Usted está aquí: miércoles 3 de mayo de 2006 Política Se deslinda la PGR del asesinato de 5 comerciantes

Tras ser liberados por la dependencia fueron ultimados

Se deslinda la PGR del asesinato de 5 comerciantes

Los cuerpos fueron encontrados en Petatlán, Guerrero

SERGIO OCAMPO ARISTA CORRESPONSAL

Acapulco, Gro, 2 de mayo. El titular de la Procuraduría General de Justicia del estado de Guerrero, Eduardo Murueta Urrutia, informó hoy que al menos 10 personas fuertemente armadas asesinaron a cinco presuntos comerciantes originarios de Torreón, Coahuila, cuyos cuerpos fueron encontrados la madrugada del domingo en Coyuquilla Norte, municipio de Petatlán.

El funcionario señaló que Eduardo Rocha López, único sobreviviente al ataque, se comunicó vía telefónica el lunes "desde Torreón, porque logró escapar de los asesinos". Según él, aseveró Murueta, sus compañeros se dedicaban a la venta de bocinas extranjeras y discos piratas, motivo por el que habían sido detenidos y remitidos ante el agente del Ministerio Público de la Federación en Zihuatanejo el viernes 28 de abril, a las 11 de la noche, donde permanecieron hasta las siete de la noche del sábado 29.

Por su parte, la Procuraduría General de la República (PGR) se deslindó del asesinato al afirmar que el homicidio tuvo lugar después de haberlos dejado en libertad, tras ser consignados ante el Ministerio Público Federal por policías municipales.

En un comunicado, explicó que las cinco personas, antes de ser ultimadas, fueron presentadas por agentes de la policía municipal en la única agencia investigadora en Zihuatanejo, donde permanecieron de las 23:50 horas del viernes 28 de abril a las 19 horas del sábado, donde fueron consignados por la comisión del delito equiparable al contrabando.

José Guadalupe Salazar, Miguel Angel Huerta Castrellón, Salvador Medina Olivares, José Luis Valenzuela Barrón y Jorge Salas Rodríguez, de 37, 34, 32, 34 y 41 años, respectivamente, así como el que después fue el único sobreviviente, Eduardo Rocha López, rindieron su declaración ante el Ministerio Público Federal.

Según el comunicado, en el lugar se ratificó el dictamen médico y de integridad física "del perito médico de la Procuraduría General de Justicia de Guerrero, sin que existiera lesión alguna".

También se dio fe ministerial del vehículo Chevrolet tipo vagoneta, modelo 1980, placas EZY-1963, del estado de Coahuila, y de los 44 pares de bocinas que se supone eran evidencia de los delitos que les imputaban.

Según la PGR, el Ministerio Público Federal solicitó la querella correspondiente a la Secretaría de Hacienda de Lázaro Cárdenas, Michoacán, la cual se declaró incompetente al afirmar que correspondía al administrador local con sede en Acapulco conocer del caso.

"Como no se logró la comunicación con el administrador local jurídico para solicitarle la querella", porque eran horas y días inhábiles, los policías federales solicitaron a las autoridades locales los antecedentes penales de los detenidos, "sin que se encontrara ningún registro", y tampoco se detectó reporte alguno sobre el robo de la camioneta mencionada.

La declaración

Al rendir su declaración, los acusados, "asistidos por el defensor público federal", señalaron que se dedicaban al comercio de bocinas y que el día de los hechos fueron detenidos por elementos de la Policía Preventiva Municipal adscritos a San Jeronimito, donde vendían sus aparatos, y que de ahí fueron remitidos a Zihuatanejo.

El Ministerio Público consideró que el perjuicio fiscal por la introducción ilegal de bocinas ascendía a 462 pesos, y al no haber querella oficial se permitió a los acusados que salieran de las instalaciones de la PGR, "donde permanecieron de las 23:20 del 28 de abril a las 19 horas del 29 de abril".

A las seis de la mañana del 30 de abril, las autoridades fueron informadas de que habían sido encontrados cinco cadáveres. El 2 de mayo, a las 14 horas, se presentaron testigos presenciales, quienes aseguraron que un grupo de gente armada subió a los hoy occisos a una camioneta blanca. Otros comentaron que uno de los ultimados les había hablado por teléfono después de su liberación y alcanzó a decir "ahí vienen otra vez", posiblemente refiriéndose a quienes los habían detenido anteriormente, sostuvo la dependencia federal.

Familiares de los asesinados llegaron hoy a Zihuatanejo, procedentes de Torreón, para identificar a las cinco personas que fueron sometidas a torturas antes de ser ejecutadas con ráfagas de rifles AK-47 y AR-15.

 
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