Usted está aquí: lunes 13 de febrero de 2006 Cultura Cuba divulgará entrevista inédita con Juan Soriano

El muralismo era dogmático y quería fulminarnos, dice

Cuba divulgará entrevista inédita con Juan Soriano

Revela que temía salir corriendo de algún homenaje

GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Juan Soriano, durante un homenaje a Xavier Villaurrutia en el Museo del Chopo, en junio de 2003 Foto: Alfredo Domínguez

La Habana, 11 de enero. El muralismo era "dogmático" y quería "fulminarnos a los que no estábamos en esa onda", dijo Juan Soriano en una entrevista aún inédita que publicará en forma póstuma La Gaceta de Cuba, mensuario de la Unión de Escritores y Artistas de la isla.

El poeta cubano, ensayista y crítico de arte Alex Fleites habló con Soriano en agosto pasado, en un trayecto desde la casa del creador, en la colonia Condesa, hasta la fundición camino a Teotihuacán, donde entonces unas esculturas de Soriano aguardaban el toque final.

"Lo nacional es sin duda una construcción", le dijo Soriano a Fleites. "En México se ha estereotipado mucho ese concepto. Mi obra, desde el principio, fue entendida y aceptada así, dentro de la órbita de 'lo nacional'. Pero una obra no puede ser mexicana ni rusa ni polaca. Cuando más se puede decir que fue hecha por un mexicano, pero si es arte se debe revelar una esencia humana, que es algo que está más allá de las fronteras geográficas y culturales.

"No sé qué es 'lo mexicano' y ya estoy muy viejo para andar haciendo averiguaciones", agregó Soriano en la entrevista, a la que tuvo acceso La Jornada y que aparecerá en el número dos de 2006 de La Gaceta, fechado en febrero.

"Lo que te puedo decir es que el muralismo, sus cabezas, era dogmático y quería fulminarnos a los que no estábamos en esa onda. Prefiero las obras de caballete y gráficas de Diego, Siqueiros y Orozco a las que están en los muros, muchas de ellas monstruosas."

Soriano dijo en la conversación ser un descreído de la crítica, a la que consideraba "ociosa", no así a la historia del arte, "tarea del pensador cuando la obra está cerrada".

Narró sus dificultades para retratar a Octavio Paz, su fascinación por el oficio de captar el rostro y el ser profundo del modelo y su inicial resistencia a vender su trabajo: "Mira que los galeristas sólo quieren que tú les produzcas lo que gusta a cierto sector del público, que es el que tiene la lana".

En el entorno de los reconocimientos que se le concedieron en 2005, Juan Soriano dijo a Fleites que tenía miedo de sentir de pronto el deseo de salir corriendo de un homenaje, como ya le había ocurrido.

"Para México, para el arte de América Latina en general", concluyó el escritor cubano. "2005 quedará como el Año Juan Soriano."

 
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