Usted está aquí: miércoles 7 de septiembre de 2005 Mundo "Nada se pudo rescatar", dice un migrante

KATRINA

"Nada se pudo rescatar", dice un migrante

El Milagro, Qro., 6 de septiembre. José Ernesto Morales Rangel, migrante originario de esta comunidad que se ubica en el municipio de Huimilpan, logró salir de Nueva Orleáns tras las inundaciones que dejó el huracán Katrina en esa localidad estadunidense.

"Todo lo que pasó ahí fue horrible, de todo lo que teníamos nada se pudo rescatar", señaló en entrevista el joven de 20 años, quien luego de permanecer dos días en un albergue y por su condición de indocumentado, decidió regresar a Querétaro.

"Todas mis cosas, las de mis amigos. Todo se quedó allá, volvimos con lo puesto, el dinero que traíamos en nuestras carteras, la ropa puesta, nada más, así llegamos aquí", expresó.

José Ernesto emigró a Estados Unidos en febrero pasado en busca de una fuente de ingreso económico, fue así que llegó junto con cuatro amigos en Nueva Orleáns, donde hasta hace unos días trabajaba en la construcción de jardines, actividad por la que ganaba 400 dólares a la semana.

Tras los efectos de Katrina, Morales Rangel y sus amigos iniciaron el éxodo a bordo de un taxi, primero de Nueva Orleáns a Baton Rouge, y posteriormente hasta Houston, Texas, donde dos de sus compañeros decidieron quedarse, y él junto con un amigo más, decidieron regresar a sus respectivas ciudades natales al haber perdido todas sus pertenencias y haberse quedado sin dinero.

El joven queretano narró que su condición de indocumentado y el no hablar inglés le obstaculizaron el poder recibir apoyo luego de las inundaciones que azotaron Nueva Orleáns, por lo que determinó abandonar el albergue donde recibía pan, jamón y agua, que era la única ayuda que les hacía llegar las autoridades del lugar.

"Nosotros nos salimos (del albergue) el martes (hace una semana) en la tarde porque ya no aguantábamos, había mucha gente y era desesperante estar entre tantas personas, con el calor, sin luz y sin poderse bañar, sin cobijas, sin nada, dormíamos en el suelo", contó José Ernesto.

Estimó que cerca de 50 indocumentados de esta comunidad se quedaron en Nueva Orleáns y en otras ciudades como Luisiana donde cree que se encuentra su padre y su hermano con quienes no ha podido entablar comunicación.

Mariana Chávez, corresponsal

 
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