Usted está aquí: jueves 1 de diciembre de 2005 Política Campesino intentó suicidarse ante la Sagarpa en respaldo a sus demandas

Acudió a la dependencia a gestionar derechos de agua para proyecto pecuario

Campesino intentó suicidarse ante la Sagarpa en respaldo a sus demandas

MATILDE PEREZ U.

Ampliar la imagen El campesino Gustavo Guerrero, de 70 a� procedente del estado de Durango, intent�itarse la vida con un cuchillo ayer en la entrada del edificio de la Sagarpa, en protesta porque esta instituci�o le ha resuelto sus peticiones FOTO Alfredo Dom�uez Foto: Alfredo Dom�uez

Alterado, sosteniendo en la mano derecha un cuchillo que pegó a su vientre, el cual hundiría, afirmó, si la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) no daba respuesta inmediata a su demanda de agua para un proyecto pecuario en beneficio de los campesinos de Tlahualilo, Durango, Gustavo Guerrero Rodríguez, de 70 años de edad, originario del ejido El Renegado, intentó ayer suicidarse luego de que autoridades lo remitieron a la delegación de la institución en su estado natal para tramitar allí los derechos para dos pozos de agua.

Integrante de Convergencia del Nuevo Campo a la Ciudad, Guerrero García llegó temprano a la entrada principal de la Sagarpa y volvió a reclamar respuesta a la petición que un día antes había presentado. "Llevo dos semanas en la ciudad de México en busca de respuesta, acudí a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y allá me dijeron que en la Sagarpa me darían los apoyos para comprar la concesión para los pozos. Ya no tengo dinero ni para comer. Aquí me dicen que posiblemente me darán 600 mil pesos, pero no comprenden nuestras necesidades ni que los grandes agricultores están terminando con el poco líquido del subsuelo."

Agitado, a punto del llanto y gritando su tragedia ante las cámaras de televisión y las grabadoras, Gustavo Guerrero exigía: "Quiero que me resuelvan aquí, ya le pedí al subsecretario de Agricultura (Francisco López Tostado) un escrito. Si no me resuelven antes de las 3 de la tarde, me suicidaré".

Integrantes del Frente Campesino de la Promoción por la Unidad Nacional contra el Neoliberalismo que también llegaron a protestar ante la Sagarpa miraban con azoro a Guerrero Rodríguez y escuchaban atentos su historia. Faltaban pocos minutos para el mediodía y para el inicio, en el interior de la institución, de la entrega de reconocimientos por los secretarios de la Función Pública, Eduardo Romero Ramos, y de Agricultura, Francisco López Tostado, a funcionarios que participaron en procesos de innovación, certificación y suscripción de cartas compromiso para una administración más eficiente.

Cerca de las 14:30 horas, Juan Manuel Rodríguez, director de Atención Ciudadana, le entregó el documento en el que se confirmaba que Sagarpa y Conagua operan conjuntamente el programa de adquisición de derechos de uso del agua (Padua), cuyo objetivo es contribuir a la sustentabilidad del agua en cuencas y acuíferos sobreconcesionados. Aclaraban que los titulares de los derechos de los pozos que pretendían adquirir fueran incluidos en un proyecto integral y que se presentaran en la delegación de Sagarpa en Ciudad Lerdo.

El hombre de 70 años firmó bajo protesta el documento y se acercó a Juan Manuel Rodríguez, a quien gritó: "Tú serás el responsable de mi muerte" y trató de pegar su cuerpo, sosteniendo el cuchillo contra su vientre, al del funcionario de Sagarpa. Tres elementos de seguridad pública trataban de controlar la situación y ante la determinación del campesino, uno de ellos tomó con la mano la hoja del arma punzocortante y la retiró del cuerpo del hombre. ¡Una ambulancia!, gritaron, mientras el agricultor, quien tenía algunas manchas de sangre en la camisa, fue prácticamente llevado en vilo hacia la ambulancia estacionada sobre avenida Cuauhtémoc y Municipio Libre.

Gustavo Guerrero Rodríguez, al igual que otros campesinos integrantes de organizaciones locales pequeñas, se presentó a las negociaciones del Acuerdo Nacional para el Campo, donde reclamó una actitud diferente del gobierno ante la situación de miseria y crisis en el campo norteño. En marzo de 2001 ya había llamado la atención sobre esa situación, para ser escuchado se amarró a una cruz de madera frente a la entrada principal de la Cámara de Diputados; en marzo de 2003 levantó la voz en la sexta Conferencia Nacional de Gobernadores que se realizó en Morelia, Michoacán. El 14 de julio de ese mismo año, en el Zócalo capitalino pretendió inmolarse si no le permitían vender sus melones en ese lugar.

En un comunicado, Sagarpa asentó: "La atención que la institución brinda y ha otorgado al señor Guerrero ha sido siempre en un marco de respeto y dignidad, con base en el estado de derecho que nos rige (...) Se ha puesto a su disposición personal especializado para elaborar proyectos productivos que ha demandado, sólo que esta no es la primera vez que recurre a medidas extremas para llamar la atención y presionar a la autoridad para recibir respuestas a sus peticiones, aun a costa de violar la ley".

Agregó que en 2003 se le autorizó un financiamiento por 375 mil pesos dentro del programa de apoyo a organizaciones sociales agropecuarias y pesqueras para la adquisición de semilla de melón, cuyo ejercicio no comprobó hasta finales de 2004.

 
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