Esa cantidad, apenas 10 por ciento de lo que entregará la Federación a estados

Fox: necesarios, más de $20 mil millones para resarcir pérdidas

Entre aguas negras, habitantes de la periferia de Boca del Río claman apoyo al Presidente

"Todo se arreglará", respondió, pero rechazó bajar del vehículo en que viajaba, como le pedían

FABIOLA MARTINEZ ENVIADA

Veracruz, Ver., 9 de octubre. El presidente Vicente Fox informó que se necesitarán "más de 20 mil millones de pesos" para restituir las pérdidas materiales tras el paso del huracán Stan en Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Puebla. Esa cantidad representa apenas 10 por ciento de lo que entregará la Federación (con recursos provenientes de los ingresos petroleros extras) a los gobiernos estatales golpeados por el meteoro.

De inmediato, los gobernadores de Oaxaca y Veracruz, Ulises Ruiz y Fidel Herrera, manifestaron su desacuerdo con la cantidad asignada, al argumentar que aun cuando se les "adelante" la parte proporcional -destinada a las entidades por las ganancias extraordinarias derivadas de los altos precios del hidrocarburo- "se trata de una partida ya convenida con anterioridad".

Aquí en Veracruz, dijo Herrera tras conocer la cifra emitida por el jefe del Ejecutivo, necesitamos recursos adicionales para la reconstrucción de "por lo menos 800 millones de pesos y sólo nos quieren dar la mitad. No estamos de acuerdo, tenemos que negociar".

En este puerto, el mandatario federal matizó una y otra vez su discurso respecto a la atención y nivel de la emergencia que dejó, según cifras oficiales, 1.9 millones de afectados. Primero admitió que en Chiapas, "por el mal tiempo, por la incomunicación, todavía no llegamos a todas las comunidades que necesitan apoyo con gran urgencia, que lleguen los víveres" y, minutos después, manifestó que en esa entidad la cobertura es prácticamente total.

"Afortunadamente ya sale el sol; afortunadamente ya terminamos la etapa de crisis y afortunadamente tenemos fondos para la reconstrucción."

Fue entonces cuando se refirió a los costos de la devastación: "Seguramente serán más de 20 mil millones de pesos los necesarios para restablecer las fuentes de ingreso de las familias, para restituir las pertenencias de cada familia, para poder volver a poner en marcha la economía de estos estados afectados por el ciclón".

Las inundaciones no ceden

Fox y una amplia comitiva (que incluyó funcionarios de los tres niveles de gobierno, algunos acompañados de sus esposas) recorrieron, siempre a bordo de camiones descapotados de la Marina Armada de México (conocidos como urales), colonias construidas en zonas de riesgo, las cuales siguen inundadas, a casi una semana de las intensas lluvias provocadas por Stan.

Habitantes de las colonias populares Carranza y Miguel Alemán, entre otras, ubicadas en la periferia de Boca del Río, agradecieron la presencia de los funcionarios, pero, todavía con los pies entre el agua podrida, algunos hasta la cintura, debido al desbordamiento del canal de aguas negras La Zamorana, clamaban: "¡Bájense, bájense para que vean lo que se siente!" El Presidente, al frente del ural, se limitó a repartir saludos y a repetir que "todo se va a arreglar".

En Boca del Río, donde se puso en marcha la tercera Semana Nacional de Salud, el mandatario federal expresó, a grito abierto, como quien va a romper en llanto:

"¡México está en pie; México ha dominado nuevamente la tragedia! Ya pasó la tempestad, ya vuelve la calma, pero no vamos a caer en complacencia, no vamos a descansar hasta reponerle a cada familia lo perdido...

"¡Qué fuerza de solidaridad tiene este pueblo de Veracruz, qué fuerza tenemos y tienen quienes habitan en el sur-sureste mexicano! ¡Mi aprecio, mi reconocimiento, mi admiración para la gente de Chiapas, para los indígenas de Chiapas!", expresó.

Con esa misma euforia, el gobernador de Veracruz aseveró que en esta tierra "¡hay ánimo nuevo, no tenemos bajas, tenemos más fuerza que antes! El agua cuando no mata, como dicen, engorda, (y) a nosotros nos va a ayudar".

El gobierno estatal ha sido acusado de hacer "uso político" de los recursos destinados para la atención de la emergencia. "Quien haya dicho eso miente", respondió el gobernador a los reporteros.

Tras visitar la víspera Chiapas y Oaxaca, Fox inició en Veracruz el tercer día de recorrido por las zonas afectadas. Acudió primero al fraccionamiento Floresta, donde cada año padecen inundaciones, por haber sido construido por debajo del nivel del mar; es decir -explicó un funcionario local-, en lugar de que las aguas de lluvia y el drenaje se vayan al río, regresan a la zona habitacional.

Por ello, ante el mandatario federal, los colonos de la zona expresaron su molestia por las promesas incumplidas y la falta de un sistema de bombeo y drenaje que detenga los daños.

"¡Señor Presidente, no más permisos a fraccionamientos en zonas de riesgo!", gritaban los habitantes, contenidos detrás de las vallas metálicas puestas por el Estado Mayor Presidencial.

En su discurso Fox repitió que su administración opera bajo una fórmula de corresponsabilidad, "como debe ser en un gobierno democrático; no son programas asistencialistas, no son programas paternalistas; serán programas donde cada quien ponemos de nuestra parte".

En los tres días de recorrido, el jefe del Ejecutivo federal no reparó en tratar de animar a los damnificados, y este domingo, antes de despedirse, les deseó "lo mejor.

"Es domingo. Los que van a misa, a misa; los que van a trabajar, a trabajar, que nosotros tenemos que seguir todavía una larga jornada." El también fue a misa, en una iglesia del puerto de Veracruz.