Usted está aquí: miércoles 31 de agosto de 2005 Política García Ramírez, ''carta'' para relevar a Madrazo

El ex procurador no estaba enterado y dejó pendiente su respuesta

García Ramírez, ''carta'' para relevar a Madrazo

Manlio Fabio Beltrones y Juan S. Millán fueron vetados por Arturo Montiel

CIRO PEREZ SILVA Y ENRIQUE MENDEZ; ISRAEL DAVILA REPORTEROS Y CORRESPONSAL

Ampliar la imagen Sergio Garc�Ram�z durante la conferencia sobre la Corte Penal Internacional que ofreci� Toluca FOTO Agencia MVT Foto: Agencia MVT

Ampliar la imagen Arturo Montiel y Roberto Madrazo FOTO Marco Pel� Foto: Marco Pel�

La crisis en la que Elba Esther Gordillo sumió al Partido Revolucionario Institucional (PRI), al romper con Roberto Madrazo Pintado, obligó a éste a modificar el escenario que se había planteado en el relevo de la presidencia partidista, viraje en el que debió aceptar la propuesta de que un tercero, el ex procurador general de la República Sergio García Ramírez, lo releve, una vez que dos de sus candidatos, Manlio Fabio Beltrones y Juan S. Millán, fueron vetados por Arturo Montiel Rojas.

Presentado ante los gobernadores, líderes de sectores y consejeros como una propuesta surgida de un supuesto consenso entre los dos precandidatos a la Presidencia de la República, por la tarde se supo que García Ramírez ni siquiera estaba enterado de su candidatura, lo que se tradujo en negociaciones de última hora en una cena con él, y eso enturbió aún más el escenario del PRI, previo a la reunión de su Consejo Político Nacional (CPN).

Al cierre de esta edición y con la conclusión de la cena en la que se buscó convencer a García Ramírez para ocupar la dirigencia nacional del PRI, los madracistas no lograron obtener respuesta favorable del ex procurador y todos se retiraron con la perspectiva de que hoy, antes de la votación en el Consejo Político, se logre resolver este trámite.

Falta de amarres

La falta de amarres con el ex procurador general de la República, perfiló la posibilidad de que en la sesión del CPN se aplique la prelación establecida en el artículo 164 de los estatutos y, en la eventual ausencia de Gordillo, el secretario de Organización, José Ramón Martell López Portillo, asuma la dirigencia por un plazo máximo de 60 días y se abra el espacio para negociaciones antes de volver a convocar al consejo para elegir a un dirigente sustituto.

Por la noche, a las 21:50, se presentó en la secretaría general -ubicada en el segundo piso del edificio 2 del Comité Ejecutivo Nacional- el notario público 241 del Distrito Federal, Sergio Rea Field, para entregar en las oficinas de Elba Es-ther Gordillo Morales la convocatoria a la sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional.

El documento fue recibido por Félix Guerrero Luviano, auxiliar administrativo, quien afirmó ante el notario que no había nadie más autorizado para el trámite. Aunque la convocatoria se entregó 13 horas antes de la cita para el consejo, el coordinador jurídico del CEN, Raúl Cervantes, afirmó que la notificación tiene validez porque es un hecho público y notorio, desde hace más de un mes, que el CPN sería convocado para conocer la renuncia de Madrazo y definir su relevo.

Frente a la incertidumbre que generó entre gobernadores, líderes de los sectores y consejeros el hecho de que García Ramírez era ajeno a la negociación, Madrazo y Montiel echaron mano de políticos cercanos al ex procurador para tratar de convencerlo de aceptar la nominación, con el argumento de evitar el conflicto jurídico y político que representaría llegar al pleno del CPN sin una carta para dirigir el tricolor y, eventualmente poner en riesgo la misma convocatoria para la elección del candidato presidencial en 2006.

Las conversaciones con García Ramírez son encabezadas, a petición de Madrazo y Montiel, por Carlos Madrazo, quien fue oficial mayor de la Procuraduría General de la República durante la gestión de José Antonio González Fernández, ex procurador capitalino y ex dirigente nacional del PRI, y Ricardo García Villalobos, ex magistrado del Tribunal Agrario.

El dirigente del sector popular, Manlio Fabio Beltrones, confirmó a las 21 horas: "no nos han hablado para confirmar" la candidatura del presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

El acuerdo para presentar a García Ramírez ante el consejo como candidato a sustituir a Madrazo Pintado se tomó en una reunión de casi tres horas en la sede nacional del PRI, en la que participaron gobernadores, líderes de los sectores, legisladores y consejeros políticos.

Ahí también se pactó que no trascendiera el nombre de García Ramírez hasta en tanto no se establecieran contactos con él para informarle de su postulación y obtener su beneplácito de presentarlo ante el consejo. Sin embargo, una declaración del gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, confirmando la candidatura de García Ramírez, terminó por alterar la estrategia y canceló una conferencia de prensa que ofrecerían, al término de la reunión, el presidente de la Comisión de Procesos Internos, Rafael Rodríguez Barrera, y el secretario técnico del consejo, Mariano Palacios Alcocer, para dar cuenta de los acuerdos.

Por la tarde, se manejó en el PRI la especie de que la declaración de Ulises Ruiz se debió a la intención de reventar la postulación de García Ramírez, y llegar a la sesión del consejo con otra carta.

Casi de forma simultánea en que se hizo oficial la candidatura del ex procurador, éste ofrecía una conferencia magistral en Toluca, y al concluir se negó a dar declaraciones sobre su nominación a dirigir el PRI.

La figura de Sergio García Ramírez se planteó como medio para conciliar las facciones confrontadas por el relevo en el PRI, el rompimiento de Elba Esther Gordillo y la advertencia de ella de defender en los tribunales su pretendido derecho de permanecer en la directiva nacional hasta las elecciones federales de 2006.

También se derivó de la imposibilidad de Roberto Madrazo de conseguir el apoyo mayoritario para impulsar la candidatura de alguno de los personajes que, se supo, se barajaron en los días recientes. Así fueron cayendo poco a poco Beltrones, quien fue impugnado por Arturo Montiel y Emilio Chuayffet; Jesús Murillo Karam, a quien tampoco le dio el visto bueno el gobernador mexiquense, y finalmente Juan S. Millán Lizárraga, por su cercanía al tabasqueño.

A lo largo de la reunión, los líderes de los sectores popular y campesino, Manlio Fabio Beltrones y Heladio Ramírez López, respectivamente, cuestionaron la imposibilidad de llegar a la sesión del consejo sin acuerdos y que las negociaciones se mantuvieran a nivel cupular, sin tomar en cuenta la opinión del resto de los consejeros.

No obstante, Ramírez López expresó la preocupación del sector campesino "por el clima de división" y, en ese sentido, afirmó que la CNC y los representantes del sector obrero consideraban prudente que se eligiera un dirigente nacional "que genere consensos". En ese punto propuso a Sergio García Ramírez, a quien "los sectores consideran que garantizará la unidad y no provocará más divisiones".

Manlio Fabio Beltrones expresó su acuerdo con la designación de García Ramírez, con el argumento de que el PRI debe concentrarse en recuperar el poder, y confirmó que, al concluir su periodo al frente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, se reincorporaría de lleno a sus actividades en el sector popular.

Por la mañana, en Metepec, y un día después de su rompimiento con Roberto Madrazo, Elba Esther Gordillo se reunió en privado con Arturo Montiel.

De acuerdo con fuentes cercanas al mandatario, la reunión tuvo una duración de dos horas y, al concluir, Montiel se reunió con Madrazo, para que ambos llegaran juntos a la reunión en el CEN, previa a la de hoy.

Sergio García Ramírez es presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, posición desde la cual defendió al ex presidente Luis Echeverría Alvarez y al ex secretario de Gobernación Mario Moya Palencia, involucrados en la matanza de estudiantes del 10 de junio de 1971. En esa época, García Ramírez ocupó la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Originario de Guadalajara, Jalisco, donde nació en 1938, fue procurador general de la República desde el 1º de diciembre de 1982 hasta el 30 de noviembre de 1988, y fue considerado uno de los seis tapados para la candidatura presidencial priísta.

A lo largo de su carrera fue juez del Tribunal para Menores del Estado de México, subdirector general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, subsecretario del Patrimonio Nacional, subsecretario de Gobernación, director de la Cárcel Preventiva y presidente de la Comisión Técnica de Reclusorios del DF.

También fue secretario del Trabajo, presidente de la Academia Mexicana de Ciencias Penales y presidente del Centro Mexicano de Escritores.

Entre 1999 y 2000 fue secretario general del PRI, durante la presidencia de Dulce María Sauri.

 
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