Usted está aquí: lunes 10 de octubre de 2005 Deportes La Plaza México espera la alternativa de Hilda Tenorio

Terminan las novilladas

La Plaza México espera la alternativa de Hilda Tenorio

LUMBRERA CHICO

Se acerca la temporada grande y, como todos los años, se reabre el bazar de los derechos de apartado que para muchos aficionados asiduos a la Monumental Plaza Muerta (antes México) representan un verdadero patrimonio familiar transmitido de generación a generación. La "empresa" de Mixcoac ha anunciado que a partir del domingo 6 de noviembre dejará de soltar becerros engordados artificialmente con hormonas, pero admitidos como "novillos", para soltar becerros engordados artificialmente con hormonas pero reseñados como "toros", valga decir cornúpetas adultos con cuatro años de edad como mínimo.

Ante la inminencia de este acontecimiento, alrededor del pozo de Insurgentes comienzan a aparecer anuncios de particulares que ponen a la venta sus tarjetas de derechos de apartado, sea por muertes en la familia, sea por dificultades económicas. Los abonos, como cualquiera sabe, deben ser canjeados en el interior de la plaza dentro de un plazo perentorio, y si el actual titular no los renueva pasan a convertirse automáticamente en propiedad de la organización que regentea el veterinario Rafael Herrerías.

Algunos lectores recordarán, tal vez, que las cosas estuvieron a punto de cambiar en este aspecto, cuando el gobierno que encabezaba Andrés Manuel López Obrador decretó la expropiación de los derechos de apartado en favor de sus tenedores, quitándole a Herrerías el privilegio de obligar al público a renovarlos -merced a lo cual se embolsaba 20 millones de pesos, equivalentes al monto del alquiler anual del inmueble de la familia Cossío. La determinación, que fue saludada en su momento como una medida histórica, resultó a fin de cuentas un simple recurso político para bajarle los humos al veterinario, que a la postre consiguió que todo permaneciera como se encuentra ahora, esto es, como siempre.

Sin embargo, en el forcejeo entre gobierno y empresa surgió el compromiso de dar forzosamente una temporada de novilladas, que en este 2005 Herrerías cumplió con sorprendente puntualidad. A lo largo de todo el verano, salvo una interrupción, el público de la México -reducido por supuesto a su ínfima expresión- ha asistido domingo a domingo a su espectáculo favorito; de los logros artísticos, por supuesto, ya hablará el maestro Leonardo Páez, sobre el cual recayó la cobertura periodística del serial.

Por lo pronto, el domingo venidero se dará el festejo de los novilleros triunfadores, encabezados por Paul Cortés, que cortó el mayor número de orejas, toreó el mayor número de tardes y hasta "inmortalizó" un bicho que desde luego no merecía el indulto. ¿Cuántos de esos muchachos podrán transformarse en auténticas figuras de los ruedos? No es el momento de lanzar predicciones. Conste que mientras la duda se despeja, la moreliana Hilda Tenorio, que desde su debut el 30 de abril de 2002 dijo que era un milagro de la fiesta, recibirá la alternativa en las primeras fechas de la temporada menos chica y entrará, esperemos que pisando fuerte, en una nueva dimensión: para disiparse como polvo del camino o bien para erigirse en la mejor torera mexicana de todos los tiempos.

 
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