Usted está aquí: miércoles 3 de mayo de 2006 Política Nacionalizar energéticos, reto para más países de AL

Muestra que puede frenarse a trasnacionales, coinciden Encinas, diputados y sindicalistas

Nacionalizar energéticos, reto para más países de AL

ANGEL BOLAÑOS, CAROLINA GOMEZ, ROBERTO GARDUÑO, ROSA ELVIRA VARGAS Y VICTOR BALLINAS

La nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia impone un "reto" a las demás naciones de la región y sirve de ejemplo para que gobiernos como el mexicano entiendan que la propuesta de reforma energética promovida por la administración federal apunta a la privatización de los recursos nacionales y hace evidente que el avance de las transnacionales puede ser frenado cuando hay voluntad política, coincidieron legisladores, sindicalistas y Alejandro Encinas Rodríguez, jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Encinas Rodríguez, al participar en la inauguración del segundo Foro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores de la Energía, organizado por el Sindicato Mexicano de Electricistas y el Sindicato Unico de Trabajadores de la Industria Nuclear, exhortó a sumar fuerzas para defender la propiedad de la nación sobre los recursos energéticos y sostuvo que, como demuestra Bolivia, "es un deber de todos (los mexicanos) defenderla".

El senador del PRI Manuel Bartlett destacó que pese a que el caso de México es distinto porque la Constitución reserva la explotación de los hidrocarburos en forma exclusiva al Estado, "el señor Fox viola todos los días la Constitución y el director de Pemex, un distinguido contratista y empresario, sigue necio en otorgar contratos de servicios múltiples, y eso es ilegal".

En el citado foro, José Vásquez Mogo, líder de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia, precisó que lo hecho en su país confirma que es posible detener el avance de las transnacionales y resaltó que con la publicación del decreto 28701 "los bolivianos dejaremos de ser inquilinos en nuestra propia casa".

En entrevista el sindicalista confió en que lo ocurrido en su país tenga eco en otras naciones de la región, "porque en Latinoamérica se están dando vientos de cambio y habrá repercusiones en los pueblos que buscan recuperar sus recursos".

Vásquez Mogo indicó que la determinación del presidente Evo Morales tiene el "total respaldo" de los trabajadores, en especial los petroleros, y calificó el hecho de "algo histórico, como la mejor noticia para Bolivia y los pueblos hermanos". Aseguró que la "espada de (Simón) Bolivar ha llegado con fuerza a Bolivia".

Aquel país andino es considerado el segundo productor de hidrocarburos y quinto en petróleo de Sudamérica, y se encuentra en tercer lugar en reservas de gas natural en esa zona.

Martín Esparza, secretario general del SME, se pronunció por tener en México a un presidente como el boliviano, es decir, uno "que sí defienda la soberanía de la República". Acotó que en México también se requiere un proyecto nacionalista que "acabe con el saqueo de los recursos; esta visión es la que queremos en México, y lo ocurrido en Bolivia demuestra que es posible".

Por la mañana, el vocero Rubén Aguilar dijo que el gobierno mexicano respeta las decisiones soberanas de los países en el marco de sus leyes y descartó que la medida adoptada por Bolivia modifique las reuniones promovidas por la Secretaría de Energía en semanas recientes para concretar negociaciones sobre la venta de gas natural de ese país sudamericano a México.

"Los mismos bolivianos ahora han planteado su interés de exportar gas hacia México, y no se esperaría un cambio de tales intenciones por la nacionalización de hidrocarburos", opinó.

En la Cámara de Diputados, los perredistas Francisco Carrillo Soberón y Alfonso Ramírez Cuéllar coincidieron en la buena determinación tomada por Morales, pero advirtieron la urgencia de renegociar con los gobiernos de Brasil y España.

Carrillo Soberón, secretario de la Comisión de Energía, adujo que recuperar el dominio de sus reservas de gas en aquel país es para todos una señal importante, porque el control de recursos naturales no debe estar en manos de unas cuantas trasnacionales.

"Vemos con optimismo esta decisión de Evo Morales. En México se tiene un sentido distinto de país, aquí se argumenta que no hay dinero para rescatar la industria energética, y eso es una terrible mentira porque en este último año se han obtenido los mejores ingresos petroleros; pasa que nuestros tecnócratas consideran que la inversión pública no es deseable".

Su compañero de bancada, Ramírez Cuéllar, coincidió en la urgencia de que los gobiernos comiencen a garantizar el control y manejo de sus recursos naturales; "es una postura opuesta a la apertura indiscriminada que se dio en la década de los 80 y los 90. Vamos a ver un fenómeno mundial, donde los gobiernos como el de Bolivia manejen por sí mismos sus propios recursos, y ésta es una tendencia que va a comenzar a consolidarse".

Bartlett destacó que "no hay nacionalización que implique expropiación, porque a nadie se le ha expropiado, lo que plantea el gobierno boliviano es que los contratos que existían entre las empresas transnacionales y ese gobierno cambien sus condiciones porque son contrarias a los intereses de Bolivia".

 
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