Usted está aquí: martes 12 de julio de 2005 Política Mi gobierno, el que más ha hecho en la historia: Fox

Hay que darle continuidad a su proyecto, dice Sahagún

Mi gobierno, el que más ha hecho en la historia: Fox

ROSA ELVIRA VARGAS ENVIADA

Izamal, Yuc., 11 de julio. Para ubicar a quienes aseguran, carentes de "información suficiente", que este gobierno "no ha hecho mucho", el presidente Vicente Fox aclaró: "yo les puedo decir que ha hecho mucho más que cualquier otro en la historia del país".

El mandatario hablaba ante indígenas mayas de Kimbilá, quienes por décadas esperaron el servicio de agua potable. Emocionado por la recepción y las expresiones de gratitud de la comunidad, abrió su discurso con sus recurrentes admoniciones hacia "los descreídos" de la democracia y la unidad nacionales.

"Hoy escuchamos el Himno Nacional y lo cantamos todos; lo cantaron nuestros niños. Es el mejor símbolo de unidad nacional: cristianos, evangélicos, católicos y de cualquier otro credo lo cantan. Grandes, pequeños, adultos, mujeres, niñas, niños, cantamos el Himno Nacional."

Porque México, agregó Fox, vive una "democracia de verdad". A veces pareciera, "cuando escucha uno los debates a escala nacional en los medios de comunicación, que esa unidad se hubiera perdido", lamentó.

Pero no es así, la democracia, según el Presidente, "nos está dando precisamente lo contrario": unidad, cohesión. Una "gran familia'' de 105 millones de mexicanos a la cual debe sumarse a quienes viven allende las fronteras y que en un acto de "verdadera justicia" podrán votar el próximo año para elegir presidente de la República.

Resuelto a utilizar toda tribuna pública a su alcance para defender su proyecto de gobierno y vincularlo con el programa del PAN -como lo ofreció hace unas semanas-, Vicente Fox no reprimió aquí su entusiasmo político.

Cuando vio en la valla a un hombre portando una playera con el nombre de Felipe Calderón Hinojosa -aspirante a sucederlo- le dijo: "¿Ya en las campañas?" Y casi sin esperar respuesta le replicó: "¡Hay cuatro buenos gallos!"

Sin embargo, junto a él, su esposa Marta Sahagún tenía más interés por hablar de la política, pero en primera persona. Casi al final de la gira, en Mahas, comisaría del municipio de Tixcacalcupul, recordó en una entrevista que mañana se cumplirá un año de su declinación a buscar la candidatura presidencial y pidió no centrar más el debate en si ella "debe o no" ser candidata.

Por supuesto, no aludió en esa declaración a las circunstancias por las cuales se vio obligada a tal deslinde: la carta del ex secretario particular y ex vocero presidencial Alfonso Durazo, difundida el 19 de junio de 2004, donde denunciaba las aspiraciones políticas de Marta Sahagún, alentadas, dijo, desde la propia casa presidencial.

En vez de eso, la esposa del Presidente -integrante de la Comisión Política del PAN- hoy prefirió teorizar.

Para retener la Presidencia, señaló, el blanquiazul debe "acelerar el paso en todo aquello que se ha logrado obtener". También es preciso "aprender de los errores, seguir convenciendo; tener el discurso adecuado, la oferta política correcta'' y que el debate se dé -pidió- alrededor del proyecto de nación. En síntesis, buscar la continuidad del proyecto enarbolado por Fox Quesada.

Así alternaron ambos, el Presidente y su esposa, sus discursos, el diálogo con la gente en esta gira. Y se detenían ante cada grupo, atendían cada solicitud -así se tratara, como en el último punto, de una sacristía- lo que, se advertía, exasperaba al gobernador Patricio Patrón y a su esposa.

Porque mientras Fox inauguraba la Semana Indígena y pedía a los medios de comunicación no esperar grandes obras, sino pequeñas, pero de alto impacto para mejorar el nivel de vida de los pueblos indios, también presumía: "el presidente anterior, el que me entregó el poder el 1º de diciembre de 2000, en los seis años de su gobierno no invirtió una cifra similar a la que se está invirtiendo, sólo en este año; en seis años no llegó a los 60 mil millones de pesos'' destinados para la construcción de carreteras, puentes, distribuidores viales y libramientos.

Y pasaba de esa grandilocuencia a tratar de remediar, por ejemplo, las dificultades de unos niños en la comunidad Huechenbalam, para trasladarse 12 kilómetros y llegar a la secundaria.

En su afán de facilitar las condiciones para la continuidad de los estudios, Fox Quesada ofrecía que la señora Marta les enviaría bicicletas. Ella lo secundaba. "Para que hagan el esfuerzo, que vayan a la secundaria. No es un juguete, es un medio de transporte", decía Sahagún.

Pero de pronto el mandatario hizo cuentas: "12 kilómetros son como ir del rancho a León, ¿tú te los echas en bici?", le replicaba a su esposa.

"No, yo no", se defendía ella.

"Son como tres horas", calculaba el jefe del Ejecutivo federal.

"¡Pero es mejor que ir a pie, amor!"

El tema se cerró con la alternativa de buscar un albergue para esos dos niños, presentada por Xóchitl Gálvez, responsable de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Y cerraban el recorrido en el recóndito Mahas, con un programa para atender la desnutrición infantil, evidente en la estatura y la complexión de cada niño del lugar.

En comunidades prácticamente monolingües, donde el verdadero lujo está en comer legumbres, pues se ha terminado ya con los huertos familiares, el matrimonio Fox se sentó en un comedor con los infantes a degustar sopa de verduras y picadillo de soya.

Frente a ese panorama, el mandatario insistía, también en sucesivas entrevistas, en la reducción, durante su mandato, de 5 millones 600 mil personas antes en pobreza extrema, si bien admitía: "nos quedan 17 millones de personas" que todavía están en esa condición. Pero todo es gradual, "no podemos entrar con una varita mágica a resolver todos los problemas a la vez y en todas las comunidades". El punto básico, decía, es la nutrición, "para que una vez bien alimentados y bien comidos, los niños reclamen a sus padres, a los gobernantes, a los medios de comunicación, las oportunidades que van a requerir".

Y Marta Sahagún, a su vez, también hacía saber, mientras prodigaba besos y atendía solicitudes: "Esa es mi chamba, estar cerca de las necesidades de la gente ¡Y no la cambio por nada!"

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.