Usted está aquí: miércoles 9 de marzo de 2005 Sociedad y Justicia Reclamo de indígena perturba el festejo oficial por Día de la Mujer

Exige al presidente Vicente Fox poner "más atención" en construcción de carreteras

Reclamo de indígena perturba el festejo oficial por Día de la Mujer

Ofrece el jefe del Ejecutivo aplicar toda la fuerza del Estado para acabar con el maltrato

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

Ampliar la imagen El presidente Vicente Fox, al t�ino de una comida con mujeres ind�nas en la residencia oficial de Los Pinos FOTO Mar�Luisa Severiano

El Día Internacional de la Mujer había transcurrido entre felicitaciones y discursos de reconocimiento, cuando una indígena chiapaneca de la etnia tzeltal tomó la palabra y pidió al presidente Vicente Fox Quesada poner "más atención" en la construcción de carreteras para que las enfermas que viven en lugares apartados puedan llegar a las clínicas en vez de enfrentar una "muerte sin esperanza".

"Por lo menos ponga importancia en esas carreteras para tener la esperanza de decir sí voy a luchar para llegar a la clínica o a San Cristóbal (de las Casas, Chiapas), porque si no, ¿cómo?", señaló Sebastiana Vázquez con voz entrecortada.

Ataviada con ropa indígena, la mujer puso en duda que el Seguro Popular beneficie realmente a las familias que viven en lugares apartados y expuso las dificultades que enfrentan las casas de salud para atender a las pacientes.

De igual forma, refirió cómo caminan las mujeres durante horas para que les hagan justicia, y se encuentran con que no pueden comunicarse en su idioma porque "en lengua indígena no existe el derecho", por lo que mejor se plantan: "que me maten de una vez, ¿no?"

Sus afirmaciones sobre la realidad indígena contrastaron con el mensaje que por la mañana pronunció el presidente Vicente Fox sobre las bondades del Seguro Popular y sus dos "grandes anuncios": que a partir de hoy se atenderá a las mujeres que padezcan cáncer cérvico-uterino y se otorgará un seguro de vida por 10 mil pesos al beneficiario.

También quedaron atrás las palabras de las mujeres que desfilaron frente al micrófono, en dos actos sobre esta conmemoración, quienes se dedicaron a elogiar los programas gubernamentales. Inclusive algunas insistieron en reconocer, antes que otra cosa, el apoyo de los hombres, como hizo la esposa del Presidente, Marta Sahagún.

En la primera celebración, que se llevó a cabo en los jardines de la hondonada de la casa presidencial, Fox Quesada aceptó que la mujer continúa siendo víctima de violencia, y aseguró que aplicará toda la fuerza del Estado para acabar con ello. Respecto del caso de los asesinatos contra mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, afirmó que su gobierno ha actuado con "firmeza".

Minutos antes, Marta Sahagún aseguró que México está corrigiendo el rumbo en atención a las mujeres, y las llamó a abrir los ojos, a romper el silencio y a buscar el "empoderamiento".

En los discursos todo parecía sencillo, pero en la realidad hasta la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, se enfrentó a la discriminación precisamente el Día Internacional de la Mujer, cuando un elemento del Estado Mayor Presidencial le impidió el paso, porque tenía la orden de dejar entrar sólo a los secretarios de Estado. La funcionaria tuvo que decirle su nombre y aclararle que llevaba cuatro años al frente de la Sedeso.

En la comida con mujeres indígenas, que también tuvo lugar en la residencia oficial de Los Pinos, Sebastiana Vázquez, originaria del municipio de Chalchihuitán, rompió con el protocolo de los actos oficiales.

Cuando la comisionada nacional para la atención de los pueblos indígenas, Xóchitl Gálvez, le dio la palabra para que describiera la labor de las casas de salud, hizo un largo relato sobre los problemas de las mujeres.

"Me preguntaba por qué en otros municipios hemos cambiado mucho, pero aquí las mujeres no existen, porque siguen siendo violentadas en sus casas, en las instituciones y en la procuración de justicia, que es donde hemos enfrentado casos.

"Y las muertes, sin que tú puedas hacer algo. Entonces, lo que ha hecho la casa de salud es documentar esos casos."

Después habló sobre cómo las mujeres tienen que caminar durante horas en busca de justicia y se encuentran con un juez que atribuye sus problemas a que no hicieron las tortillas para su marido. O cómo un presidente municipal rechaza trabajar con ellas, porque "van a hacer ruido".

"Sólo la gente que nunca lo ha vivido no puede pensarlo. Yo decía señor presidente, a la señora Marta Sahagún, que hace dos semanas lo viví en carne propia: decir está sangrando una mujer ahí en el camino, a ocho horas para llegar al municipio."

Pero a decir de esta indígena tzeltal, las casas de salud no han sido la solución, porque "necesitan muchas cosas. Necesitamos entender cuál es el derecho (...) habría que buscar la traducción en lengua indígena".

"Espero que el señor Presidente ponga más atención en estos lugares", remató.

Esos argumentos dejaron casi sin palabras a Gálvez, quien sólo atinó a decir que era un testimonio real, de que los indígenas fueron abandonados muchos años y "fueron objeto de demagogia".

Dijo sentirse apenada por "darle lata" al presidente Fox, siendo que ha hecho un esfuerzo extraordinario al asignar recursos a esa comisión indígena.

Mientras la indígena se quejaba, Fox se mantuvo serio, según se pudo observar en la imagen que se transmitió por circuito cerrado, porque no se dio acceso a los representantes de los medios de informción.

Al final del acto, el mandatario pronunció un breve discurso, en el que aceptó que el dinero no alcanza, aunque insistió en que su gobierno trabaja duro para hacerlo rendir. Para finalizar, regresó a su discurso optimista y recordó que el día, "de alguna manera, era de fiesta".

 
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