Usted está aquí: jueves 30 de marzo de 2006 Política Los medios públicos, en riesgo de desaparecer, advierten especialistas

Señalan que la falta de fondos haría imposible que digitalizaran sus sistemas

Los medios públicos, en riesgo de desaparecer, advierten especialistas

El entramado jurídico de Canal 11 o Radio Educación complica aún más la situación

Tv UNAM tendría que impulsar cambios de normas internas y de leyes a las que está sujeta

ALMA E. MUÑOZ Y LAURA POY SOLANO

Si el Senado aprueba hoy sin modificaciones las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, los medios públicos de difusión corren el riesgo de desaparecer. El principal peligro es que el proyecto no incluye mecanismos que les permitan participar en el proceso de modernización que exigen los nuevos tiempos, especialmente por falta de financiamiento.

Según Aleida Calleja, de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias-México (Amarc), se calcula que para adquirir un transmisor digital, indispensable en el proceso de convergencia tecnológica por el que hoy pugnan algunos senadores, se requieren por lo menos 500 mil dólares. Para las 20 radiodifusoras culturales indigenistas y los siete proyectos experimentales a cargo de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, mencionó, se aprobaron 43.5 millones de presupuesto este año. Estos recursos son para equipamiento, gastos de operación, mantenimiento, capacitación, rehabilitación y materiales diversos.

Lo asombroso de lo que hoy se pretende aprobar es que, continuó Calleja, este país aún no sabe qué tecnología será indispensable incorporar al sistema de telecomunicaciones -lo que aún se discute en el mundo- y ya se promueven cambios legislativos.

Al igual que académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y del Centro Nacional de Comunicaciones Sociales (Cencos), cuestionó que los senadores profundicen de manera importante la discrecionalidad para otorgar concesiones y pretendan dejar fuera a medios de comunicación culturales, educativos, comunitarios y libres.

La problemática a la que se enfrenta, insistió la representante de Amarc, es que algunas emisoras, como Canal 11, no son ni concesión ni permiso. Este fue creado por decreto presidencial y es un instrumento del Instituto Politécnico Nacional, en tanto que otras radios universitarias y comunitarias están registradas como organizaciones civiles, mientras Radio Educación y el Instituto Mexicano de la Radio dependen de la Secretaría de Educación Pública. Es decir, ninguna de ellas tiene "autonomía jurídica ni para generar sus proyectos de intercambio de colaboración o para obtener más recursos".

Hablo, insistió, de al menos 49 sistemas de radio y televisión de los medios públicos, más 12 radiodifusoras comunitarias que no podrán cambiar su señal por una digital, como marca la tendencia mundial. Ello las condenaría a desaparecer en unos siete o diez años si se aprueba el proyecto tal como se envió al pleno del Senado. Entonces, abundó, millones de personas, como indígenas y urbano-marginados, ya no tendrían acceso a frecuencias.

Por su parte, David Peña, del área jurídica de Cencos, puso como ejemplo que la Universidad Nacional Autónoma de México requeriría de contar con un canal de televisión, reformar sus leyes internas y luego buscar cambios a nivel legislativo.

Refirió que además la minuta ratificada en comisiones del Senado el martes pasado contiene otros "muchos vacíos legales" para impedir que los dos consorcios televisivos más importantes del país "puedan tener competencia en el futuro".

Ante ello, informó que buscan canales jurídicos para impedir que se concreten esas acciones, además de buscar una acción de inconstitucionalidad.

Romeo Pardo Pacheco, especialista en medios de comunicación y catedrático de la UAM-Xochimilco, advirtió que "hoy nos enfrentamos al riesgo de que se debilite la transición democrática en el país, y a un modelo mediático que permitirá que más de 80 por ciento del cuadrante permanezca en manos de dos empresas televisoras, garantizando un negocio multimillonario al abrir su campo de expansión a las telecomunicaciones".

Al respecto, Carlos Navarro Benítez, académico de la misma casa de estudios, destacó que la minuta de reforma a la normatividad es "un golpe de Estado mediático" que ubica a México como "el único lugar en el mundo" con un nivel de concentración monopólica de medios electrónicos. "Esto tendrá graves repercusiones en la sociedad debido a la falta de espacios de divulgación que no estén alineados con el gran capital", por lo que, aseguró, el futuro de la radio y la televisión "no sólo es poco promisorio, sino frágil y desalentador".

Por lo pronto, hoy los inconformes con la aprobación de la ley de radio y televisión -entre ellos trabajadores de medios permisionarios y públicos, así como académicos, organizaciones sociales, sindicales y civiles- realizarán otra protesta frente al Senado de la República a las once de la mañana, hora programada para el inicio de la sesión en la cual la nueva ley podría aprobarse.

 
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