Usted está aquí: miércoles 15 de febrero de 2006 Política ''Yo no leo chismes'': Marín

Las grabaciones, ''intrascendentes'', dice su vocero

''Yo no leo chismes'': Marín

LA JORNADA DE ORIENTE

Ampliar la imagen Mario Marín, ayer Foto: Rafael García Otero

Puebla, Pue., 14 de febrero. "Yo no leo chismes." Así resumió su postura el gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, sobre las conversaciones telefónicas que sostuvo con el empresario Kamel Nacif Borge, difundidas por La Jornada, en las que se comprobaría la conjura de ambos para encarcelar a la periodista Lydia Cacho Ribeiro por ''calumnia y difamación''.

Presuroso, el mandatario estatal salió del paso de los reporteros locales que lo abordaron al finalizar el informe de labores del presidente del Tribunal Superior de Justicia en la entidad, Guillermo Pacheco Pulido. "Yo no leo chismes, yo tengo cosas más importantes que atender", fue la respuesta lacónica. Los representantes de los medios insistieron. "Gracias, gracias, ahí está el vocero", atajó el priísta y salió del Palacio de Justicia para abordar su camioneta Blazer color blanco.

Otro que evadió hablar sobre el tema fue Guillermo Pacheco Pulido. Señaló que la juez Rosa Cecilia Pérez González, responsable del juicio contra Lydia Cacho, es la única que puede dar contestación a las revelaciones hechas por Kamel Nacif de las graves irregularidades cometidas durante el proceso.

Por su parte, el presidente estatal del Partido Acción Nacional en Puebla, Eduardo Rivera Pérez, exigió la renuncia de Mario Marín Torres y de la procuradora general de Justicia en la entidad, Blanca Laura Villeda, a fin de que se investigue su probable comisión en los delitos de tráfico de influencias y otros que hayan cometido.

Planteó, además, la necesidad de iniciar otra investigación por la tentativa de violación en contra de Lydia Cacho, la cual se desprende del contenido de las llamadas telefónicas de Kamel Nacif.

La publicación de las entrevistas telefónicas sostenidas por el empresario de origen libanés con diferentes personajes la última quincena de diciembre, antes y después de la detención de Cacho Ribeiro, también provocó contradicciones entre los integrantes del equipo marinista. El secretario de Gobernación estatal, Javier López Zavala, aseguró categórico que las versiones difundidas son "falsas" y anunció que el gobierno del estado iniciaría una investigación para determinar la procedencia de las cintas.

Sin embargo, el vocero del gobierno del estado, Valentín Meneses Rojas, ofreció una conferencia de prensa pasado el mediodía, en la cual afirmó que las grabaciones difundidas son "intrascendentes" para la gestión marinista y rechazó abrir una investigación al respecto, al señalar: "Para nosotros es un caso cerrado".

Posteriormente, en una entrevista al noticiario e-consulta radio, abundó: "El caso está cerrado, un medio es un medio de comunicación. El hecho de tratar de demandar a un medio... ve cómo le va a la señora Fox con Proceso. Mientras no exista una reglamentación o marco legal que dé coherencia a las publicaciones seguiremos padeciendo estos penosos asuntos, va a haber más asuntos, vamos a ver muchas imágenes, va a correr mucha tinta, pero de ahí no va a pasar nada".

Valentín Meneses hizo frente a los cuestionamientos de la prensa local sobre la conversación del gobernador Mario Marín con Kamel Nacif. En ningún momento reconoció la existencia de la llamada telefónica y, para dar vuelta al tema, sugirió que la plática pudo haber sido "editada".

-¿Son verdaderas o falsas las grabaciones? -cuestionó un reportero en la conferencia de prensa.

-Lamentamos -respondió- que un instrumento de esta naturaleza, fuera de la ley, se le quiera dar valor a las declaraciones. Es condenable ese espionaje telefónico, en estos tiempos electorales lo tratan de aparecer de esta manera.

-¿Son verdaderas o falsas? -insistió otra comunicadora.

-Para nosotros resultan totalmente intrascendentes, o sea, eh...

-No, por eso, Valentín, ¿son verdaderas o falsas? -agregó otro reportero.

-Lo que se escucha es una supuesta voz del señor gobernador, pero ahí están las grabaciones, bien puede ser un instrumento editado, pudo haber hecho alguna cuestión de esto; nosotros no podemos juzgar sobre la autenticidad, resulta intrascendente más allá de cualquier cosa.

-¿Es o no el gobernador? -prácticamente le gritaron algunos reporteros.

-Bueno -contestó el funcionario con el rostro enrojecido-, pues se escucha ahí en la grabación, tal parece que es su voz, pero, bueno, eso lo deben determinar profesionales, peritos en eso.

-Entonces, ¿es verdad lo que sale en La Jornada?

-Yo no puedo decir que 100 por ciento es, eso lo va a tener que demostrar la señora, ¿no? (sic) Alguien debe opinar, alguien que sea perito en la materia puede decir 'es un instrumento fidedigno, sí es auténtico, sí es la voz' de fulano o perengano. Pero en este momento yo no puedo. Ustedes tienen la mejor opinión sobre eso.

-Entonces, ¿el gobernador no sabe si habló o no, o si dijo o no lo que apareció publicado?

-No, lo que nosotros escuchamos es una voz muy parecida a la del señor gobernador; nosotros no conocemos la voz del señor Kamel.

-Y el gobernador, ¿qué dice, lo acepta o no?

-El gobernador, lo vuelvo a repetir, lamenta que a este tipo de grabaciones que se dan con base en el espionaje telefónico se les dé un valor ante la sociedad.

La ambigüedad del funcionario incrementó la incredulidad entre los reporteros, quienes se mantuvieron firmes en sus preguntas. Eso provocó que el funcionario, en dos ocasiones, perdiera el control y revirara: "¡Ya se están poniendo del lado como si fueran jueces, como si fueran agentes del Ministerio Público: 'Oiga, lo hizo o no lo hizo'. ¡Vaya!" La segunda ocasión que el vocero se sintió abrumado por los cuestionamientos repitió la misma frase y dio por terminada la conferencia de prensa.

 
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