Usted está aquí: lunes 2 de enero de 2006 Política Arranca 2006 con pendientes ambientales

Iván Restrepo

Arranca 2006 con pendientes ambientales

Se inicia 2006 con numerosos pendientes am-bientales que no debemos perder de vista. Re-fiero cinco casos documentados recientemente por los reporteros de La Jornada.

1. Uno de los poblados nahuas más antiguos de Mesoamérica está en Ayotitlán, Jalisco. Sus actuales habitantes luchan desde hace tiempo contra la empresa minera Peña Colorada, propiedad del consorcio trasnacional Hylsa-mex-Ternium, que desea ampliar la mina que explota desde hace 40 años. Obtuvo los permisos para hacerlo, pero a su vez los indígenas lograron el amparo de la justicia para suspender tal ampliación y así no privar a la comunidad de un ambiente sano en sus tierras, bosques y aguas. Además, la comunidad demandó al citado consorcio y a las secretarías de Economía y de Medio Ambiente por daños causados al entorno al permitir la construcción de un camino para extraer mineral de un sitio llamado la Piedra Imán sin realizar los estudios de impacto ambiental requeridos. La empresa busca dejar sin efecto el amparo que obtuvieron los indígenas.

2. Investigadores del laboratorio de Ecología Humana de la Universidad Nacional encontraron arsénico y metales en el agua supuestamente potable que reciben los habitantes de la colonia Ampliación Tepepan, en Xochimilco. Consumir agua con tales sustancias causa severos daños a la salud. Los afectados señalan que el problema es añejo, pero se agudizó en noviembre pasado cuando el agua comenzó a salir "color amarillo" y oler a huevo podrido. Las autoridades dicen que todo se originó en un pozo del que se abastecen siete colonias, y que luego de varios muestreos en tomas domiciliarias encontraron que el agua ya no tenía plomo ni arsénico. Los afectados no creen que el problema esté resuelto y exigen las medidas necesarias para garantizar agua de buena calidad.

3. Durante muchos años, organizaciones sociales del valle de Mexicali denunciaron que la planta geotérmica de Cerro Prieto contaminaba el suelo y el aire con litio, cadmio, arsénico, ácido sulfúrico, amoniaco y boro, además de crear problemas de salud pública. La planta, ubicada a 20 kilómetros de la ciudad de Mexicali, también tiene a cielo abierto apreciables cantidades de sílice. Un estudio de la Universidad Autónoma de Baja California demostró que debido a esa contaminación se había reducido la productividad de las tierras. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente finalmente dio la razón a los quejosos. Ahora urge remediar la situación, que la procuraduría divulgue los estudios que le sirvieron de base para dictaminar contra la planta geotérmica y que denuncie penalmente el asunto ante la Procura-duría General de la República, pues se trata de delitos del orden federal.

4. Según estudios realizados por investigadores del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional, y de manera especial por la doctora Valeria Souza, en el valle de Cuatro Ciénegas, Coahuila, existe una cianobacteria que es base de la cadena alimentaría, tiene capacidad de adquirir genes y vive donde otros micro organismos no podrían hacerlo. En Cuatro Ciénegas también hay 77 especies únicas en el mundo y otros tesoros naturales no estudiados suficientemente y de enorme importancia para saber mucho más sobre la vida sobre la Tierra. Hasta la agencia espacial de Estados Unidos, NASA, se interesa en dicha región, pues estima que el agua de Cuatro Ciénegas es muy similar a la encontrada en Marte. Pero ese tesoro único está en peligro por la extracción de agua para cultivar la alfalfa que consumen las vacas de un grupo lechero de La Laguna. El caso ha sido denunciado en numerosas ocasiones ante las autoridades.

5. Todavía existen miles de toneladas de desechos industriales altamente peligrosos en el confinamiento localizado en La Víbora, cercano a Hermosillo, clausurado por violar la normatividad en la materia. De La Víbora se mandaron a Salamanca, Guanajuato, 270 transformadores tóxicos con el fin de "guardarlos" en las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad. Pero ninguna autoridad, y mucho menos la población, saben dónde y en qué condiciones se encuentra tan peligroso material.

¡Vaya manera de iniciar el año!

 
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