México D.F. Lunes 20 de septiembre de 2004
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Bejarano y su CID, lastres para López Obrador
Cúmulo de males políticos
Chantaje, clientelismo...
EL MOMENTO es oportuno y urgente la necesidad. La Corriente de Izquierda Democrática (CID) -ahora pretendidamente "nacional"- y toda su estructura, deben desaparecer antes de las próximas elecciones.
HAY QUE insistir, no se trata de sentenciar a un grupo político porque se esté en desacuerdo con él; más que nada se trata de mirar a esa corriente que, como ya hemos dicho, devino en banda, y es que, se quiera o no, el lastre mayor que frena al jefe de Gobierno en su tránsito político es, precisamente, la CID.
DURANTE MUCHO tiempo esa agrupación ha sido acusada de todos y cada uno de los males que puede acarrear la política.: desde el corporativismo hasta la transa; desde el oportunismo hasta la impunidad. Todos los renglones torcidos de la política han sido recorridos por René Bejarano y su banda.
EL PRD, que no pasa de su histórico 18 por ciento en las votaciones generales, deberá sacudirse ya el lastre ominoso que representa esa corriente para poder sustentar el cambio que le permita acompañar con mayor fuerza la oportunidad que les brinda un candidato con el empuje y la popularidad que mantiene, incluso a pesar de la CID, Andrés Manuel López Obrador.
SEGURAMENTE PESA para el oportunismo electoral deshacerse de una corriente que siempre ha chantajeado con el poder de sus votos corporativos, pero todo parece indicar que esta es la ocasión y, en este momento, dado el entusiasmo por la candidatura del jefe de Gobierno, la pérdida de esa corriente no le haría ningún daño electoral al PRD, y menos a López Obrador.
Y SI a esas vamos, para el PRD desligarse de la CID seguramente le haría muy bien a las tesis de izquierda que aún mantiene; por eso esta vez podría ser el mejor momento para dejar atrás el lastre.
YA HAY, según nos cuentan, opiniones acumuladas tanto de otras corrientes como de personajes que dentro del mismo PRD buscan cerrar el capítulo de Bejarano en ese partido, y para lograrlo es necesario acabar con la CID.
ESTO PORQUE están convencidos de que mientras exista la Corriente de Izquierda Democrática, Bejarano seguirá actuando y los males habrán de repetirse como en una historia sin fin.
ES VERDAD, René Bejarano ya no es parte del PRD, pero el monstruo sigue vivo. Desde donde se pueda, cada vez que se pueda y como se pueda, Bejarano actuará para acomodarse o para entorpecer, según le convenga, y siempre tendrá como respaldo a esa CID lista para escuchar la voz del amo.
POR UN lado, es necesario que cuanto antes la Cámara de Diputados llegue al desafuero de Bejarano, pero por otro es tarea del PRD desaparecer o acotar a la banda de líder de la CID, de tal forma que deje de ser el insepulto enredado en el petate que debe cargar, casi como manda, el jefe de Gobierno.
El PRI
DESPUES DEL tragicómico show de la diputada Norma Gutiérrez de la Torre (por su boca habló Jackson), al fijar la postura de su partido frente al jefe de Gobierno de la ciudad, se puede entender la desesperación de muchos militantes de esa organización política por cambiar el desastroso camino del priísmo en el DF.
POR LO pronto, María de los Angeles Moreno tiene un proyecto para, cuando menos, detener la caída de ese partido y, junto a ella apareció, hace cosa de una semana, Fernando Peña Garavito, aquel colaborador de Oscar Espinosa Villarreal que no hace mucho fue declarado sin culpa por un tribunal federal.
PEÑA FUE acusado de cinco delitos, pasó un tiempo en la cárcel y se le declaró impedido para ejercer cualquier función pública, pero los jueces federales lo exoneraron y hoy va en búsqueda de la segunda posición dentro del PRI en el Distrito Federal. Lo malo es que ni a María de los Angeles Moreno -seguramente la priísta con más méritos políticos para liderar a su partido- ni a Peña Garavito les permitirá llegar Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, hermano de la diputada que no sabe hablar inglés y líder de los pepenadores, que promete violencia y escándalo si no se le confiere el título de rey de ese partido en la capital.
COMO SE ve, cada partido tiene a su Bejarano. Ni modo.
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