Usted está aquí: lunes 21 de noviembre de 2005 Política Superficial, el encuentro de Madrazo y senadores

La lealtad y la unidad no se dan por decreto: Bartlett

Superficial, el encuentro de Madrazo y senadores

No hubo operación cicatriz ni alineación, sostiene el legislador

VICTOR BALLINAS

Ampliar la imagen Carlos Chaurand, Mariano Palacios, Roberto Madrazo, Emilio Chuayffet y Ernesto Gil Elorduy, durante el Consejo Pol�co donde se sign� Acuerdo de Unidad y Fortaleza del PRI FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

La reunión que sostuvo el candidato presidencial del PRI, Roberto Madrazo, el pasado jueves con la fracción de senadores del tricolor, fue formal y no hubo ''debate de fondo ni aclaraciones. No fue un encuentro de análisis ideológico ni programático, por lo cual es falso lo que dicen los voceros madracistas sobre que hubo operación cicatriz o que los críticos a la candidatura del ex gobernador de Tabasco ya se alinearon. Eso es mentira'', sostuvo el senador Manuel Bartlett.

Bartlett Díaz, quien ha sido fuerte defensor de la industria eléctrica y de Petróleos Mexicanos, que de manera contundente se ha opuesto a la privatización de ese sector y también ha sido crítico de la candidatura de Roberto Madrazo, señaló que el encuentro con el aspirante presidencial ''fue más bien de formalismo que de apoyo real. No hubo compromisos reales de ninguna de las partes''.

''No es posible que los voceros de Madrazo escriban artículos, y se atrevan a asegurar que quienes tenían o tuvieron diferencias con él ya las superaron'', comentó. ''Esto no es verdad, porque hay cosas que no podrán ser superadas, y que quedan ahí, como el proceso a través del cual Roberto Madrazo se apoderó del PRI e impidió la participación de compañeros, para que sólo él obtuviera la candidatura para buscar la Presidencia de la República; es una candidatura impuesta'', expresó el legislador.

En entrevista dijo: ''El encuentro con Madrazo y la fracción del PRI en el Senado de la República fue civilizado, sin ninguna confrontación ni reclamos. Fue superficial. Hablaron 14 senadores, y la constante fue la democracia interna como aspecto fundamental, la lealtad y la unidad, pero no como concepto de sometimiento. Se dijo muy claro que la lealtad y la unidad no se dan por decreto, ni en torno a una persona, sino a principios y proyectos comunes''.

También en esa reunión, y la dirigencia nacional y el propio candidato debieron tomar nota, ''insistimos en que para que haya unidad se requiere un proyecto político compartido, discutido, y no unidad como un pobre concepto religioso. No hubo ni podía haber un gran compromiso porque, insisto, no fue un debate de fondo, no se habló de aspectos ideológicos, no se discutió programa ni nada''.

Hubo claridad de lo que se habló: ''Unidad, sí, pero no por decreto. Lealtad, sí, pero ésta es un compromiso de quienes pretenden dirigir o tener un mandato, y es de arriba hacia abajo. No se puede hablar automáticamente de lealtad una vez que hay un candidato ungido; y democracia, sí, pero en la que haya tolerancia y se acepten los disensos''.

No se puede decir, añadió el ex secretario de Gobernación, que ''una vez que Madrazo es candidato, quien esté contra él está contra el PRI; eso no es unidad, si se quiere unidad tendrá que haber un proyecto político compartido, debatido, incluyente''.

Es importante que se entienda, y que la opinión pública esté enterada de que ''no por el hecho de que se haya celebrado una reunión con el candidato Roberto Madrazo ya hay alineación. Eso no es correcto. No se puede decir que todos ya estamos ahí alineados, como si fuéramos soldados. Fue sólo un encuentro pero, desde mi punto de vista, mi posición frente a la candidatura de Roberto Madrazo deja mucho que desear, porque ideológicamente no corresponde lo que él está planteando frente a las grandes necesidades del país''.

Muchos de los planteamientos de Madrazo ''son neoliberales, y si además recordamos lo que él mismo dijo en el noticiero radiofónico de (Joaquín) López Dóriga, donde reconoció que Carlos Salinas decidió quién iba a ser el presidente del Partido Revolucionario Institucional, y si dijo que rechazó a Elba Esther, obviamente entendemos que a él sí lo aceptó como candidato presidencial. Roberto Madrazo Pintado, ya confeso, representa lo que nosotros hemos estado diciendo hace años: los intereses del ex presidente de México, Salinas de Gortari, que le ha hecho un enorme daño al país, y que sus acciones son contrarias a los principios del PRI''.

 
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