Usted está aquí: domingo 13 de febrero de 2005 Espectáculos Fans agreden en Texcoco camerino móvil de Lupillo Rivera

Molestó a seguidores no poder saludar al cantante

Fans agreden en Texcoco camerino móvil de Lupillo Rivera

Ampliar la imagen Lupillo Rivera en una de sus recientes actuaciones FOTO ARCHIVO

Texcoco, Estado de Mexico. Cientos de fans del cantante de corridos Lupillo Rivera, deseosos de recibir un autógrafo de su ídolo, tomarse una foto o, simplemente, saludarlo, molestos por no obtener ni una cosa ni otra, agredieron el vehículo-camerino, lo cual obligó al artista a salir por el espacio del conductor y darse prácticamente a la fuga.

Lo anterior ocurrió durante el concierto grupero al que asistieron más de 30 mil personas para disfrutar de uno de los programas más atractivos del año para quienes escuchan este tipo de música: El Recodo, Pequeños Musical, Margarita y el citado Lupillo.

Cientos de automovilistas no lograron estacionar su unidad en el amplio espacio dispuesto para la ocasión y colocaron las unidades de transporte a ambos lados de la autopista.

En su carro-camerino, Lupillo expresó: "Quiero salir, díganles que sólo los voy a saludar". Un miembro del equipo de seguridad salió y dijo eso a la gente, pero más los alborotó. Se apretujaron y se informó a Lupillo que "la cosa estaba fea".

Javier Rivera, manejador del intérprete de El moreno, aconsejó suspender todo contacto con el público. Se apagaron las luces interiores y Lupillo, quien tuvo una de sus noche de éxito, optó por irse del camerino.

"La masa no entiende de razones. Se dejan llevar y puede ser peligroso para todos", comentó el manejador, quien tiene más de 30 años de experiencia organizando bailes masivos y sabe de los riesgos de provocar una reacción en cadena.

El concierto inició a las ocho de la noche y acabó a eso de las cuatro de la madrugada.

Antes

La llamada Diosa de la Cumbia, Margarita, cantó antes que Lupillo. Espació sus éxitos, algunos de su paso con La Sonora Dinamita y de su último disco, titulado Cuidado que vengo yo, donde incluye piezas a ritmo de vallenato. El tema denominado Traicionero fue uno de los más coreados y cientos de parejas bailaron las tropicales, sentimentales y pegajosas.

Siguió Lupillo. Tuvo eco en el gusto de la gente. Subió a los andamios, donde cantó las que lo han hecho popular, sobre todo covers de piezas de José Alfredo Jiménez. Como ya es típico, hizo subir al escenario a algunos niños, a los que les regaló dinero, "para que vayan y se compren ropa o lleven a comer a sus papás".

Corrió hacia otros dos escenarios, situados lejos del suyo, para saludar a los integrantes de Pequeños Musical, para muchos la mejor representante de la música de banda en México, hoy por hoy, y a los de El Recodo, entre otros a Poncho y a Mimoso, líder y vocalista, respectivamente, de los sinaloenses.

Regresó para acabar su actuación. Ya el público estaba en sus manos y provocaba reacciones como gritos, le lanzaban prendas femeninas, sombreros, chamarras, latas de cerveza y botellas de tequila. Regaló su tejana, de varias decenas de estrellas, su corbata y hasta el saco, uno de los 40 que un patrocinador le mandó hacer. "De éstos ya no se hacen; fue una línea única", comentó.

Luego vino el incidente del camerino. Lupillo se presentará hoy en Santa María Aztahuacán, Iztapalapa, donde se espera otro lleno del cantante que informó que ya prepara un nuevo disco, donde se hará acompañar de un mariachi. Tal es la novedad. "El chiste de cantar covers es hacer olvidar la versión original", precisó.

 
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