Usted está aquí: domingo 9 de julio de 2006 Mundo Suspender operaciones militares, pide la ANP a Israel y milicianos palestinos

Fracasa gestión de Mahmoud Abbas para lograr la liberación del soldado raptado

Suspender operaciones militares, pide la ANP a Israel y milicianos palestinos

El llamado del premier Ismail Haniyeh fue rechazado de inmediato por el gobierno de Ehud Olmert

"Derrota", la retirada de tropas invasoras de Beit Lahiya, afirman dirigentes del movimiento Hamas

REUTERS, AFP Y DPA

Ampliar la imagen Un palestino carga el cuerpo de su hija de seis años muerta en un ataque aéreo israelí a la ciudad de Gaza Foto: Reuters

Ciudad de Gaza, 8 de julio. El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ismail Haniyeh, instó hoy a Israel y a milicianos palestinos a "suspender operaciones militares", lo que fue rechazado de inmediato por Tel Aviv, en momentos en que el presidente Mahmoud Abbas se retiraba de la franja de Gaza tras fracasar sus gestiones para lograr la liberación de un soldado israelí secuestrado por la resistencia el 25 de junio.

En el undécimo día de reocupación de la franja de Gaza, 13 palestinos murieron a consecuencia de los ataques israelíes en distintos puntos del territorio, incluida una niña de seis años, mientras continuaron en el mundo los pronunciamientos contra las acciones bélicas de Tel Aviv.

A raíz del cerco tendido por Israel a las localidades palestinas y tras la destrucción de infraestructura y una central eléctrica, las restricciones comienzan a causar estragos en la población y en la entrega de ayuda humanitaria, según diagnóstico de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En declaración escrita, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, pidió a Israel que "el paso de comestibles y otros suministros esenciales por Karni sea asegurado" y demandó a Tel Aviv que levante de inmediato "las restricciones a los movimientos y accesos de las agencias".

Después de tres días de ocupación en Beit Lahiya, las tropas israelíes que estaban en esa región cercana a la frontera norte de la franja se retiraron hacia la localidad industrial de Erez -en el límite norte-, al paso fronterizo de Karni y a la población de Beit Hanun, en el noreste de la franja.

Los vehículos blindados también abandonaron sus posiciones en Nissanit, Dugit y Elei Sinai, que hasta septiembre pasado estuvieron ocupadas por cientos de colonos judíos israelíes.

Tras 11 días de haber ingresado en la zona sur de la franja de Gaza, el ejército israelí mantiene la ocupación de los alrededores de Rafah y el aeropuerto regional.

Pero mientras los tanques y la infantería que estaban en Beit Lahiya preparaban su reubicación, en la región oriental de la franja comenzaba otra operación ofensiva hacia ciudad de Gaza.

Cientos de soldados con apoyo de fuerzas blindadas y helicópteros de asalto penetraron durante la noche del viernes al sábado por el sector oriental de la ciudad de Gaza, en Chejaya y Zeitun, que se consideran bastiones de Hamas.

Las fuerzas israelíes entraron en la franja de Gaza desde Karni y Nahal Oz (también en el límite nororiental del territorio palestino). La incursión de tanques y tropas en la zona oriente de la ciudad de Gaza estuvo acompaña de ataques aéreos.

Un proyectil israelí cayó sobre una vivienda y mató a tres miembros de una misma familia, incluida una niña de seis años.

Milicianos opusieron resistencia a la incursión israelí y desataron intenso combate en Chejaya, pero el ejército logró cerrar los acceso a la ciudad e impedir la circulación libre de palestinos.

Otro pelotón de blindados se adentró 20 kilómetros en la franja a la altura del pueblo Jahar el Dik, y uno más llegó hasta la desmantelada colonia israelí de Netzarim, también al este de Gaza.

Según fuentes militares de Israel, el objetivo de la incursión en la región al este de la ciudad de Gaza tiene el objetivo de destruir tuneles cavados por milicianos palestinos para ocultar armas y otros pertrechos de guerra.

Israel ha dicho desde el principio de la operación que sus dos principales objetivos son el rescate del soldado Golad Shalit y la neutralización de los ataques con cohetes artesanales Qassam, que tienen alcance de 12 kilómetros y causan pocos daños materiales.

El saldo de muertos en tres días de enfrentamientos en Beit Lahiya fue de 35 palestinos y un soldado israelí, según Afp. El total de muertos en distintos puntos de la franja entre el viernes y el sábado fue de 13, incluidos los cuatro que dejó el comienzo de la ocupación de la zona oriental de de ciudad de Gaza.

De acuerdo con Reuters, la ofensiva contra Gaza ha causado la muerte de "cerca de 50" palestinos, siete de ellos este sábado.

Para las Brigadas Ezzedin Al Qassam, agrupación que también forma parte de la militancia de Hamas, el repliegue de las tropas israelíes de Beit Lahiya constituye una derrota para Tel Aviv.

"La operación fracasó porque dos dos objetivos no se cumplieron. El soldado secuestrado sigue desaparecido, pero aumentó el número de cohetes lanzados hacia Israel", declaró el portavoz de las brigadas, Abu Obeida.

También el vocero de Hamas, Mushir Masri, dijo que Israel "se retiró derrotado" después de haber encontrado una "resistencia noble y obstinada que en ningún caso esperaba. No hay duda de que sacrificamos muchos mártires, pero el enemigo sionista aprendió una severa lección".

Recuento de daños

Una vez que se fueron los soldados israelíes de Beit Lahiya, la población que se vio obligada a salir de sus hogares durante la ocupación volvió a la localidad -o salió de sus escondites o de los sitios donde fue obligada a permanecer encerrada- para poder iniciar el recuento de los daños.

"Nos metieron a todos en el cuarto (oscuro) que funciona como despensa. Ni siquiera pudimos ir al baño en dos días, mientras los soldados andaban a sus anchas por nuestra casa, destrozándolo todo. ¿Quiénes son los verdaderos terroristas?", se preguntaba el padre de una familia, Mohammad Hader Rajib, mientras sostenía en sus manos un Corán destrozado.

"No teníamos electricidad y debíamos que permanecer acostados, uno al lado de otro", relató Rajib, mientras miraba impotente su auto convertido en chatarra.

Haniyeh recorrió el sábado por la tarde el área devastada, donde un habitante del barrio Salatin informó que los soldados israelíes arrasaron las plantaciones agrícolas de la periferia. El primer ministro dijo que la ANP colaborará con la reconstrucción.

Poco antes de visitar Beit Lahiya, mientras seguía la incertidumbre sobre el paradero del soldado Shalit, Haniyeh difundió un comunicado en que afirmó que "para salir de esta crisis es necesario que todo el mundo recupere la calma, tomando como base la suspensión de operaciones militares por ambas partes".

Indicó además que su gobierno está dispuesto a solucionar el conflicto "por la vía diplomática y de forma pacífica".

Un portavoz del primer ministro israelí Ehud Olmert rechazó la propuesta de Haniyeh y reiteró que Tel Aviv espera primero la liberación de Shalit.

En Irán, mientras tanto, el presidente Mahmud Ahmadinejad reiteró su reclamo de la salida de las tropas israelíes de la franja de Gaza y -en el contexto de una conferencia regional sobre la situación en Irak- dijo que "el problema de fondo en el mundo islámico es la existencia del régimen sionista", por lo que "debe haber una movilización para desaparecer ese problema".

 
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