Usted está aquí: jueves 18 de mayo de 2006 Economía DINERO

DINERO

Enrique Galván Ochoa

El presidente del empleo

Pobres convertidos a clase media

El código Da Vinci

Supersuegro

UN ANUNCIO de El Puerto de Liver-pool que pasa por la televisión de Estados Unidos da testimonio del éxito del programa económico del foxismo. En sólo seis años don Vicente convirtió a millones de antiguas familias pobres en una pujante clase media. Un trabajador ahora puede comprar una sala o un refrigerador, y Liverpool se encargará de entregarlos en cualquier parte de la República. Sólo hay un requisito: el cliente debe estar empleado en Estados Unidos -con papeles o sin ellos- y ganar, obviamente, dólares. Como muchas empresas, Liverpool ha comenzando a atender la clientela de paisanos que viven de aquel lado de la frontera. Mientras residieron en México fueron pobres irredentos; ahora que ganan más de 2 mil dólares al mes han dado el salto a la clase media. Este es un gran mérito de don Vicente. El prometió que crearía millones de em-pleos bien pagados; nunca dijo que necesariamente lo haría dentro de México.

Envidioso

Cuentan en el Capitolio una anécdota de los tiempos del presidente Clinton. Su esposa, Hillary, al enterarse de la diferencia de sueldos del presidente de Estados Unidos y el de México, le dijo al infiel: "Te perdono lo de la Lingüisky, pero no te perdono que ganes menos que el presidente mexicano". Algo parecido pudiera estar sucediendo ahora. Cabe la sospecha de que el presidente Bush, envidioso del éxito del programa económico de su homólogo sureño, haya inventado la militarización de la frontera sólo para hacerlo quedar mal. La Guardia Nacional puede hacer que en un solo año las remesas de nuestros paisanos caigan a la mitad, o menos, y vuelvan a dejar de ser clientes de Liverpool. A lo largo del sexenio de don Vicente estos fueron los ingresos en dólares que registró el país gracias al éxito de su programa de exportación de pobres:

El código

Si los críticos dicen que es una porquería, chance hay de que sea una buena película. Estos días me encuentro en Madrid y mañana viernes me haré un tiempecito para asistir al estreno de El código Da Vinci. Hará su debut en 750 salas a lo largo y ancho de la península ibérica, y eso ya es un récord.

e-Vox Populi

ASUNTO: PROMOTOR DEL EMPLEO

Hace algunos días, un lector (y, por ello, coautor) de esta columna se refirió al suegro de Felipillo como una persona favorecida por el munícipe de Tlalnepantla, con algo así como con 11 melones. Tú preguntaste el nombre del referido padre político (en la doble acepción de la palabra). Al respecto, me gustaría expresarte que el personaje en cuestión responde al nombre de Diego Heriberto Zavala Pérez, quien es magistrado de la octava sala civil del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.

Es oportuno hacer un comentario de la historia reciente del interfecto: en el año 1994 lo nombraron miembro del Consejo de la Judicatura del Distrito Federal (consejero, pues), sin contar con experiencia en cuestiones jurisdiccionales ni tener una trayectoria amplia como jurista, sino por cuestiones meramente políticas. Resulta lamentable lo anterior, ya que el pomposo Consejo de la Judicatura del Distrito Federal es el órgano encargado de manejar, administrar y ejercer de manera autónoma el presupuesto del Tribunal Superior de Justicia, así como de la vigilancia y disciplina de las salas, juzgados y demás órganos judiciales, de acuerdo con los artículos 1º y 195 de la Ley Orgánica del TSJDF.

Bueno, pues después de haber acabado su gestión como consejero, donde estuvo sin merecerlo, al suegro de Felipillo de premio de consolación lo nombraron magistrado.

En la magistratura lleva un poco más de seis años (apenas en diciembre lo ratificaron). Si, como dije, no cuenta con el perfil para haber sido consejero, tampoco para ser magistrado (que, de acuerdo con los artículos 16 y 196 de la Ley Orgánica del TSJDF, son los mismos requisitos, y sustancialmente consisten en haberse desempeñado como juez o haber prestado servicios con eficiencia y probidad en la impartición o procuración de justicia). Además de haber estado cinco años de consejero, más seis de magistrado (nivel salarial J02) cobrando la friolera de $132,364.61 MN mensuales (más bonos de fin de año, aguinaldo, chofer, etcétera), el suegro del aspirante presidencial panista será merecedor de una pensión bastante generosa (nada que ver con las del ISSSTE o el IMSS), pues en diciembre cumple 75 años y tendrá que retirarse. Entonces tendrá derecho a un haber por retiro de carácter vitalicio, que en los dos primeros años será el equivalente a 70 por ciento de sus percepciones mensuales netas, y el resto de su vida, será equivalente a 50 por ciento. Toda la información que menciono es oficial: (http://www.tsjdf.gob.mx).

Rocío Alejandra González

Distrito Federal

R: ¡Chispas! Entonces esa es la clave de por qué Felipillo se presenta como el candidato del empleo. La señora cobra como diputada, la hermana como senadora, dos hermanos están en la nómina oficial de Guanajuato, el suegro como magistrado. Y eso que no sabemos nada de los primos, los tíos, las comadres y los compadres.

Nota: Los textos originales y los buzones electrónicos de sus autores aparecen en el foro.

Fox, sólo
Faltan 196 días

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