Exhibe 15 volcanes en la iglesia de San Francisco
Rojo pide enriquecer el Centro Histórico con obra moderna
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El artista Vicente Rojo durante la inauguraci�e su exposici�5 volcanes, ayer, en el atrio de la iglesia de San Francisco, Centro Hist�o FOTO Carlos Cisneros
Continuar con la apertura de espacios públicos en el Centro Histórico de la ciudad de México, así como enriquecer la zona con obra moderna, pidió el artista Vicente Rojo al inaugurar ayer su exposición escultórica 15 volcanes en el atrio de la iglesia de San Francisco, en la calle de Madero.
Se trata de la primera de una serie de muestras programadas en ese espacio, que concluirá el 4 de junio.
Para Rojo ''sería absurdo hacer pastiches de obras coloniales''. Todo lo que se hace en el Centro Histórico, afirma, necesita tener un ''espíritu actual'' y así crear un contraste necesario entre ese pasado riquísimo y un presente que se impone.
Las esculturas de Rojo, de pequeño formato, se dividen en tres grupos: Volcán encendido, Volcán apagado y Volcán primitivo y fueron creadas en 2000 para un proyecto de Impronta Editores.
De hecho, se suman a otros volcanes suyos en exhibición en el Museo del Palacio de Bellas Artes, como parte de la muestra El mito de dos volcanes. Popocatépetl-Ixtaccíhuatl.
El tema de los volcanes no es nuevo en la obra de Rojo. Sin embargo, al referirse a estas primeras esculturas, el artista asegura: ''La imagen del volcán es tan rica, poderosa, que quería reducirla a mi escala. En ese caso concreto lo que me gustaba de ese imaginar volcanes era que se viera que estaban hechas con mis manos. Es decir, que tuvieran la medida de una mesa, de un caballete. Y que hubiera además elementos reconocibles, como conchas, cañas o esferas de trabajos escolares.
''Me interesaba que esos elementos se notaran, se identificaran, para precisar que son volcanes construidos que no imitan, representan o copian uno natural.''
Adrián Pandal, director de la Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, instancia organizadora de la muestra, dijo que el atrio de San Francisco ocupaba un terreno abandonado desde los sismos de 1985, con escombros y basura.
La fundación, junto con la Delegación Cuauhtémoc y demás autoridades, lo recuperó como espacio público. Allí se han organizado galas de ópera y pastorelas, pero ahora quieren implantar un programa de exposiciones.
El atrio de San Francisco colinda con la parte posterior del edificio Rul que será restaurado para albergar el Centro Cultural de Colombia, en la planta alta.