Acatará Arizmendi orden de Roma de no nombrar diáconos
El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, afirmó que acatará la disposición del Vaticano de no nombrar nuevos diáconos permanentes en la diócesis, porque resultaría "ilícito", aunque aclaró que no por ello son inválidos.
En un documento dado a conocer durante el 17 Encuentro diocesano de diáconos permanentes, el prelado explica, junto con su obispo auxiliar, Enrique Díaz, que continuará preparando a indígenas para ser catequistas y fortalecer su servicio en las comunidades, dándoles permiso para celebrar bautismos y presidir matrimonios, "si así lo piden las circunstancias", en espera de que en algún momento el Vaticano acepte que la intención de una "iglesia autóctona", como proponen los prelados, no es independizarse ni responder a determinadas ideologías.
Tampoco es ir en contra del celibato, como se les acusa, porque ordenaron diáconos permanentes casados, continuando lo hecho por su antecesor, el hoy obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz García.
Tras conocer el mandato de Roma, por medio del cardenal Francis Arinze, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, de suspender tales ordenaciones, aclararon que la instrucción es temporal, "no definitiva y para siempre".
Por ello, se mostraron dispuestos a cumplir la decisión "con fe serena y esperanza activa, aunque con sufrimiento del corazón. No ordenaremos más diáconos permanentes hasta que se abra nuevamente esta puerta. Podríamos hacerlo, y serían válidas, pero serían ilícitas, y romperíamos la comunión eclesial, aislándonos y haciéndonos una iglesia autónoma, cosa que nadie pretende".
No obstante, expresaron preocupación porque se consideren como ideología sus esfuerzos por llegar a una iglesia autóctona, como plantea el Concilio Vaticano II. "Caeríamos en un aislamiento ideológico si nuestro proyecto de iglesia se confundiera con la autónoma", advirtieron.