Tensiones por exportación textil y falsificaciones asiáticas
Confía China en resolver disputas comerciales con EU
Justifica funcionario estadunidense barreras a importación
Pekín, 4 de junio. Altos funcionarios de comercio de Estados Unidos y de China buscaron reducir el sábado las tensiones entre ambos países producidas por las mayores exportaciones textiles y la desenfrenada falsificación de productos estadunidenses por parte de la nación asiática.
El ministro de Comercio de China, Bo Xilai, se mostró optimista tras una reunión con su par estadunidense, Carlos Gutiérrez, y manifestó que el fortalecimiento de los lazos comerciales bilaterales en el último cuarto de siglo debería permitir resolver las disputas que surjan.
"El comercio chino-estadunidense presenció un progreso tan grande en los últimos 26 o 27 años y los dos países deberíamos tener la capacidad de acordar adecuadamente por el problema del comercio textil y por otras dudas", expresó Bo Xilai después de la reunión de 45 minutos, según Xinhua, la agencia oficial de noticias de China.
"China se convirtió en el tercer socio comercial más importante de Estados Unidos y es natural que surjan algunos problemas (...) Intercambiamos sinceramente nuestras posiciones sobre el asunto textil," añadió el funcionario chino.
De acuerdo con Xinhua, Gutiérrez aseguró que había mantenido una "buena reunión" con Bo Xilai.
Las importaciones estadunidenses de ropa de origen chino aumentaron desde que el primero de enero finalizó un régimen global de cuotas, lo que impulsó al gobierno de George W. Bush -presionado por la industria textil doméstica- a establecer barreras de emergencia a la importación de pantalones, camisetas, ropa interior e hilo de algodón de China.
China manifestó que la medida, al igual que iniciativas similares de la Unión Europea, es injustificada y viola las reglas de la Organización Mundial de Comercio.
Respecto del encuentro con Bo Xilai, Gutiérrez expresó que entiende que los funcionarios chinos estén insatisfechos con la decisión de Estados Unidos, pero agregó que Washington ya estaba sintiendo la agitación del problema.
"No creo que haya una apreciación integral en China sobre el nivel de presión política que enfrentamos con respecto a nuestra relación", explicó a periodistas el representante estadunidense.