Usted está aquí: viernes 6 de mayo de 2005 Política Concordia y diálogo, el mejor camino para defender nuestra democracia: Fox

La unidad es el cimiento del progreso nacional, afirma el titular del Ejecutivo

Concordia y diálogo, el mejor camino para defender nuestra democracia: Fox

El Presidente rememoró el triunfo de las fuerzas mexicanas sobre el ejército francés en 1862

CIRO PEREZ SILVA Y LA JORNADA DE ORIENTE ENVIADO

Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox, su esposa, Marta Sahag� el gobernador de Puebla, Mario Mar� encabezaron la ceremonia por el 143 aniversario de la gesta del 5 de mayo FOTO Jos�asta�s

Puebla, Pue., 5 de mayo. El camino de la concordia, del diálogo, de la unidad, es aquel en el que podremos hacer la mejor defensa de nuestra democracia, afirmó aquí el presidente Vicente Fox, al conmemorar el 143 aniversario de la batalla de Puebla.

Al iniciar la conmemoración de la victoria sobre el ejército francés, Fox Quesada retomó la línea discursiva que ha mantenido desde el pasado 27 de abril, cuando en un mensaje a la nación dio marcha atrás en el proceso judicial iniciado por su administración en contra del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.

En la explanada del monumento a Ignacio Zaragoza, el Presidente de la República enfatizó que con la conmemoración de la batalla de Puebla, ''los mexicanos debemos recordar que la unidad nacional es nuestra más importante defensa, que la unidad nacional se fortalece con nuestra diversidad, que la unidad nacional es el cimiento de nuestro progreso''.

Unir fuerzas para consolidar la democracia

Hoy, subrayó, ''las y los mexicanos estamos llamados a defender nuestra nación; debemos unir fuerzas para consolidar un México democrático y plural, un México justo e incluyente'', luego de asegurar que ''estamos obligados a trabajar por la nación que nos ha sido legada a fuerza de valentía, heroísmo y patriotismo; estamos obligados a trabajar intensamente para mantener y acrecentar la grandeza de nuestro querido México. De todos nuestros deberes, el más elevado, el más honroso, es servir a la patria''.

Poco antes de tomar la protesta de bandera a los conscriptos del Servicio Militar Nacional clase 1986, anticipados y remisos, así como al personal femenino voluntario, el presidente Vicente Fox aseveró que el México de libertades, independiente y soberano que hoy tenemos, ''no sería posible sin el sacrificio de grandes héroes, de patriotas que entregaron la vida en defensa de nuestra nación''.

Fox Quesada estuvo acompañado en esta ceremonia por su esposa, Marta Sahagún; Mario Marín Torres, gobernador de Puebla; Mariano Azuela Güitrón, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Ricardo Clemente Vega García, secretario de la Defensa Nacional; Marco Antonio Peyrot, secretario de Marina; Diego Fernández de Cevallos, presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, además de Héctor Ortiz, gobernador de Tlaxcala, entre otros.

Aquí recordó que el 5 de mayo de 1862 se escribió una página gloriosa de la historia nacional, y mencionó nombres como los de Ignacio Zaragoza, Felipe Berriozábal y Francisco Lamadrid, así como el contingente de indígenas zacapoaxtlas, que, aseguró, están inscritos en la memoria nacional.

En su breve discurso, Fox Quesada recordó la proclama que el general Ignacio Zaragoza dirigiera a sus soldados, previo a la batalla contra el invasor, aquella mañana del 5 de mayo de 1862: ''Hoy van a pelear por un objeto sagrado, vamos a pelear por la patria; nuestros enemigos son los primeros soldados del mundo, pero vosotros sois los primeros hijos de México''. Con estas palabras, agregó, se dio inicio a una gesta heroica en la que los mexicanos se unirían en defensa de la patria.

Homenaje a trabajadores indocumentados

Posteriormente, el Presidente de la República y sus acompañantes presenciaron el desfile cívico militar que, con una duración de una hora 45 minutos, tuvo como tema las relaciones de México con otros países, destacando un carro alegórico que rendía homenaje a los trabajadores mexicanos indocumentados, quienes enfrentan día con día la dificultad de laborar fuera de su país, en una nación extraña.

En este desfile se mezclaron Benito Juárez con Abraham Lincoln, los Beatles y su submarino amarillo con Cleopatra, grandes águilas de oropel que batían sus alas al ritmo de samba, gitanas y etnias africanas, zacapoaxtlas y xochiapulcas, charros y bomberos, además de miles de alumnos de escuelas e institutos de Puebla, Tlaxcala y Veracruz.

De acuerdo con el parte que rindió Máximo Pastrana al jefe supremo de las fuerzas armadas, intervinieron en el desfile 5 mil 123 elementos del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos; 969 efectivos de la Secretaría de Marina; 12 mil 500 alumnos de diversos colegios de Puebla, 44 carros alegóricos y otras tantas bandas de música. En total, informó, sumaron 22 mil 900 participantes.

 
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