Otros 350 fueron repatriados, previo acuerdo con los gobiernos de Malí y Senegal

Rabat envió a 300 migrantes sin papeles a un sitio indeterminado, denuncia MSF

Advierte Berlín que la presión de los indocumentados será tal que "doblegará a Europa"

THE INDEPENDENT, AFP, DPA Y REUTERS

Melilla, 9 de octubre. Marruecos repatrió hoy a unos 350 migrantes indocumentados a Senegal y Malí, pero 300 subsaharianos más de otras nacionalidades fueron conducidos en autobuses y esposados, hacinados y sin agua ni comida, hacia a un lugar no determinado del sur del país norafricano, denunció Médicos sin Fronteras (MSF).

La dramática situación de los inmigrantes subsaharianos que cruzaron sin papeles la frontera entre Marruecos y Melilla preocupa a organizaciones no gubernamentales (ONG) y de defensa de los derechos humanos que renovaron este domingo sus acusaciones de que estas personas son tratadas "como pollos, sin informarles de nada", como dijo a Afp José Palazón, director de Defensa de los Derechos Humanos de la Infancia (Prodein).

En este contexto, Madrid fue escenario de una protesta contra la cerca con alambre de púas que separa los enclaves de Ceuta y Melilla de Marruecos, y por el trato inhumano que reciben los inmigrantes tanto de España como de Marruecos.

Soldados con armas automáticas y policías con equipo antidisturbios patrullan la barrera que separa los enclaves -en el norte de Africa- desde que algunos inmigrantes murieron, a finales de septiembre, cuando cientos de ellos se abalanzaron sobre la valla en un intento por ingresar en Europa.

Marruecos comenzó la repatriación a sus países de origen de 350 inmigrantes de Senegal y otros de Malí vía aérea desde Oujda, después de haber alcanzado, el sábado, un acuerdo con las embajadas de esas naciones.

Sin embargo, otros 300 subsaharianos de otras nacionalidades fueron enviados en autobús -esposados, hacinados y sin agua ni comida- hacia a un lugar indeterminado del sur del país, aseguró MSF. Agregó que teme que este contingente sea abandonado de nuevo en el desierto, cerca de Argelia o Mauritania, como ocurrió el viernes pasado.

Unos 200 migrantes subsaharianos, que fueron trasladados a Bou Arfa, tras su detención en la ciudad marroquí de Nador, intentaron escapar de los vehículos por miedo a ser abandonados en una zona desértica del suroeste del país.

Un voluntario de la Asociación de Amigos y Familias de Víctimas de la Inmigración Clandestina se tendió en la carretera para intentar, sin éxito, evitar su partida.

El portavoz de MSF, Javier Gavaldón, sostuvo que estos 200 que intentaron escapar forman parte de un grupo de 300 inmigrantes de distintas nacionalidades que fueron detenidos por las fuerzas de seguridad marroquíes esta madrugada, bajo la "oscuridad nocturna y con alevosía", en una de las instalaciones habilitadas para acogerlos en Bou Arfa.

Añadió que los 300 inmigrantes fueron introducidos en autobuses para trasladarlos a un lugar no determinado del país, en el Sahara Occidental o cerca de la costa atlántica.

Entre ellos se encontraban 60 guineanos con los que el sábado se reunió el primer consejero de la embajada de Guinea-Konakri en Marruecos, Abubakar Sylla, quien hoy aseguró que éstos están desaparecidos.

Palazón indicó, por otro lado, que miembros de Prodein estuvieron desde fines de septiembre en los bosques marroquíes, pues desde el día 28 de ese mes los inmigrantes contactaron a la entidad para denunciar la muerte de dos indocumentados.

Añadió que Prodein pudo fotografiar un cadáver, pero el otro fue recogido por la policía para ocultarlo. "Ahora se ha hecho evidente que desde hace mucho tiempo hay en Marruecos una dictadura que no respeta los derechos humanos", declaró.

En las próximas horas llegará a Melilla un representante del Alto Comisionado de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), y Prodein se encargará de mostrarle lo que ocurre, dijo Palazón.

El dirigente de Prodein acompañará el lunes a la delegación de los europarlamentarios de Izquierda Unida (IU) al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), para estar al tanto de lo que ocurre con los inmigrantes y poder ayudarlos.

Palazón recibió igualmente este domingo a militantes de los derechos humanos de Jaén, Andalucía, que quieren organizar en la segunda quincena de octubre una manifestación pacífica en Melilla, en homenaje póstumo a los "hermanos mártires muertos en el muro de la vergüenza".

Pero el ministro del Interior de España, José Antonio Alonso, reiteró en declaraciones al diario barcelonés El Periódico que el mensaje para los "sin papeles debe ser claro: el que entra, sale", tras afirmar que los indocumentados serán "inmediatamente" expulsados.

El ministro consideró "muy importante" la expulsión a Marruecos el jueves pasado -en el marco de un acuerdo bilateral firmado en 1992- de 73 emigrantes africanos que días antes lograron saltar las vallas metálicas que separan el norte marroquí de Melilla.

"Eso rompe el discurso de las mafias que manipulan a los inmigrantes y les demuestra que tanto sufrimiento no sirve para nada", declaró.

Pero sobre el respeto a los derechos humanos de estos emigrantes indocumentados en Marruecos, Alonso señaló que es una situación que se estudia con Rabat, si bien consideró que la Unión Europea (UE), tiene que intervenir de una manera firme.

Para el ministro español, que afirmó que "lo que falla es la política internacional de ayuda a Africa", subrayó que el problema de la "inmigración clandestina" sólo tiene una solución radical a largo plazo, que es el desarrollo de ese continente.

"Entre tanto, España debe guardar sus fronteras y hacer cumplir sus leyes. Nuestra política de inmigración es recibir sólo a los inmigrantes a los que podemos dar trabajo e integrar socialmente; el resto no puede entrar", advirtió.

Rajoy critica a Rodríguez Zapatero

El presidente del opositor y conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, quien hoy llegó a Melilla, criticó al presidente del gobierno el socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, por no haber venido "a tranquilizar" a los melillenses tras los asaltos masivos de los inmigrantes, e insistió en que la inmigración ilegal es el principal problema de Europa.

Rajoy apoyó las expulsiones inmediatas de los inmigrantes hacia sus países de origen, pero descartó su abandono en el desierto.

"El problema de la inmigración afecta al conjunto de los 15 países, y pronto 25, de la Unión Europea, y es un problema que no sólo se produce con gente que viene de Africa, sino también de Latinoamérica, del Centro de Europa y de Asia", recalcó.

A todo esto, el ministro del Interior de Alemania, Otto Schily, señaló que el proceso de regularización que inició España en febrero anterior, provocó un efecto de llamado hacia Europa, y exigió que se abandonen las políticas unilaterales para lograr soluciones internacionales conjuntas.

"La presión sobre Europa por los inmigrantes se incrementará de manera tan dramática que estaremos totalmente doblegados", señaló el diario Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung.