Usted está aquí: sábado 2 de julio de 2005 Política Apoyan convertir la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en consejo permanente

Coinciden naciones y ONG en la necesidad de dar mayores atribuciones a la instancia

Apoyan convertir la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en consejo permanente

Cuba, ausente de la reunión en Puebla; México invitó a países afines a su planteamiento

JOSE ANTONIO ROMAN ENVIADO

Puebla, Pue., 1º de julio. Con la ausencia de Cuba, nación a la que no invitó el gobierno de México, la reunión preparatoria sobre la reforma a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en materia de derechos humanos concluyó con un avance importante en la propuesta de transformar el Alto Comisionado en un consejo "permanente", con mayores facultades fiscalizadoras y de prevención, así como más recursos económicos.

Acerca de la reunión privada de dos días realizada en esta ciudad, en la que participó una treintena de delegaciones de diversas naciones y de organismos defensores de los derechos humanos, se informó que la discusión se centró básicamente en si el Alto Comisionado se transforma o no en consejo; las formas y los mecanismos para elegir a sus integrantes, y los alcances de las atribuciones de esa instancia, que dejaría de depender de la ONU para convertirse en órgano de vital importancia.

En el encuentro, expresaron varios de los delegados asistentes, privó la idea de respaldar el fortalecimiento de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, entre otras formas mediante su interacción con el Consejo de Seguridad, y en general se coincidió en reforzar la presencia de las garantías básicas en la ONU.

En este sentido, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, expresó en la víspera su beneplácito por el apoyo de los delegados a la reunión, e insistió en que esta reforma quiere impulsar el liderazgo y la cooperación internacional de la oficina que encabeza, con el fin de fomentar y proteger los derechos humanos.

Sin embargo, en la reunión se reconoció también que la comisión, órgano principal de la ONU en materia de derechos humanos, también adolece de una progresiva parálisis al momento de abordar eficazmente las violaciones a las garantías básicas en el mundo.

Así, la propuesta de crear un consejo con mayor autoridad, de carácter permanente y cuyos miembros puedan reunirse en el transcurso del año y no sólo cinco semanas entre marzo y abril, representa desde luego una gran promesa de mejora en la capacidad de Naciones Unidas para promover y proteger esas garantías.

El director para América de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, señaló que este organismo apoya el planteamiento del consejo, y dijo que éste debe corresponder a la primacía que concede la Carta de Naciones Unidas al fomento del respeto a los derechos humanos como objetivo de la ONU.

El activista expuso que aun cuando es encomiable la enorme contribución de la comisión al respeto de los derechos humanos, lo cierto es que en los recientes años se ha convertido, fundamentalmente, debido a su composición, en una instancia donde aquellos que tienen el peor récord en materia de derechos humanos se hacen elegir para, con ello, protegerse de la fiscalización y, al mismo tiempo, utilizar esa instancia para investigar a sus enemigos políticos. Tal es el caso de Cuba, dijo en entrevista.

Para este último caso, el director de Derechos Humanos de la cancillería mexicana, José Juan Gómez Camacho, informó que el gobierno mexicano tomó la determinación de no invitar a la delegación cubana, pues se quiso privilegiar a las delegaciones que tienen mayor afinidad con la propuesta mexicana en la materia. Las delegaciones participantes fueron Alemania, Argelia, Australia, Argentina, Canadá, Colombia, España, Reino Unido, Japón y Noruega, entre otras.

El chileno José Miguel Vivanco también reconoció el progresivo descrédito de la comisión, por lo cual -añadió- el secretario de la ONU, Kofi Annan, anunció una gran reforma, no sólo en el organismo multilateral, sino también en la Comisión de Derechos Humanos, situación que se deberá discutir ampliamente en la Asamblea General, en septiembre próximo.

Explicó que, por las fechas de su convocatoria, la comisión no tiene capacidad de hacer el seguimiento de sus propias recomendaciones o informes, y se tiene que esperar un año para valorar esos casos y plantear nuevos.

A pesar de que el objetivo de la reunión preliminar, convocada por México, no tenía el propósito de alcanzar un acuerdo final, sí dio como resultado poner sobre la mesa algunas ideas tendientes a proteger la eficacia y credibilidad de la comisión, y que se avanzara en una serie de propuestas específicas, sobre las cuales crece el acuerdo, dijo José Miguel Vivanco, quien se mostró optimista sobre este proceso de reforma.

 
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