México D.F. Viernes 12 de noviembre de 2004
AI y otras ONG promueven en México campaña
contra la venta de esos artefactos
El comercio armamentista, sin control; cada minuto
hay un muerto por disparo
Temen que eventual reforma para autorizar a cada hogar
mexicano la posesión de dos armas provoque espiral de violencia
Gasta la región 22 mil mdd en ese rubro
ALMA E. MUÑOZ
Cada minuto muere una persona por ataque con arma. Los
países subdesarrollados invierten más de 22 mil millones
de dólares en la compra de armamento corto y, según Amnistía
Internacional (AI), por menos de la mitad de esos recursos (10 mil millones
de dólares) se podría dar educación básica
a los niños de la región.
AI,
junto con Oxfam y la Red Internacional de Acción contra las Armas
Ligeras, comenzó en México una campaña para conseguir
el tratado internacional que frene el comercio de equipo armamentista y,
por tanto, los conflictos, la pobreza y los abusos de derechos humanos
derivados de su empleo.
Su preocupación central se encamina hacia la Unión
Europea, por considerar que la exportación de armas que realiza
representan un peligro para la seguridad mundial.
Cada año, según el reporte que ayer entregaron
esos organismos, mueren más de medio millón de personas por
disparos de armas convencionales o cortas. Las naciones subdesarrolladas
invierten 640 millones de dólares para la compra de este equipo.
También anualmente se fabrican 16 millones de municiones.
''La mayor violación de derechos humanos se comete
bajo amenaza o uso de armas cortas en medio de un negocio fuera de control",
aseguró Carlos Mario Gómez, representante de AI en México.
La guerra contra el terrorismo iniciada por Estados Unidos
"hizo que proliferaran; se piensa que para 2020 habrá más
muertos por violencia que por enfermedades como la malaria o el sarampión."
Para los defensores de derechos humanos el tiempo apremia,
sobre todo cuando potencias como Rusia ya declararon su propia guerra al
terrorismo. ''Cada minuto se fabrican y ponen a la venta 15 armas nuevas'',
y la Unión Europea (UE), con la inclusión de 10 nuevos estados
-Chipre, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta,
Polonia y las repúblicas Checa y Eslovaca-, se fortaleció
en la materia, contando en su haber con más de 400 empresas de fabricación
de armas pequeñas.
El Código de Conducta en Materia de Exportación
de Armas con que cuenta el conjunto de países europeos contiene,
entre otras cuestiones, un impedimento para exportar equipo que pudiera
utilizarse para la represión interna, la agresión internacional
o contribuir a la inestabilidad regional. Sin embargo, la Red, Oxfam y
AI concluyen que la norma ''adolece de fallos muy profundos, como la existencia
de informes según los cuales se han efectuado transferencias de
tecnología, conocimientos especializados y equipos militares, policiales
y de seguridad, casi siempre en secreto -desde antiguos o nuevos Estados-,
a destinatarios que los han utilizado para perpetrar graves violaciones
de derechos humanos o vulnerar el derecho internacional humanitario".
Sostuvieron que las armas se están convirtiendo
en parte integral de la vida y, por consiguiente, en instrumento cada vez
más común en comunidades y ciudades de todo el mundo.
En el caso de México, segundo importador de equipo
armamentista de Estados Unidos, después de Colombia, la preocupación
actual, según explicó Raúl Benítez, experto
universitario en materia de seguridad nacional, se centra en la posibilidad
de que el Congreso de la Unión apruebe una reformas a la Ley de
Armas de Fuego y Explosivos, que permitiría que cada uno de los
hogares mexicanos (22 millones) cuenten con dos armas cortas para su defensa.
Lo anterior, indicó, "provocaría una espiral
de armamentismo", especialmente por la libertad que existe en las fronteras
mexicanas para adquirir en las armerías de Estados Unidos y Guatemala.
Luis Clemens, de Oxfam, explicó que el tratado
internacional por el que pugnan prohibiría la transferencia de armas
a naciones que sufren embargo y a las que sistemáticamente violan
derechos humanos y el derecho internacional en cuanto a genocidios, prohibición
que también se aplicaría a estados "intermediarios y transportistas".
Héctor Guerra, de AI, consideró indispensable
acelerar el paso, sobre todo cuando la llamada lucha contra el terrorismo
continuará en la línea hasta hoy impuesta por el relecto
presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y más aún cuando
de sus rivales estratégicos, China y Rusia, el primero se convertirá
en exportador de armas ligeras y el segundo ya anunció su propia
guerra.
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