicato ferrocarrilero, el priísta Víctor Flores, le expresó: "estamos con usted, licenciado, nuestro futuro presidente", e hizo suyo el discurso panista al condenar "la incitación a la violencia, la provocación, la anarquía".

Calderón correspondió a los halagos con un reiterado "don Víctor" y las promesas de ser amigo de un Congreso del Trabajo "fuerte" y de que respetará la autonomía y la libertad sindical.

En su segundo día de actividades públicas, el candidato panista se reunió con la naciente Alianza Sindical Mexicana, producto de una escisión de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), y después con el dirigente del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República (SUTERM), Víctor Fuentes, heredero del fallecido Leonardo La Güera Rodríguez Alcaine.

Flores, acompañado de Elías Morales, el sustituto del defenestrado líder minero Napoleón Gómez Urrutia, casi se arrodilló ante Calderón. Organizó la reunión, pero no logró que asistieran los dirigentes de las principales organizaciones, como el de la Confederación de Trabajadores de México, Joaquín Gamboa Pascoe; el de los petroleros, Carlos Romero Deschamps (quien a la misma hora se encontraba en un restaurante del mismo hotel del acto con el senador Enrique Jackson), ni el de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, Joel Ayala.

El ferrocarrilero quiso minimizar el hecho al decir que "nomás faltaron cuatro", aunque después reconoció que los líderes sindicales no habían asistido porque preferían esperar el resolutivo de los tribunales electorales acerca de la elección del 2 de julio.

A estas reuniones con sus nuevas bases corporativas, Calderón acudió acompañado de Josefina Vázquez Mota, responsable de enlace político. Y sin mencionar por su nombre a Andrés Manuel López Obrador se dedicó a criticar a los "violentos" y advirtió: "Yo no me quiebro ni me doblo".

En el 134 aniversario luctuoso de Benito Juárez, señaló que la mejor forma de honrar su memoria es respetar el voto y la legalidad, y resolver las diferencias por la vía de los votos y no por las armas, por la vía
de la paz y no de la violencia, por la vía de las urnas y no de la provocación.

En su apretada agenda, Calderón incluyó por la noche una conversación con los gobernadores panistas Marcelo de los Santos, de San Luis Potosí; Luis Armando Reynoso, de Aguascalientes; Patricio Patrón Laviada, de Yucatán, y Francisco Ramírez Acuña, de Jalisco.

Corporativismo azul y tricolor

En la mañana, Calderón fue recibido por los dirigentes de la Alianza Sindical Mexicana, que tomaron posesión apenas el 26 de abril en una ceremonia encabezada por el presidente Vicente Fox, después de que la Secretaría del Trabajo les dio la toma de nota fast track.

El dirigente Ricardo Espinoza López, también líder de la Confederación Auténtica de los Trabajadores de la República Mexicana, hizo recordar los excesos de otros líderes sindicales cuando le ofreció el respaldo de 2 millones de trabajadores.

A la llegada del panista unos 500 trabajadores se desgañitaban con porras y mostraban cartulinas con frases como: "No al caos, sí a la vida institucional" y "Repudio a toda forma de anarquía".

Calderón se emocionó y envió besos hacia el sillerío donde estaba el sector femenil, pero en segundos se le borró la sonrisa cuando el secretario general del Sindicato de la Industria Refresquera, Juan Manuel Sandoval -candidato externo a una diputación por el PAN-, le advirtió que mejor lo iba a tutear, porque el tribunal todavía no lo nombraba presidente de México.

Emocionado, Sandoval confesó su fidelidad al gobierno de Vicente Fox, al que describió como el "periodo con más brotes de legalidad" y verdadero cambio. Y otra vez causó la incomodidad de su invitado panista cuando le dijo: "Puedes doblegarte, pero no quebrarte". El hombre de chamarra crema concluyó su mensaje diciendo: "No estás solo, Felipe; te ofrecemos nuestro esfuerzo desinteresado".

Frente al candidato estaban los integrantes de la alianza que congrega a ex croquistas que recién formaron la Confederación Mexicana Sindical y la Confederación Auténtica de Trabajadores, así como a sindicatos de empresas del Grupo Monterrey, como la Confederación de Trabajadores de Sindicatos Independientes y la Confederación Nacional de Agrupaciones Sindicales Mexicanas.

Los líderes del sindicalismo de tinte blanquiazul se regodeaban de su asistencia al Club de Periodistas, sede del acto. "No me lo iba a perder. Esto se da cada seis años y quién sabe si no viva para la otra", decía Fortino Vargas.

En esta casa siempre será bienvenido

Poco antes de las dos de la tarde, Calderón salió a un pequeño salón del SUTERM escoltado por 15 dirigentes sindicales vestidos con lujosos trajes y corbatas Scappino y Hermes, con los que antes había platicado en privado.

En la sede del que fuera bastión del extinto Rodríguez Alcaine, Victor Fuentes se complació en recibir al panista aun cuando fueran priístas y cetemistas, porque se declaró creyente de la ley. "En esta casa siempre será siempre bien recibido."

A la hora de agradecer esas palabras, Calderón tuvo un desliz y confundió al heredero de La Güera Rodríguez Alcaine con Víctor Flores, el líder ferrocarrilero.

Recordó su época de secretario de Energía, elogió al fallecido Rodríguez Alcaine por haber tenido con él un diálogo respetuoso y describió al SUTERM como un sindicato moderno, de clase mundial.

Sólo asistieron sindicatos pequeños

Flores convocó el encuentro con Calderón a seis semanas de que deje la presidencia del CT y cuando esta organización enfrenta una división sin precedente por la salida de la CROC, el sindicato minero, la CROM y la COR, y la ausencia de facto de importantes gremios, como el magisterial y el Sindicato Mexicano de Electricistas.

Al salón del hotel Intercontinental sólo asistieron los gremios más pequeños del CT, como el menguado sector bancario, tianguistas y delegaciones del congreso en los estados.

A la salida del acto, se preguntó a Flores si ésta no era otra expresión del corporativismo, ahora de color azul. "No, nada de eso. No pertenecemos a su sigla de ellos (PAN), pero somos institucionales."

-¿Avalan los comicios?

-Claro que sí. El respeto ante todo.

-¿Es amigo de Calderón?

-Lo conozco. Desde hace dos temporadas fui diputado federal. Por ahí nos vimos.

-¿Son amigos?

-No somos amigos, somos conocidos; es una buena persona.

-¿Apoyan a un presidente de derecha?

-Tenemos que hacerlo y tenemos que decirle por dónde es la línea -expresó antes de escoltar al panista hasta la puerta del hotel y reiterarle su respaldo: "Estamos con usted, licenciado".

 
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