PENULTIMATUM

Hickey, voz crítica

LA OLA CONSERVADORA que azotó a Estados Unidos las recientes semanas impidió aquilatar lo que significa para ese país y América Latina la muerte de James Hickey, arzobispo de Washington. El también cardenal fue un ferviente defensor de los derechos humanos y la voz de la Iglesia que con más vehemencia pidió el fin de la ayuda militar de Estados Unidos a los regímenes represores de Centroamérica.

ESPECIALMENTE DESTACO su labor para impedir que en El Salvador hicieran de las suyas los escuadrones de la muerte, los que asesinaron en 1980 a la figura más importante de la Iglesia católica en dicho país, Oscar Arnulfo Romero. Como se supo después, ese crimen lo planeó Roberto D'Aubuisson, fundador de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido que siempre ha contado con la simpatías de Washington.

TAMBIEN ARENA FIGURA como responsable del asesinato de dos misioneras enviadas a El Salvador por el cardenal Hickey para que ayudaran a los desplazados por la represión oficial. Las mataron por ''comunistas".

FUE UN HOMBRE bueno que nunca se sumó a la ultra que condena a las llamas del infierno a los homosexuales, a quienes utilizan el condón o recurren al aborto en circunstancias extremas. Tampoco defendió y menos protegió (como sí lo hace el mismo pontífice en el caso del líder de los Legionarios de Cristo, el padre Marcial Maciel), a los sacerdotes o monjas acusadas de corrupción de menores.

EL MARTES PROXIMO, en el hotel Beau Rivage de Ginebra, Suiza, la casa de subastas Sotheby's pondrá a la venta once alhajas que, según se afirma, pertenecieron a la cantante María Callas. El lote de joyas fue exhibido antes en Milán y Londres. Sobresalen por su enorme belleza un broche de diamantes, un anillo con brillantes de 12 kilates, un par de aretes de rubíes y diamantes, un anillo engalanado con una esmeralda de 38 kilates y un collar de rubíes.

UN FIEL AMIGO de la soprano, Franco Zeffirelli, director de la película Callas forever, califica la subasta como ''un ultraje de los chacales" y sostiene que María nunca tuvo joyas tan caras. En cambio, acostumbraba lucir creaciones que le prestaban las grandes casas diseñadoras, como Cartier, Van Cleef o Winston. Agrega Zeffirelli que si esas joyas en verdad pertenecieron a María, no provienen de su primer marido y mánager, Meneghini, al que hizo rico. Tampoco de Onassis, porque éste era tacañísimo. Sotheby's se ha negado a revelar la procedencia de las joyas, pero se sospecha que pertenecen ahora a los herederos de la pianista griega Vasso Devetzi, a la que los verdaderos amigos de la Callas acusan de haberla explotado y mantenido drogada sus últimos años, haciéndole creer que seguía teniendo una gran voz.

LA REVELACION DE LA SEMANA: ''No es difícil hacer desnudos, sino quitarse el mote de encueratriz. Volvería a hacer desnudos en películas siempre y cuando sea imprescindible para el personaje que interpreto. Me encanta el cine y la televisión, pero entre ambos prefiero al primero, porque el trabajo se inmortaliza": Adriana Fonseca, actriz.