CTM, CT, CROC, UNT y FSM ratifican oposición a gravar prestaciones de asalariados
La reforma laboral ya está enterrada, afirman Chuayffet y líderes obreros
Para el coordinador de la bancada priísta en la Cámara de Diputados, Emilio Chuayffet Chemor, la reforma laboral "ya esta enterrada" y sin posibilidades de ser aprobada en este sexenio.
Así lo planteó el legislador en una reunión en la que la CTM, el Congreso del Trabajo, la CROC y sus antagónicos, la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y el Frente Sindical Mexicano, ratificaron su unidad para impedir que el próximo año se imponga el impuesto sobre la renta (ISR) a prestaciones de asalariados.
Los principales líderes obreros de todas las corrientes compartieron el pan y la sal ayer, en una sesión en la que se encontraba tanto el dirigente de la CTM, Joaquín Gamboa Pascoe, como el del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza Flores, y el de la presidencia colegiada de la UNT, Francisco Hernández Juárez; sus puntos de vista en general muy diferentes, ahora coincidieron en tres puntos básicos: no apoyarán la reforma laboral; exigirán al Senado echar abajo la reforma al ISR y mantendrán la unidad en todas las políticas que afecten a la clase obrera.
En un acto inédito los líderes obreros entregaron "reconocimientos" a los diputados que votaron contra la reforma al ISR que proponía el cobro de este impuesto sobre todas las prestaciones de los trabajadores a partir de 2006. Sin embargo, admitieron que aún falta librar la batalla en el Senado para que éste también dé marcha atrás al gravamen.
En este escenario, Chuayffet planteó que la reforma laboral ya fue enterrada, pues el proyecto sólo podría prosperar si se respetan los derechos de los trabajadores y se consignan mejoras para el sector y, "como sabemos que esto no ocurre y quienes tienen la obligación de presentar la propuesta no se han puesto de acuerdo en mejorar las condiciones y prestaciones laborales de los trabajadores de México, cada día se ve más distante y hasta pareciera a veces enterrada por esta administración".
No habrá reforma laboral para un solo sector; tiene que comprender las conquistas de los trabajadores, respetarlas y agregar nuevos derechos, de lo contrario quedará como otras tantas, archivadas, dijo.
Sobre el tema los líderes de la CROC, Isaías González Cuevas, y del Congreso del Trabajo, Víctor Flores Morales, señalaron que estas organizaciones tampoco apoyarán la modificación en el rubro y plantearon que si ésta no salió antes, en esta legislatura "menos".
El dirigente de la CROC sostuvo que no es el momento de sacar una reforma laboral, pues "inconformaría más a obreros", además de que se ve lejana esta posibilidad si no la apoya la mayoría en el Congreso.
En tanto, Víctor Flores remarcó: "queremos que esté sepultada, que no dañe ni los salarios ni prestaciones de los trabajadores; siempre se está en favor de los empresarios y esto no es justo".
Otro tema en esta reunión fue el de los salarios mínimos, punto en el que la CTM y la CROC señalaron que se demandará 10 por ciento de aumento, aunque el CT habló de 6 por ciento. En lo que coincidieron los líderes es que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos ya está rebasada, que demandarán la unificación de los mínimos del país y que insistirán en que la revisión sea dos veces por año, es decir, que haya dos ajustes.
Interrogados sobre si se repetirá el escenario de cada año, en el que acepten un magro incremento, Víctor Flores defendió: "no es que la representación obrera acepte todo, lo que pasa es que es una comisión tripartita, empresa y gobierno y obreros y, ¿qué podemos hacer dos contra uno?; se necesita un consejo que decida bien".
Es preciso desaparecer la Conasami, se le volvió a preguntar, y respondió que si no operan las cosas hay que quitarlas y el esquema trilateral ya no funciona porque las decisiones se van a votación y ganan empresarios y gobierno, por lo que se planteará una iniciativa para que sea una gran comisión la que determine el aumento.