Usted está aquí: lunes 20 de febrero de 2006 Cultura El televidente es el patrón, declara Javier Aranda

Elena Poniatowska/ II y última

El televidente es el patrón, declara Javier Aranda

"¿Quién va a hacer programas de ópera si no es la televisión cultural? Esos programas, además, funcionan. En Televisa hay cápsulas que se llaman Guiarte (muy bien producidas), que hablan de cultura, y hay registro en Televisa de que ese minuto dedicado a una obra de teatro hace que acuda el público.

"Cualquier funcionario en cualquier televisora pública tiene muy presente que su patrón último es el televidente, en ese sentido es una televisión de servicio que no debería apostarle a los lugares comunes de la televisión comercial, que le apuesta al rating. La televisión cultural tendría que registrar lo que no registra la televisión comercial.

Cultura light

"En su historia la televisión cultural ha tratado de ganar públicos haciendo una especie de cultura light o buena onda y descuida el contenido en aras de la forma. Busca conductores alivianados que utilicen un lenguaje de chavos, lo cual no me parece mal del todo, siempre y cuando tengan un sustento atrás. El público tampoco se traga esas fórmulas medio comerciales. Si quiere ver programas comerciales los ve y si busca otra televisión acude a Tv UNAM, Canal 22 y Canal 11. La barra infantil del 11 es un éxito de audiencia, como las series de la naturaleza de Canal 22.

"Hace más de un año hablaba con uno de los fundadores de la televisión, Luis de Llano Palmer, y me dijo que no me preocupara por ganar más audiencia 'porque eso te va a alejar de la vocación de la televisión pública, te vas a acercar a patrones comerciales y no vas a ganar nada con ello'. La televisión cultural debe tener claro que no va a construir los grandes públicos, pero sí puede darle un mejor servicio al que ya existe. Además la calidad no está reñida con los contenidos. En los tres años que tengo en Canal 22 la dirección de noticias ha recibido ocho premios.

Un público leal a la cultura

"En los días de futbol hay una especie de público de voto duro que le es fiel al Canal 11 o al 22. No cambia de canal. Seguramente le interesa saber qué partido se jugó y quién ganó, pero sigue viendo televisión cultural.

"De eso tendría que valerse la televisión pública para mantenerse en vez de soñar con los públicos multitudinarios, porque ése es otro tipo de televisión. De la televisión pública, de servicio, tenemos ejemplos muy claros, como la televisión pública alemana Deutsche Welle y la BBC inglesa, que da un servicio informativo y cultural y siempre tiene público para consumirla. La mejor cobertura de la guerra de Irak la dio la BBC. Sin ella no habríamos visto las cosas tal como eran. El gobierno inglés se opuso y a pesar de ello la BBC de Londres siguió su línea de independencia, porque tiene muy claro que su patrón último es el público.

La televisión pública no puede ser gubernamental

"La televisión cultural debe ser independiente y no una prolongación de una oficina de gobierno, mucho menos gubernamental. Cuando Televisa ha hecho programas de servicio han funcionado muy bien. El simple hecho de denunciar problemas en la televisión los soluciona.

La diversidad en los medios públicos

"Uno de los grandes temas pospuestos en el siglo XX, que dio inicio al siglo XXI, es el de la diversidad.

"Como es bien sabido, el siglo XXI no empezó en 2000, sino un año después: el 11 de septiembre. El derrumbe de las Torres Gemelas de Nueva York nos recordó, de manera brutal, que el mundo del pensamiento único y del dios verdadero sólo existe en los regímenes autoritarios, y que el autoritarismo es, lo sabemos bien, una de las grandes pestes que no hemos podido erradicar.

"Cientos de años vivimos pensando que la Tierra era plana y lo fue para miles de personas. Nacieron, crecieron, tuvieron hijos y murieron con esa idea. Hoy todavía pensamos que no existe más deidad que la nuestra ni otra forma de ver al mundo que la que nos enseñaron. El otro, lo otro, lo diferente, lo distinto, sólo es digno, para el pensamiento autoritario, del exterminio o, en el mejor de los casos, del desprecio.

"El desprecio, el exterminio, la discriminación son lo contrario de lo diverso, el contrapeso de la concordia y la tolerancia.

Los homosexuales

"Por eso los homosexuales siguen siendo en muchas sociedades los desviados y los dignos de lapidación, por eso en varios estados de nuestro país se impide la educación pública por motivos religiosos a niños no católicos y la ayuda humanitaria llega con lentitud por cuestiones raciales, como ha ocurrido, lamentablemente, en el caso de Nueva Orleáns. Ya eran pobres, nos recordó la madre del presidente George Bush después del desastre; le faltó agregar lo que todos sabemos: que ser negro, en aquel país, es sinónimo de pobre. Más aún: por eso la discriminación de la mujer; esos seres invisibles que representan 50 por ciento de la población en el planeta, no ocupan puestos públicos o directivos en las estructuras gubernamentales o empresariales de todo el mundo. En países desarrollados, como Estados Unidos, únicamente 11 por ciento de las mujeres ocupan, digamos, puestos con cierta visibilidad.

"Imposible soslayar que la diversidad es uno de los grandes temas del siglo que comienza. Los medios públicos deben ser la ventana para ver esta realidad que nos forma y de la que formamos parte.

Afortunadamente la vocación de los medios públicos ha sido en México, desde su origen, cultural. Y qué mejor crisol que la cultura para acercarnos a la diversidad. Las culturas más fuertes son, de hecho, las que más se han contaminado con los intercambios, las mezclas, las aleaciones. Lo fue la que floreció en Babilonia en su tiempo, en Grecia, en Roma y, más cerca de nosotros en tiempo y geografía, la que se vive en Nueva York (la babelia por excelencia) y en México donde lo que más llama la atención, más que sus pirámides y palacios, es la demasiada gente y el mosaico de su diversidad.

Los medios electrónicos
derrumban fronteras

"Los medios electrónicos han derrumbado fronteras, distancias, tiempos. La diversidad cultural está casi al alcance de cualquier televisor o radio. Y digo casi porque los grandes consorcios de radio y televisión en el mundo padecen aún esa inercia que pretende uniformar nuestras vidas. Es verdad que los medios masivos han cambiado muchas cosas, pero también es cierto que no han apostado decididamente por espacios culturales. Y eso limita, de origen, la diversidad.

"La democracia es, en última y primera instancia, el catalizador de lo diverso, el camino para decir que en lo esencial estamos de acuerdo y que lo accesorio, nuestras diferencias, son sólo eso, accesorias,

La radio

"Me parece que uno de los medios públicos que han dado cuenta de mejor manera de lo diverso es la radio. Una ojeada a la programación de estaciones como Radio Educación puede corroborarlo con facilidad. Esta estación, además de sus noticiarios que informan de manera cotidiana de la diversidad de nuestra cultura, cuenta con muchísimos programas que nos muestran que el mundo siempre es más amplio que lo que a veces imaginamos. Y aunque la directriz de esa estación es importante en la apuesta por lo diverso, técnicamente debemos reconocer que resulta más fácil y más económico documentar nuestro riquísimo tejido social a través de ese medio.

"El caso de la televisión es distinto. Noticiarios como el de Adriana Pérez Cañedo en Canal 11 o programas como Aquí nos tocó vivir y Diálogos en confianza son ejemplos de cómo entrarle a la diversidad en la que estamos inmersos. Pero seguramente con mayores recursos su oferta se enriquecería

Los muchos Méxicos

"Probablemente por su vocación absolutamente cultural la diversidad en el caso de Canal 22 resulte más notoria. Obviando sus programas especializados de ópera, sus series extranjeras o su oferta cinematográfica, puedo decir que sólo sus dos noticiarios y su programa Conexión México bastarían para tener un amplio muestrario de los muchos Méxicos que confluyen en el mismo país. No en vano el más completo archivo audiovisual de lo que ha sido nuestra cultura en la década pasada se encuentra en su videoteca.

"En esos espacios confluyen informativamente la alta cultura y la cultura popular, los sones veracruzanos y la música sinfónica, las instalaciones del Semefo y el estípite de la Catedral, el sazón de la memela y la nouvelle cuisine méxicaine. También en esos programas coinciden de manera constante intelectuales de altos vuelos, como Carlos Monsiváis, Carlos Fuentes, Francisco Toledo, al lado de jóvenes pintores, escultores y escritores en formación.

"La serie Préstame tus ojos, de la periodista Angélica Abelleyra, que aparece en el noticiario Ventana 22, conducido por Laura Barrera, es un muestrario excelente de la diversidad en el arte, y una serie de reportajes sobre discriminación preparada por el reportero José Antonio Hernández mereció recientemente un premio de la CNDH.

"Un decálogo indispensable para cualquier trabajador de los medios públicos podría ser el siguiente:

"1. Servirás al público por sobre todas las cosas.

"2.No tendrás jefes ajenos por encima de él aunque sean posibles anunciantes.

"3. No robarás.

"4. No usarás el nombre del medio en vano para dar charolazo o recibir canonjías.

"5. No matarás buenos contenidos con malas producciones o falsos conductores.

"6. No cometerás adulterio mezclando formatos de la televisión comercial para subir puntos de rating porque debes ser ventana de ciudadanos y no cazador de anunciantes. Nada de programas de cultura buena onda.

"7. No levantarás falso testimonio contra la diversidad sexual, cultural o religiosa.

"8. No codiciarás la producción de tu prójimo, ni su inventiva, ni sus colaboradores, ni su share, ni su rating, y no copiarás sus programas.

"9. Seis días trabajarás y el séptimo tendrás doble jornada.

"10. El público es fuerte y celoso, dador de credibilidad o descrédito. Servirlo es tu principal objetivo.

"Este decálogo, lejos de ser una locura, forma parte de la realidad de medios como la BBC de Londres o la Deutsche Welle. Su autonomía, muchas veces a contrapelo de las políticas de los gobiernos alemán o inglés, les ha merecido un espacio indispensable dentro y fuera de sus países. ¿Te has preguntado cuántos medios públicos y privados de todo el mundo se verían afectados si esas estaciones desaparecieran? ¿Cuántos televidentes y radioescuchas? (Sólo la DW tiene una audiencia semanal en español de 1.5 millones de personas.) ¿Podríamos imaginarnos una cobertura periodística creíble y objetiva de lo que fue la guerra en Irak, sin las producciones de la BBC?

Los noticiarios, columna vertebral de la Tv

Mucho se ha logrado en los medios públicos mexicanos en materia de diversidad. Pero falta muchísimo por construir y creo que la columna vertebral, el eje para consolidar esta apuesta, tendrá que seguir siendo los noticiarios y los programas periodísticos. Ellos son los medios idóneos para tomarle el pulso a la sociedad. Fortalecerlos es fortalecernos a nosotros mismos, a nuestra sociedad diversa de muchas maneras, al proyecto de nación que necesitamos consolidar. La democracia es el mejor catalizador de lo diverso, es la confirmación de que los distintos coinciden en lo esencial y que sus diferencias sólo deben ser accesorias."

 
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