Usted está aquí: viernes 26 de mayo de 2006 Política La campaña del miedo alienta una rebelión social

Entrevista a FEDERICO BERRUETO, DIRECTOR DE GABINETE DE COMUNICACION ESTRATEGICA

La campaña del miedo alienta una rebelión social

"El presidente Fox es la más pesada carga de Felipe Calderon"

Las encuestas, dice el titular de esta empresa consultora, son inexactas y muchas veces nacen siendo obsoletas. En México, afirma, en ocasiones se vuelven elementos de comercialización que algunos medios informativos utilizan para aumentar su impacto

ROBERTO GARDUÑO

Ampliar la imagen Federico Berrueto advierte que se promueve una polarización social artificial Foto: María Meléndrez Parada

Andrés Manuel López Obrador no es El Coco. La campaña del miedo, estructurada por el gobierno de Vicente Fox Quesada con el propósito de desacreditarlo, provocará una rebelión social traducida en una elevada participación electoral que, eventualmente, dará el triunfo al candidato de la coalición Por el Bien de Todos, vaticina Federico Berrueto Pruneda.

El director general de la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica advierte a los sectores conservadores que es irresponsable mantener la propaganda negativa contra López Obrador, porque ésta le redituará mayor respaldo popular al candidato, y a la par acusa al Presidente de la República de convertirse en la más pesada carga para Felipe Calderón.

En su despacho, el estratega electoral asume la autocrítica, porque "las encuestas son inexactas y la mayor de las veces nacen obsoletas. Entiendo también que los medios de comunicación las utilizan. Muchas veces se vuelven elementos de su misma estrategia de comercialización y al final de cuentas la gente cree ver en las encuestas lo que las encuestas no pueden dar".

-El panorama relativo al proceso electoral se ha tornado difuso -se le comenta.

-Hemos tenido una embestida brutal de la Presidencia de la República, la cual se ha involucrado en una contienda que no le atañe. Además Andrés Manuel López Obrador es un candidato con una enorme fuerza, aunque tiene una estructura partidista sumamente frágil. El PRD es un partido que tiene una fuerza regional muy bien localizada, pero en vastas partes del territorio prácticamente no existe. Esto plantea un escenario inédito, porque la contienda se realiza más allá de los partidos políticos.

En los meses recientes las encuestas se han convertido en un factor que los partidos políticos han utilizado a su conveniencia. En ese terreno el gobierno de Vicente Fox también se ha involucrado. Federico Berrueto plantea su concepto en torno a la importancia de los mecanismos de medición de tendencias políticas y comerciales.

"Destacaría que las encuestas son instrumentos sumamente falibles e inexactos. Son ejercicios de aproximación. Además, en la mayor de los casos nacen obsoletas. Por ejemplo: la más reciente encuesta del diario Reforma, en la cual se da una muy modesta ventaja a Felipe Calderón, se levanta seis días antes de la publicación. Si vemos qué sucede entre el levantamiento y la publicación, hay una serie de acontecimientos importantes que pueden modificar la percepción.

"Las encuestas no pueden dar una medición exacta de las preferencias. En medio de una campaña negativa, que sí impacta en la población, no solamente una parte va a cambiar de preferencia, sino que un sector muy importante va a ocultar su preferencia. He externado que sería mucho más honesto y saludable para el gremio reconocer desde un principio las limitaciones propias de la encuesta, no solamente como ejercicio de aproximación, sino que además, en particular, no nos van a poder dar una medición aceptable de acuerdo con el estándar internacional."

-De ahí se deriva el descrédito que ha mermado la credibilidad de las encuestas.

-Bueno, la mayoría de la gente cree en las encuestas, pero de la mayoría -estoy hablando de 60 o 65 por ciento-, 35 por ciento de la gente estima que están manipuladas; es un porcentaje altísimo. Yo creo que la confianza se gana, y a lo mejor la desconfianza que hay en torno a las encuestas se deriva de los encuestadores. Inclusive los medios de comunicación están ofreciendo algo que no pueden dar: certidumbre del estado cierto y exacto de las preferencias.

-A todas luces, en la mayoría de las encuestas se descubre la intención de cumplir los deseos de los clientes.

-No quisiera yo transitar en ese terreno, simplemente porque no tengo pruebas. Pero sí puedo hacer señalamientos, porque las encuestas se han vuelto instrumentos de propaganda. Hemos advertido que detrás de las encuestadoras hay intereses vinculados con los candidatos en contienda. El problema no es que esto suceda, sino que se oculte, y eso por sí mismo genera sospechas.

-¿Cuál sería la solución para dar credibilidad a las encuestas?

-Yo creo más en la autorregulación que en la imposición de normas externas de autoridad. No creo yo mucho en que el Instituto Federal Electoral deba decir qué es una buena o qué es una mala encuesta. Prefiero que ese juicio no corra a cargo de las autoridades. Cuando tenemos la mediación de los medios de comunicación, valga la redundancia, esta situación no puede ser muy clara, porque un encuestador va a vivir de eso, o a afectar sus posibilidades de negocio, y va a estar más vinculado por las asociaciones estratégicas con un determinado medio de comunicación que con la calidad de sus productos. La relación con las televisoras le va a dar un privilegio en términos de comercialización más allá de la calidad, de la seriedad de sus productos.

"El problema es el mercado, por sí mismo: mientras tengamos circuitos de privilegio, como es, vamos a decir, el centralismo, y con medios de comunicación privilegiados por el mismo Estado, esto también se va a reflejar en las encuestadoras".

-En los pasados dos meses el gobierno federal y el PAN configuraron una burbuja mediática para inflar a Felipe Calderón. ¿Continuará en esa condición?

-Felipe Calderón tiene bastante aceptación: es un candidato al que se le ve como un buen político, tiene atributos, es bastante competitivo -que no es el caso de Roberto Madrazo- y en muchos casos está por arriba de Andrés Manuel López Obrador. La burbuja es resultado del error de López Obrador de no responder a la campaña del miedo, del intervencionismo presidencial. ¿Cuál es el error de Felipe Calderón? Que se dedique a hacer campaña negativa. La campaña negativa sirve para bajar al adversario, no para bajar votos. ¿Por qué esa obsesión de atacar a Andrés Manuel López Obrador? El Presidente ya no es un activo de Felipe Calderón. Se ha vuelto una carga. Enderezar una campaña no es posible de un día para otro; lleva de tres a cuatro semanas y estamos muy próximos al proceso electoral. Vamos a tener un debate y otros acontecimientos que la verdad complican bastante la campaña a Felipe Calderón.

-Del lado del priísmo se observa a un Madrazo sereno.

-Roberto Madrazo es de los pocos políticos -por cierto, otro es Andrés Manuel López Obrador- que son de lucha: no se arredran frente a la adversidad de los desafíos. Desde luego que son muy distintos. Madrazo sí es un político estructurado, él está preparado para la contienda. La parte negativa para él es el voto indeciso, el voto ciudadano, que no ve en Madrazo una opción atractiva. ¿Por qué esta dificultad? Porque van a sufragar más de 40 millones, según los estimados de participación: el total de priístas tradicionales, voto seguro, duro e inercial, son 9 millones de votos, y para poder ganar la elección el PRI necesitaría 16, y requiere 7 millones extras, que son de electores que no tienen vínculos con el partido. En estos últimos días la publicidad de Madrazo en términos de un hombre duro, que va ha poner orden, le está dando resultados. Si tiene éxito con su campaña publicitaria puede bajar de manera importante las preferencias hacia Felipe Calderón.

-¿Insiste en el voto del miedo?

-Mi pronóstico es que lo que está generando es un vuelco de la gente, y yo diría hasta una rebelión social, que es lo que está provocando la campaña del miedo. También la postura de los sectores empresariales y conservadores me preocupa, porque no es la manera de impedir que un candidato gane; es la manera de polarizar a la sociedad. A esos sectores yo les puedo dar el siguiente tip: bajo esas condiciones han ganado los candidatos de izquierda en los últimos cuatro años. Hagamos una revisión de las últimas elecciones presidenciales en América Latina, y las campañas del miedo llaman más a votar a la gente. Lo que me preocupa es una polarización artificiosa, porque López Obrador es un político bastante moderado. Si uno lo compara con los demás estándares, no es El Coco. Cualquiera de los presidentes de América Latina lo es más, incluso comparado con Luiz Inacio Lula da Silva, López Obrador es mucho más moderado en todos los sentidos.

 
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