Reforma radical y no parches, lo urgente, afirma

Se utiliza a la educación para golpear a adversarios: experto

CAROLINA GOMEZ MENA

La aprobación en la Cámara de Diputados de las modificaciones al artículo 122 "confirman que en este país la educación no es una prioridad", consideró Angel Díaz Barriga, investigador del Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al precisar que no es una descentralización lo que se requiere para el rubro, sino emprender una "reforma radical" que haga a la instrucción nacional "competitiva y eficiente".

En entrevista con La Jornada, el experto precisó que, lamentablemente, la mayor parte de las acciones que se han realizado en este ámbito "durante los pasados 30 años, están encaminadas a destrozar el sistema de educación", pues lo han llevado a ser una "mera tarea burocrática que tiene a alumnos y maestros ocupados, pero nada más".

De acuerdo con Díaz Barriga, aunque es grave que se prive de recursos a este sector, tal como ocurrirá en el Distrito Federal luego de la reforma al artículo 122, es más preocupante que se tome a la educación, de la entidad que sea, como "excusa política para golpear a adversarios ideológicos", y planteó que si se quiere "transitar hacia una verdadera cultura política, se debe establecer que ciertas instituciones, como por ejemplo el sistema educativo, deben ser intocables" en esas lides, pues lo único que se consigue es lastimarlo.

Consideró que en esta ocasión "no se procedió en los mismos términos que con otras entidades" al realizar la descentralización de los servicios educativos, es decir, en mayo de 1992, cuando se firmó el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica, y hasta 1994, luego de haberse promulgado la Ley General de Educación (en 1993), que vino a fortalecer el proceso descentralizador y al mismo tiempo reforzar la exclusividad de la política educativa a manos de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

Para Díaz Barriga, quien ha realizado diversos estudios sobre la educación básica en el país, al arrancar la descentralización "con cada uno de los estados se analizó el contexto en que la Federación transferiría los recursos" que le tocaría aportar para el rubro, y esto no ocurrió ahora con el Distrito Federal, así como la gradualidad de la descentralización. Igualmente, expuso el hecho de que la negociación salarial con los maestros afiliados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) tenga que llevarla cada estado, lo cual ha sido uno de los puntos que ha generado inconformidad en algunas entidades. "En 2001, cuando hubo muchos problemas con las negociaciones salariales, estados como Tlaxcala, por ejemplo, se manifestaron en favor de regresar la responsabilidad al gobierno federal".

Aunque no deja de ser "preocupante este arreglo entre grupos de poder" (la reforma al artículo 122), lo que hay que entender -agregó Díaz Barriga- es que, especialmente "desde el gobierno de Carlos Salinas para acá, es muy grave la ausencia de una visión pedagógica sobre la educación, sólo se cubren formas burocráticas, que cuántos días de clases, cuántas horas frente al maestro, cuando lo importante es hacerla competitiva, por que debería cambiarse el modelo de aprendizaje. A los niños sólo se les enseña a repetir como pericos los conceptos. Se están atendiendo las ramas y no el tronco".

El investigador puntualizó que todos estos cambios son "sólo parches", y abogó porque también se genere un "cambio de mentalidad en los profesores y en quienes tienen en sus manos al sistema educativo", así como de una vez "desaparecer al SNTE y establecer una institución colegiada y sectorial, porque ese sindicato no sólo es altamente corrupto, corporativo y clientelar, sino que también obstruye una verdadera reforma educativa".