Usted está aquí: viernes 11 de noviembre de 2005 Sociedad y Justicia Alerta Greenpeace sobre contagio genético del maíz

Se opone el organismo a experimentos en tres estados

Alerta Greenpeace sobre contagio genético del maíz

MATILDE PEREZ U.

Los siete permisos que otorgó la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) para sembrar cuatro variedades de maíz transgénico en campos experimentales del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Sinaloa, Sonora y Tamaulipas ponen en riesgo 40 razas y 300 variedades del grano, advirtió el director de Greenpeace, Alejandro Calvillo.

Al otorgar los permisos Sagarpa violó los procedimientos previstos en la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados e incumplió disposiciones del Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, indicó "Los permisos otorgados para liberar al medio ambiente cultivos de maíz genéticamente modificados son actos ilegales que atentan contra el régimen de protección especial del maíz", añadió.

Por ello, Greenpeace interpuso un recurso de revisión, reclamó la nulidad del acto -de acuerdo con la Ley Federal de Procedimientos Administrativos- y pidió que se investiguen al subdirector de Evaluación de Registro, Marco Antonio Cotero García, y a la directora de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera, dependiente del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de la Sagarpa, Amada Vélez Méndez, responsables de otorgar los permisos.

En tanto, el director del Senasica, Javier Trujillo Arriaga, descartó que exista riesgo de contaminación del maíz, ya que aún no se conocen los resultados de la investigación en los campos experimentales, y aclaró que se han tomado todas las medidas de bioseguridad necesarias para llevar a cabo dicho estudio.

El 22 de octubre, Sagarpa informó que con la aprobación de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) se iniciaría el Proyecto Maestro de Maíz en diferentes estados, encabezado por investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados y del INIFAP.

Los experimentos, asentó, se llevarán a cabo en instalaciones de cinco campos experimentales del INIFAP ubicados en el norte del país, los cuales tienen como particularidad que se encuentran en zonas de menor riesgo en relación con la presencia de parientes silvestres o maíces criollos.

Los experimentos revelarán si existen efectos sobre el medio ambiente, la biodiversidad, estabilidad genómica, comprotamiento agronómico y beneficios potenciales del maíz genéticamente modificado.

En conferencia de prensa, Alejandro Calvillo y Gustavo Ampugnani, de Greenpeace, informaron que los campos experimentales del INIFAP están localizados en los valles del Fuerte, Culiacán y del Yaqui y en el sur de Tamaulipas, en donde se sembrarán semillas de maíz Herculex, de las compañías Dow Agrosciences y Pionner, y YieldGard, Faena 2 y Mon 88017, de Monsanto.

"Son variedades tolerantes a los herbicidas y resistentes a insectos lepidópteros, que estarán a cielo abierto y ocuparán grandes extensiones. Es grave que se autoricen estos experimentos, ya que se pone en riesgo el flujo de genes y pueden ser foco de contaminación de las variedades originarias del país", apuntaron.

Insistieron en que la Cibiogem no ha tenido una actuación destacada en la aprobación de los experimentos ("más de carácter comercial que de investigación"), los cuales podrían ocasionar daños am-bientales incuantificables.

 
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