Usted está aquí: lunes 26 de diciembre de 2005 Cultura La esquina de Londres y Allende en Coyoacán, escenario de la historia

El Museo Frida Kahlo hospedó a León Trotsky, André Breton y Tina Modotti

La esquina de Londres y Allende en Coyoacán, escenario de la historia

Desde la llegada del líder ruso la casa se volvió punto de encuentro de la cultura y la política

MONICA MATEOS-VEGA

El Museo Frida Kahlo se ubica en la casa que habitó la familia Kahlo en Coyoacán (en la esquina de Londres y Allende) a partir de 1907. Ocupa un terreno de 800 metros cuadrados que formó parte de la Hacienda del Carmen, antigua propiedad de la orden religiosa de los carmelitas.

Fue construida por Guilllermo Kahlo, destacado fotógrafo de origen judío húngaro, casado con la mexicana Matilde Calderón. El plano original indicaba que el inmueble tendría forma rectangular e incluía algunos espacios interiores al aire libre.

Desde entonces se conoció entre los vecinos como la Casa Azul, por el color de sus paredes. Ahí nació Frida el 6 de julio de 1907. Desde los balcones de esa casa presenció la niña Frida, alrededor de 1913, la lucha entre zapatistas y carrancistas y vio cómo su madre atendía, desde las ventanas, al ejército de Emiliano Zapata.

Centro de convalecencias

Frida fue recluida en ese inmueble por primera vez en 1918, luego de que se le diagnosticó poliomielitis. Después, entre septiembre de 1925 y 1927, Frida debió permanecer grandes periodos en cama a causa de un accidente que sufrió cuando el camión en que viajaba con su novio, Alejandro Gómez Arias, chocó contra un tranvía.

Cubierta de yeso y confinada a un aparato ortopédico, Frida comenzó a pintar sus primeras obras. La Casa Azul también fue el escenario donde Diego Rivera cortejó a Frida. Ellos se casaron el 21 de agosto de 1929.

La pareja se mudó a un departamento rentado en Paseo de la Reforma. Al casarse con Frida, Diego liquidó la hipoteca que existía sobre la casa de la familia Kahlo, y permitió a sus miembros seguir viviendo ahí.

Entre 1930 y 1933 el matrimonio residió en Estados Unidos. Frida volvió a México por cinco semanas entre septiembre y octubre de 1932, tiempo que pasó en la Casa Azul para cuidar a su madre enferma, la cual murió al poco tiempo.

Cuando volvieron al país, la pareja se instaló en su casa de Altavista, San Angel (la que les diseñó Juan O'Gorman).

En 1937, cuando León Trotsky fue exiliado del régimen estalinista soviético, consiguió asilo político y fue recibido como huésped del gobierno mexicano gracias a las gestiones de Diego Rivera ante al presidente Lázaro Cárdenas.

Frida lo hospedó en la Casa Azul. En esta época el inmueble era propiedad de Guillermo Kahlo y se encontraba deshabitado. Con la llegada de Trotsky las ventanas que daban a la calle fueron clausuradas con bloques de adobe.

Frida regresó a su hogar en 1939, cuando se divorció de Diego. El 8 de diciembre de 1940, Diego y Frida se volvieron a casar y a principios de 1941, poco antes de la muerte de Guillermo Kahlo, el matrimonio Rivera se estableció definitivamente en la Casa Azul, aunque Diego siguió conservando su estudio en San Angel.

En esa época Rivera mandó construir el ala de la casa que da a la calle de Londres: en los muros de piedra volcánica del Pedregal encajó ollas de barro; en la pequeña azotea, sobre el ala antigua, colocó caracoles marinos y un espejo.

También levantó una tapia que divide en dos partes el jardín, en el que quedó una fuente con un salto de agua, una pirámide escalonada, un espejo de agua y un cuartito independiente donde guardaba sus selectas piezas arqueológicas.

Durante la estancia del matrimonio Rivera, la Casa Azul recibió distinguidos visitantes: André Breton, Tina Modotti, el fotógrafo Fritz Henle, autor de la única fotografía de Frida en su estudio, así como amistades, como Concha Michel, Dolores del Río, María Félix, Lucha Reyes y Chavela Vargas.

En 1943, cuando Frida fue profesora de pintura de La Esmeralda, sus alumnos se trasladaron a Coyoacán para recibir sus lecciones. El grupo se redujo a cuatro

jóvenes apodados los fridos: Fanny Rabel, Guillermo Monroy, Arturo Estrada y Arturo García Bustos, a los que instalaba en el jardín de la casa con sus caballetes, o acompañaba a pintar a sitios cercanos.

La enfermedad detuvo las actividades como maestra de Kahlo, pero en su lecho de dolor realizó obras como Flor de la vida (1945) y El sol de la vida (1947).

Dicen que en 1951 la casa tenía casi el mismo aspecto que hoy: decorada con artículos de arte popular mexicano como judas de carrizo, juguetes de feria, muebles de ocote y oyamel, calacas de yeso, petates, sarapes, huaraches, flores de papel y de cera, matracas, piñatas y máscaras, fotografías de seres queridos.

Frida Kahlo murió en el piso superior de la Casa Azul el 13 de julio de 1954, a la edad de 47 años. Después del velorio su cuerpo fue llevado al Palacio de Bellas Artes para rendirle un homenaje póstumo; un día después fue cremada.

La Casa Azul se transformó en museo el 12 de julio de 1958. Diego Rivera donó el inmueble a la nación e instauró un fideicomiso en el Banco de México, el cual, a su vez, nombró un comité técnico para su administración (el mismo que se encarga del museo Dolores Olmedo Patiño y el Anahuacalli).

La museografía original estuvo a cargo de Carlos Pellicer. Las habitaciones de Diego y Frida permanecieron casi idénticas a como eran en los últimos años de sus vidas.

En 2004, año en el que se conmemoraron 50 de la muerte de Frida Kahlo, se realizaron trabajos de rescate de la fachada de la casa, remodelación de salas y la construcción de una biblioteca para albergar archivos, los cuales están siendo clasificados por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

 
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