El juez Juan del Olmo ordena su ingreso a prisión

Denuncia el presunto etarra De Beotegi torturas y vejaciones

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 12 de octubre. José Luis de Beotegi, uno de los presuntos miembros del grupo separatista vasco ETA detenido el jueves anterior, denunció haber sufrido torturas y ma-los tratos durante el periodo de cuatro días en que permaneció incomunicado.

Juan del Olmo, juez de la Audiencia Nacional de España, ordenó su ingreso a prisión por el presunto delito de colaboración con banda armada, ya que, de acuerdo con la declaración policial, habría reconocido su participación en el cobro del llamado "impuesto revolucionario".

Beotegi fue detenido en el contexto de una gran operación contra ETA a raíz de la detención de la cúpula directiva en Francia, entre ellos el considerado número uno de la organización, Mikel Albizu, mejor conocido como Mikel Antza.

Tras su aprehensión en Vizcaya fue in-gresado en una prisión de esa ciudad, donde dijo que sufrió torturas y malos tratos, entre ellos la aplicación del método de torturas llamado "la bolsa", que provoca asfixia de quien la sufre.

El presunto etarra denunció ante el magistrado Del Olmo que durante el periodo de incomunicación de cuatro días fue pisoteado después que lo arrojaron al suelo varias veces, lo golpearon en la cabeza con un directorio telefónico, lo escupieron y le impidieron dormir durante todo el tiempo que estuvo en un calabozo sin luz.

La organización de familiares vascos presos Askatasuna denunció que el detenido sufrió presiones para obtener la declaración en la que se implicaba en el cobro de dinero a nombre de ETA, ya que reconoció haber pasado "mucho miedo".

En el mismo operativo en que fue detenido Beotegi fueron encarceladas otras 13 personas, 11 en prisión de Francia y dos en territorio español, con lo que desde la de-tención del ex dirigente de ETA Mikel Ant-za ya suman 22 los vascos que se encuentran en prisión.

Askatasuna recordó en su comunicado que durante las dos últimas semanas "13 ciudadanos vascos han estado incomunicados en manos policiales españolas, y han sufrido insultos, presiones, amenazas, malos tratos y torturas, armas que utiliza el poder".

En relación con las torturas sufridas en 2001 por el ciudadano vasco Unai Romano, hoy trascendió un nuevo informe médico que confirma las vejaciones sufridas.

El especialista Francisco Etxeberría sostuvo que "el origen de las lesiones son múltiples golpes de no mucha intensidad en distintas partes de la cabeza", por lo que "no se pueden justificar por un solo traumatismo que, además, debería ser de gran intensidad".

De otro lado, fuentes de la lucha antiterrorista citadas por la agencia Vasco Press dijeron que Mikel Antza financiaba actividades de la organización con unos 120 mil dólares al mes, de acuerdo con documentación encontrada por la policía tras su detención en Francia.

Esos fondos servían para los gastos de los comandos, alquileres de apartamentos o transportes, pero no eran empleados en la compra de armas y explosivos.

Sin embargo, las fuentes no aclararon de dónde surgían esos fondos.