Usted está aquí: viernes 11 de marzo de 2005 Economía La francesa Suez decidirá si mantiene negocios en Argentina

En crisis, su subsidiaria Aguas Argentinas

La francesa Suez decidirá si mantiene negocios en Argentina

REUTERS

Paris, 10 de marzo. La compañía francesa de servicios públicos Suez, que mantiene una conflictiva relación con el gobierno argentino, decidirá este año si mantiene su negocio de suministro de agua potable en ese país o se retira, dijo el jueves la firma.

''La situación se está convirtiendo en un asunto urgente. Nuestra subsidiaria Aguas Argentinas atraviesa un estado crítico. Si es posible una negociación, nos mantendremos (en el país), o si el gobierno argentino busca nacionalizar la compañía, entonces saldremos'', dijo el presidente de la compañía, Gerald Mestrallet, en una conferencia de prensa.

Suez fue afectada por el colapso de la economía argentina en 2002 -que incluyó el congelamiento de tarifas de servicios públicos- pero desde ese momento tomó previsiones para cubrir todos sus riesgos en el país por la suma de 700 millones de euros (936 millones de dólares).

''Argentina ya no está en un problema financiero, sino en un problema humano y estratégico'', consideró Mestrallet en conferencia de prensa.

Consultado acerca de cuál sería el impacto en las cuentas del grupo si Suez sale de Argentina, afirmó que ''la pregunta es cuánto de nuestras previsiones recuperaríamos'', dando a entender que el impacto incluso podría ser positivo.

Aguas Argentinas, en la que Suez posee 40 por ciento, mantiene una tirante relación con el presidente Néstor Kirchner, que en muchas oportunidades declaró que cree que las empresas amenazan con problemas en el servicio para presionar por un alza de las tarifas.

En enero, Kirchner amenazó con tomar acciones contra Aguas Argentinas si la empresa no expandía su red de agua potable y cloacas, pero Mestrallet reiteró el jueves que la empresas ha cumplido todas sus obligaciones y que estaba listo para negociar y resolver el conflicto.

El primero de marzo, al abrir las sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Kirchner advirtió que no forzaría a ninguna empresas extranjera a quedarse en el país, y sostuvo que el Estado estaba listo para tomar el control, si era necesario.

Desde que asumió en mayo de 2003, Kirchner decidió nacionalizar algunos servicios como el servicio postal y una red ferroviaria, retirando la concesión a empresas privadas por incumplir los contratos.

Largo conflicto

Las tarifas de los servicios públicos en Argentina -muchas de ellas fijadas en dólares- fueron congeladas en 2002 tras la devaluación del peso.

El entonces presidente argentino Eduardo Duhalde tomó esa medida para evitar que las tarifas se encarecieran, en momentos en que la moneda se desplomaba 65 por ciento y la mitad de la población caía en la pobreza.

El gobierno argentino se puso como objetivo renegociar este año unos 60 contratos de servicios públicos, y los más conflictivos -como los de distribución de agua, energía eléctrica, gas y telecomunicaciones en las zonas más pobladas del país- siguen pendientes.

El miércoles por la noche Kirchner -quien aseguró este mes que la renegociación de los contratos era el conflicto de intereses pendientes más importante de su gobierno- dijo en una entrevista televisiva que las firmas del sector deben ''acostumbrarse a que están en Argentina''.

Así hizo referencia a la necesidad de fijar las tarifas en moneda local y a dirimir los conflictos en tribunales argentinos, y no en la corte de resolución de diferendos por inversiones del Banco Mundial (Ciadi), como quieren hacerlo las empresas.

Las firmas ''van a tener que rever seriamente las demandas que han iniciado en el Ciadi'', dijo Kirchner.

 
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