La Jornada

México y Venezuela, en punto de ruptura

• Sin disculpas iremos ''tan lejos como sea necesario'', advierte Fox
• El conflicto es total responsabilidad del mandatario mexicano: Caracas
• Desde la cumbre en Mar del Plata lanzó comentarios negativos, acusa
• El ultimátum es ''una agresión sin sentido'', sostiene Alí Rodríguez
• ''Vente, ya vente hoy'', la orden a las 10 de la mañana al embajador Villegas
• ''Otros países quizás acepten agresiones, nosotros no'': el Presidente
• Dice no entender cómo diferencias sobre comercio puedan ''acabar así''
• Las relaciones se reducen a nivel de encargados de negocios: Derbez
• Desata posturas encontradas en el país la respuesta del jefe del Ejecutivo del Presidente

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Estados Unidos se lava las manos en el conflicto

Funcionarios del gobierno de Estados Unidos comentaron ayer el diferendo entre el presidente de México, Vicente Fox, y su homólogo venezolano, Hugo Chávez. En ese contexto consideraron que la defensa del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) hecha por el mandatario mexicano en Mar del Plata es la posición de México, no de Washington, difundió en un cable la agencia Dpa.

El enfriamiento, primer fruto de Washington para aislar a Chávez

La Casa Blanca ha puesto todo su empeño en lograr que los países latinoamericanos consideren al gobierno de Venezuela como "Estado problemático" y lo aíslen diplomáticamente, pero no había conseguido, hasta ahora, que ningún país de la región enfriara su relación con Caracas, como ahora lo hizo el gobierno mexicano.

El camino largo

El fútil altercado que protagonizan los presidentes, cancilleres y embajadores de México y Venezuela se ha desarrollado en tres espacios diferentes. La reunión misma, las calles de Mar del Plata y los medios internacionales. Para analizar sus motivos y consecuencias habría que hacerlo en las razones de fondo que están en la confrontación político-ideológica, o bien, en la parte anecdótica, mediática y de la práctica diplomática.

Se desploma la venta de pollo en el DF

Martín Miranda es uno de los llamados "hombres de tijera" que destazan en ocho segundos un pollo y lo convierte en 10 pequeños pedazos: muslo, pescuezo, patas, pechuga y pierna, piezas que minutos después aparecen en los mercados del Distrito Federal. Su destreza de poco le sirve en estos días porque los bajos volúmenes de ventas del ave -según el administrador de la Distribuidora de Pollo Nuevo San Juan, Felipe Olalde, la caída rebasa 40 por ciento- le ha impuesto un nuevo ritmo lento y tedioso.

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