Usted está aquí: jueves 13 de octubre de 2005 Política "Ya es hora de que México despierte": Castro y Castro

Explica por qué se suma al equipo de López Obrador

"Ya es hora de que México despierte": Castro y Castro

Propone respetar la Constitución, no crear una nueva

Señala la necesidad de que se reforme el Poder Judicial

JESUS ARANDA

Ampliar la imagen Juventino V. Castro y Castro, ministro jubilado de la Suprema Corte de Justicia de la Naci� asesor de Andr�Manuel L� Obrador, en una imagen de 2003 FOTO Mar�Luisa Severiano Foto: Mar�Luisa Severiano

"No me voy a ir a la tumba sin antes tener la satisfacción de no quedarme callado. Quiero que mi país salga del enredo en que está metido, porque no acabo de concebir que haya gente que esté desesperada buscando una chambita y que, por otro lado, se aprueben fríamente cosas como el rescate bancario o la venta de México por sacar uno o dos milloncitos".

Afirma lo anterior Juventino V. Castro y Castro, ministro jubilado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), quien dice estar "orgulloso" de sumarse al equipo de asesores de Andrés Manuel López Obrador.

En entrevista, aclara que no tiene intención alguna de buscar un futuro puesto y que aportará sus conocimientos y experiencia, pero con la salvedad de que, en caso de que sienta que sus consejos no son útiles o que no comparte los puntos de vista de López Obrador, entones "no me arrepentiré; simplemente diré que no me gustó y me hago a un lado".

A sabiendas de que su aceptación de sumarse al grupo de trabajo generó polémica, inclusive en la SCJN, el ministro señala que al actuar de ese modo retribuirá de alguna manera todo lo que ha recibido, "porque tengo que pagarle de alguna manera a México, ya que mi deuda con el país es más grande que la del IPAB".

Advierte que el país llegó a su límite: "Nos hemos quedado pegados de un gancho, lo único que hemos producido son partidos y políticos sinvergüenzas; eso es lo que hemos creado. Ya es hora de que despierte México, ya llegó el momento. Yo no sé si será con López Obrador o con quien sea; no sé si sea ahora o en seis años más, pero México ya no puede seguir sentado lamentándose mientras los únicos que se levantan lo hacen para irse a Estados Unidos a buscar trabajo".

Enfatiza Castro y Castro que no tiene necesidad de trabajar para vivir, pero que no podría quedarse callado ante lo que pasa en el país, "y que de repente resulte que ya morí sin haber hecho nada".

En un bosquejo de las ideas que planteará al precandidato del PRD a la Presidencia de la República, el constitucionalista reivindica lo que debe ser un estado de derecho, es decir, que la fuerza del Estado se dirija "a pensar y actuar en favor del pueblo, y no como está sucediendo actualmente: que se sirve a un Estado poderoso -Estados Unidos-, que nos fija qué es lo que debemos hacer".

Plantea también la necesidad de una reforma de Estado que regule a los poderes autónomos, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Federal Electoral, el Banco de México y la propia Procuraduría General de la República -haciéndola independiente del Ejecutivo federal-, porque no pueden "seguir sueltos sin ser controlados".

Castro y Castro, quien desde un principio criticó el desafuero de López Obrador, subraya que la PGR "no puede estar al capricho, y lo acabamos de ver con el asunto del desafuero".

Asimismo, durante la entrevista aborda el tema de la inseguridad pública y la necesidad de impulsar un plan contra el narcotráfico, en el que juegue un papel fundamental el combate a la corrupción, tarea en la que será fundamental que cambie la cultura del pueblo mexicano, porque "la corrupción no es de las autoridades que piden algo al pueblo, sino del pueblo, que no cree en el estado de derecho".

Apunta que durante el régimen de Lázaro Cárdenas "teníamos entonces una tendencia social, un punto de vista correcto que después se fue diluyendo hasta que acabamos con los ecónomos, los políticos, los sinvergüenzas arribistas"

Enfatiza que México tiene que "retroceder", ya que es evidente que la industria la impulsa la iniciativa privada para hacer negocio, "pero hay cosas que necesita un pueblo que no son negocio, y esto no puede hacerlo más que el Estado".

En cuanto al petróleo y la electricidad, llama a que "esto no lo suelten por favor, porque así se soltaron bancos, cementos, acero, comunicaciones, en donde entraron los extranjeros". Y afirma: "Debemos comenzar de nuevo: el Estado debe recuperar su presencia en los bancos de desarrollo y privados, aceptando que sean mixtos, y en otras áreas de la economía, como la producción de cemento y acero, porque hay muchos servicios públicos que, definitivamente, se han regalado".

En alusión a comentarios hechos en su momento por el presidente Vicente Fox, cuestiona: "Hay quien dice que no podemos darle nada al pueblo sin exigirle algo. ¡Qué terrible!"

Además de combatir la inseguridad y el narcotrafico, "para lo cual necesitamos no un procurador, sino un héroe nacional", Castro y Castro plantea que la PGR se convierta en defensora del pueblo, que no sólo persiga delitos: "Que podamos acudir a una procuraduría a la que le digamos: 'oiga, me están haciendo una injusticia', y que actúe, y darle los instrumentos para que lo haga".

Conocedor profundo del sistema judicial, propone que se realicen juicios orales, y la mediación, para que las partes lleguen a acuerdos antes de que se inicie un juicio. Además, pregunta, "¿no es lógico que al iniciar un proceso penal te pregunten si eres inocente o culpable? Si reconoces tu culpabilidad, te rebajo la pena; si dices que eres inocente, vamos a un juicio rápido".

Plantea la urgente simplificación de los procesos judiciales y de los procedimientos administrativos. Rechaza, tajante, la necesidad de una nueva Constitución: "¿Para qué la queremos modificar? ¿Para hacer lo mismo que lo que hacemos con ésta: no respetarla?

"En lo que sí debemos avanzar -añade- es en cuestiones como qué deben y no deben hacer el Presidente de la República y sus secretarios de Estado."

En cuanto al Poder Judicial, subraya que es muy importante que la SCJN tenga posibilidad de dar dictámenes: "En Italia, si el Parlamento tiene duda sobre si una ley es constitucional o no, pide la opinión de la Corte, lo que evita futuros conflictos constitucionales". También propone que el máximo tribunal actúe de oficio en violaciones graves contra las garantías individuales.

En una clara alusión al papel que desempeña actualmente la Corte, cuestiona: "¿No le causa extrañeza que dos poderes tengan tanto que ver y el tercero se dedique, en su cueva, a dictar sentencias? Si es un poder político debe salir a la calle, así tendríamos un Poder Judicial realmente político acorde con las nuevas circunstancias del país".

 
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