Organizadores especularon con Pavarotti, acusan
Derrama de 12 mdd por el concierto en Monterrey
Monterrey, NL, 7 de junio. El presidente de los hoteleros de Nuevo León, Abraham Kirsch Kleiman, informó que el concierto de los tenores Plácido Domingo y José Carreras, acompañados por el cantante mexicano Alejandro Fernández, dejó una derrama económica de 12 millones de dólares.
Uno de los detalles que más inconformó a los aficionados al bel canto, fue la ausencia de Luciano Pavarotti, anunciada dos días antes del concierto, no obstante que desde hace dos meses se conocía en España que el tenor italiano se sometería el 3 de junio a una operación en el cuello, lo que le impediría cantar el 22 de junio en Toledo, en un festival para conmemorar el cuarto centenario de El Quijote y por lo mismo era imposible que un día después de la cirugía pudiera presentarse en Monterrey.
En un cable de la agencia Europa Press, fechado el 14 de abril de este año, que se publicó en el sitio albacity.org, entre otros, se asentó que ''Luciano Pavarotti ha cancelado hasta finales del mes de agosto la gira mundial que contemplaba una actuación en Toledo (España) el próximo 22 de junio. Según su agente, el tenor deberá someterse a una operación menor -del cuello- el 3 de junio, lo que le impedirá regresar a España" este 2005.
El viernes, resolución de la Profeco
De momento y según los responsables de la gira de Pavarotti, se asentó, ''el tenor regresará a los escenarios en Estados Unidos, desde donde viajará a Australia y después recorrerá Asia hasta finales de diciembre. Por tanto, será hasta el próximo año cuando el público español pueda disfrutar de nuevo su voz".
El 18 de mayo el Diario Vasco y ABC de Toledo dieron a conocer que sería la soprano Montserrat Caballé, quien cantaría en lugar de Pavarotti, en esa ciudad.
El tenor italiano canceló otras presentaciones, pues en febrero pasado no acudió a Colombia y en abril no se presentó en el Festival Internacional de la Música de Galicia, y unos días antes de estar programado en la capital de Nuevo León, había cancelado en Dublín, Irlanda.
No obstante, ni el gobierno estatal ni la empresa promotora del concierto en Monterrey parecían conocer esos datos, o quizá, como sostiene la bancada del Partido Acción Nacional en el Congreso local, ''mintieron" para poder colocar los 45 mil boletos del recital que se promocionó profusamente como ''Los Tres Tenores", y en principio se le bautizó como ''Gran Finale", por ser -se dijo- el último en el que actuarían juntos.
La delegación estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Consumidor (Profeco), decidirá este viernes en relación con las quejas presentadas por más de mil asistentes al concierto organizado por la empresa Latin Event Promotions, que reclamaron la devolución de su dinero porque no se presentó Pavarotti, no se respetaron sus lugares asignados, hubo retrasos en el acceso y ocurrieron fallas de seguridad, aseveró el jefe de servicios al consumidor de la dependencia, José Steele Garza.
El funcionario de la Profeco expuso que si proceden las quejas, se obligará a la compañía del español Vicente Gómez Escribano a devolver el monto de los boletos, además de imponerle una sanción económica que la ley prevé de 300 hasta 960 mil pesos, cifra que puede llegar al doble cuando existe reincidencia.
En ese contexto, el departamento de espectáculos del ayuntamiento de Monterrey, requirió a la empresa mencionada, para que respondiera por las fallas en la presentación del recital.
Como no acudieron sus representantes, se da por cierto que acepta la resolución del municipio, consistente en imponerle una multa de 900 días de salario mínimo (38 mil 900 pesos), señaló Rafael Ruiz, jefe de inspectores de la dependencia.
Mientras, Vicente Gómez Escribano, presidente de la empresa organizadora, ofreció disculpas y dijo estar ''abochornadísimo", pero culpó al Estado Mayor Presidencial por el caos imperante, al imponer medidas de seguridad de última hora; también atribuyó responsabilidad a los asistentes ''por no tener la cultura" que el público tiene en otras partes, que va temprano, se sienta y espera, mientras aquí, dijo, quisieron llegar al momento en que comenzaba el recital.