Enfrenta la peor crisis desde que asumió la presidencia
Cesa Yushenko al gobierno de la primera ministra de Ucrania
Moscú, 8 de septiembre. El presidente de Ucrania, Viktor Yushenko, cesó este jueves al gobierno en pleno de la primera ministra Yulia Timoshenko, desmanteló el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa y removió a su coordinador de asesores, en un intento de paliar la más grave crisis política en el vecino país eslavo desde que asumió el cargo, como resultado de la llamada "revolución naranja" de finales del año pasado.
De ese modo, a seis meses de las importantes legislativas de marzo de 2006 en las que, dependiendo de la composición de la nueva Rada o Parlamento, también estará en juego la ratificación -o el recorte sustancial- de las actuales facultades del jefe del Ejecutivo, Yushenko busca recomponer su entorno, salpicado de escándalos, como primer paso para relanzar su oferta electoral.
De un tiempo para acá, el primer círculo presidencial en Ucrania, integrado por políticos que se aliaron contra el anterior régimen de Leonid Kuchma y tuvieron un papel protagónico durante la "revolución naranja" que estalló en protesta por el colosal fraude electoral con el cual se intentó imponer al sucesor designado, Viktor Yanukovich, se volvió arena de soterrada lucha de clanes.
Las diferencias públicas devinieron abierta confrontación, en la medida en que altos funcionarios gubernamentales, por la vía rápida del enriquecimiento explicable, empezaron a defender los intereses de los distintos magnates favorecidos por las turbias privatizaciones en tiempos de Kuchma.
El detonante de esta crisis, al parecer, es el procedimiento en marcha para anular la adjudicación del Consorcio Metalúrgico de Nikipol (NZF, por sus siglas en ucraniano), propiedad de Viktor Pinchuk, yerno del anterior mandatario, que provocó la ruptura definitiva en el equipo de Yushenko.
En el contexto de la disputa por el NZF, el secretario de Estado, Oleksandr Zinchenko, quien fue coordinador general de la campaña de Yushenko, renunció hace unos días, tras acusar de corrupción al titular del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, Petro Poroshenko, a quien se identifica como principal cabildero de Pinchuk.
Zinchenko, en inusual conferencia de prensa que tuvo efecto de terremoto político en Kiev, arremetió también contra Oleksandr Tretiakov, coordinador de asesores del presidente, y Mykola Martynenko, líder de la bancada del partido gobernante Nuestra Ucrania, considerados cercanos a Poroshenko.
"Unos roban y otros dimiten", explicó el viceprimer ministro, Mykola Tomenko, al anunciar hoy que dejaba el cargo, al solidarizarse con las acusaciones formuladas por Zinchenko.
De inmediato Poroshenko, para evitar suspicacias de que pudiera utilizar el cargo en el sentido de entorpecer una eventual investigación en su contra, no tardó en presentar su renuncia.
El presidente Yushenko, al afrontar esta grave crisis de poder, optó por remodelar a fondo su equipo de colaboradores y decidió cesar al gabinete en pleno de la primera ministra Yulia Timoshenko, a quien catalogó de "propensa al populismo", y a los cuestionados Poroshenko y Tretiakov, encargando formar nuevo gobierno a Yuri Yenajurov, gobernador de la región industrial de Dniepropetrovsk en el este del país.
"En los últimos meses, permanentemente he tenido que limar asperezas entre el Consejo (de Poroshenko) y el Gobierno (de Timoshenko), entre el Consejo y la secretaria de Estado (de Zinchenko)", reveló Yushenko y se lamentó de que, ahora, "quedó en evidencia que el nivel de confianza entre ellos es cero".
Desde Alemania donde se encuentra en visita oficial, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, exhortó a "no dramatizar la situación en Ucrania" y dijo que hoy habló por teléfono con Yushenko para expresarle el apoyo del Kremlin.
Al dar un espaldarazo a Yushenko, el antiguo rival del candidato pro-ruso Yanukovich, Putin confirmó que, en la relación entre Rusia y Ucrania, los intereses nacionales priman sobre las simpatías personales.
En el caso de Alemania, se dan los dos componentes y ello explica que, en pleno cierre de la campaña electoral, Putin haya viajado hasta Berlín para ratificar junto con el canciller Gerhard Shroeder un acuerdo empresarial para construir un gasoducto que va a unir, a través del Mar Báltico y eludiendo el territorio de Polonia, ambos países.